Registran la casa del atacante de dos iglesias en España

Dos mujeres encienden velas en memoria de un sacristán asesinado el miércoles en Algeciras, en el sur de España, el jueves 26 de enero de 2023. (AP Foto/Juan Carlos Toro)

ALGECIRAS, España (AP) — La policía en España registró el jueves la casa de un marroquí sospechoso de atacar con machetes dos iglesias, dejando un hombre muerto y un sacerdote herido de gravedad en Algeciras, una ciudad en el sur del país.

La policía sigue investigando el móvil de la agresión, pero un juez de la Audiencia Nacional lo investiga como posible acto de terrorismo. Se cree que el sospechoso actuó solo.

“La investigación sigue por los cauces razonables que puede ser de naturaleza terrorista, pero estamos en el inicio y todas las posibilidades están abiertas”, informó el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, una vez que la policía concluyó el registro de la vivienda.

El sospechoso es un ciudadano marroquí sin antecedentes penales en España ni otro país, indicó el ministro, quien agregó que al parecer no hubo nadie más involucrado en el ataque y que el sospechoso no estaba “en el radar” de las autoridades.

Las autoridades lo identificaron como Yassine Kanjaa, de 25 años, informó a The Associated Press un oficial de la Policía Nacional que no dio su nombre por no estar autorizado a informar al respecto de acuerdo con las normas oficiales.

Grande-Marlaska dijo que el sospechoso tenía una orden de deportación desde junio del año pasado debido a su estatus de migrante no autorizado. Las autoridades del vecino Gibraltar, que se encuentra al otro lado de la bahía de Algeciras, dijeron que Kanjaa fue arrestado en el pequeño territorio británico en agosto de 2019 cuando “llegó a la costa en una moto acuática sin la documentación necesaria”. Fue deportado días después.

Grande-Marlaska acortó una visita a Estocolmo para la cumbre de ministros de la Unión Europea para dirigirse a Algeciras.

Los ataques han sacudido a la ciudad, ubicada cerca del extremo sur de España frente a una bahía de Gibraltar. Según testigos del segundo ataque, un hombre que empuñaba un machete saltó sobre el altar de una iglesia antes de perseguir al sacristán hasta una plaza de la ciudad y causarle heridas mortales.

El Ministerio del Interior informó que el hombre asesinado era un sacristán —aquel que asiste en las labores de la iglesia_, en la iglesia de Nuestra Señora de La Palma, mientras que un sacerdote resultó herido en el primer ataque en la iglesia de San Isidro de París. Ambas iglesias están a unos cinco minutos de distancia a pie.

En el primer ataque, el sospechoso discutió con el sacerdote antes de la misa y luego volvió para agredirlo. La orden religiosa salesiana a la que estaba afiliado el prelado dijo el jueves que estaba fuera de peligro. Más tarde, la orden Salesianos de Algeciras compartió en Twitter “la mejor noticia posible… Don Antonio ya está de nuevo en la comunidad arropado por los hermanos. Muchas gracias por vuestros mensajes”.

El Ayuntamiento de Algeciras identificó al fallecido como Diego Valencia y al sacerdote herido como Antonio Rodríguez, tuvo que ser hospitalizado en estado grave.

El párroco de Nuestra Señora de La Palma, el reverendo Juan José Marina, dijo a la prensa local que creía ser el objetivo inicial del atacante.

“De la misma manera que en San Isidro buscó al cura, no a nadie más, pasó lo mismo aquí. Si yo hubiese estado, verdaderamente yo habría muerto”, expresó Marina.

Manolo González, otro sacristán en Nuestra Señora de La Palma, dijo que trabajaba con Valencia. Relató que cuando el agresor se subió al altar, Valencia salió a averiguar qué ocurría. Al verse confrontado por un hombre armado con un machete, huyó fuera del edificio hasta una plaza. El agresor le persiguió y le hirió de muerte.

“Diego pidió auxilio. La gente que estaba en el patio vio como de pronto salió Diego gritando ‘llama a la policía que hay un loco en la iglesia’, y precisamente en el patio es donde le da la primera cuchillada. Y por lo visto sale por la puerta de la secretaria y llega aquí hasta la Plaza Alta donde el asesino le vuelve a dar y lo remata”, dijo González.

Por su parte, la Comisión Islámica de España, que representa a los musulmanes en el país, condenó lo sucedido: “Con gran estupor quedamos conmocionados por la abominable acción criminal asesina y desalmada, en el terrible ataque contra religiosos y fieles inocentes, en un espacio sagrado de nuestros hermanos y conciudadanos católicos en Algeciras, perpetrado con total desprecio a la vida humana y a los siervos de Dios, lo que merece nuestra más rotunda repulsa y condena”.

El jueves se veían velas y flores colocadas ante las dos pequeñas iglesias de paredes blancas, mientras los vecinos caminaban nerviosos entre vagonetas de policía estacionadas en la calle. Las banderas ondeaban a media asta en Algeciras, donde se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas.

Algeciras es una ciudad portuaria cosmopolita y el primer punto de llegada para muchos barcos desde el Norte de África, lo que la sitúa en el centro del debate sobre la inmigración irregular en España. Los actos violentos en las iglesias pueden avivar las tensiones sociales agudizadas por el partido de extrema derecha Vox en un año electoral, que compite por ganar más cargos locales y nacionales, así como formar coaliciones de gobierno con el Partido Popular, de centroderecha.

El líder de Vox, Santiago Abascal, vinculó el ataque a la plataforma de su partido de tomar medidas enérgicas contra la inmigración no autorizada. Vox, el tercer partido más grande en el Parlamento español, también se presenta como el protector de la herencia católica española en momentos en que la feligresía activa está disminuyendo.

“Entró ilegalmente en España, tenía una orden de expulsión, .... ¿Cuántos habrá como él en España?”, expresó Abascal.

Pero el presidente regional de Andalucía, Juanma Moreno, del Partido Popular, dijo que Algeciras tiene residentes de 129 países y nunca había sufrido un ataque similar. “Nadie generalice hacia ningún colectivo ni étnico ni religioso”, señaló.

César García, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, que aglutina a los obispos católicos, hizo un llamado a la unidad: “No podemos demonizar a ningún colectivo”, declaró a la agencia de noticias EFE. “No podemos caer en provocaciones, no podemos echar leña al fuego, no podemos caer en demagogias y no podemos identificar el terrorismo con ninguna religión”, añadió.

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O’Mahony informó desde Madrid y Joseph Wilson en Barcelona.