Varias regiones marroquíes cierran baños públicos y prohíben el riego ante la sequía
Rabat, 23 ene (EFE).- Las autoridades marroquíes han empezado a aplicar una serie de medidas restrictivas, como el cierre de los baños públicos y la prohibición del riego de parques, para racionalizar el consumo de agua en medio de una sequía sin precedentes que afecta al país.
Las medidas, que varían según la situación local de cada provincia, incluyen la prohibición del riego de jardines públicos, el cierre de los hammams (baños públicos) tres días a la semana y la limitación del cultivo de ciertas verduras y frutas que consumen mucha agua.
Las líneas generales de estas medidas fueron designadas por una circular del Ministerio del Interior, publicada el pasado 26 de diciembre, y que fue adaptada por los gobernadores de cada provincia en función de la disponibilidad y la demanda de agua.
En la provincia de Beni Mellal (centro), por ejemplo, las autoridades locales emitieron un decreto que prohíbe el cultivo de las sandías con todos sus tipos y restringe el plantío de otros tipos de verduras que consumen agua, como la zanahoria.
El decreto, consultado por EFE, también prohíbe el riego de los campos de golf con agua potable o aguas subterráneas y estipula el cierre de los hammams y las estaciones de lavado de coches durante tres días a la semana.
En la provincia de Sidi Kacem (al noreste de Rabat), las autoridades locales decidieron, además de las medidas anteriores, prohibir el riego de jardines públicos, la limpieza con agua de avenidas y espacios públicos, así como el llenado de piscinas públicas y privadas más allá de una vez al año.
El decreto de esta provincia estipula también disminuir la presión en la tuberías de agua y hasta su corte provisional en algunos barrios donde hay más consumo.
En la provincia de Tarudant (sur), las autoridades locales prohibieron, además, el lavado de coches fuera de los talleres profesionales y establecieron un plan para suministrar las zonas que carecen de agua con esta materia utilizando camiones cisterna, entre otras medidas.
Según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno marroquí, el país sufre una sequía histórica que ha provocado una disminución del 70 % de las precipitaciones desde el pasado septiembre hasta mediados de este enero en comparación con la media de los últimos años.
Además, la tasa de llenado de presas es del 23,2 %, frente al 31,5 % del año pasado por estas fechas, lo que ha obligado a las autoridades a suspender el suministro de agua para los agricultores en varias zonas como Chaouia (región de Casablanca), Dukala (en El Jadida, al sur de Casablanca) y Tedla (al norte de Marrakech).
(c) Agencia EFE