Reemplazar el automóvil con el colectivo o la bicicleta para trasladarse ayuda a adelgazar

Por Lisa Rapaport (Reuters Health) - Tras revisar tres años de información de más de 4.000 británicos, un equipo halló que los que dejaban de utilizar el automóvil para ir a trabajar mostraban una reducción significativa del IMC con respecto de aquellos que seguían optando por su vehículo. Mientras que estudios previos habían determinado los beneficios de ir al trabajo a pie o en bicicleta, este estudio aporta esta ventaja asociada con el peso corporal en el tiempo, según consideró el autor principal, Adam Martin, del Centro de Investigación de la Alimentación y la Actividad Física de la Universidad de Anglia Oriental. "Lo más sorprendente e importante es haber hallado que dejar el automóvil y empezar a utilizar el transporte público reduce el IMC", indicó Martin vía e-mail. "Presumimos que eso podría atribuirse a que las personas tienen que caminar o andar en bicicleta hasta las estaciones o las paradas del autobús". El equipo de Martin recurrió a la minería de datos con una encuesta nacional de hogares de Reino Unido. Se concentró en un grupo de adultos que informó reiteradamente cómo se trasladaba al trabajo, el peso y la altura: 109 de las 3.269 personas que iban a trabajar en automóvil optaron por empezar a caminar y 70 por utilizar el transporte público. Los participantes que optaron por caminar tendían a ser más jóvenes, pobres y a vivir más cerca del trabajo que los que seguían utilizando el automóvil, mientras que los que empezaban a usar el tren o el autobús tenían más educación formal. De hecho, dejar el automóvil en casa para ir a trabajar a pie o en bicicleta provocó una reducción significativa del peso, mientras que el uso del transporte público también ayudó a perder algunos kilos. Los autores también siguieron a 789 personas que iban a trabajar a pie, en bicicleta o transporte público desde el inicio del estudio para saber qué le sucedería a los 268 que, luego, empezaron a usar el automóvil para ir a trabajar. Y el cambio favoreció el aumento de peso con respecto del resto del grupo. En Journal of Epidemiology and Community Health, el equipo señala como una limitación del estudio haber utilizado sólo las respuestas de los participantes sobre cómo cambiar la forma de traslado influía en el peso. Alfredo Morabia, profesor de epidemiología de Queens College, Nueva York, recordó vía e-mail que las personas que desean dejar el automóvil para caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público no siempre pueden hacerlo. FUENTE: Journal of Epidemiology and Community Health, online 7 de mayo del 2015.