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Red de gas se encuentra con restos arqueológicos de Lima

LIMA (AP) — Los trabajadores que excavan en Lima para extender las redes de distribución de gas natural a millones de hogares suelen encontrarse con frecuencia con la historia milenaria de Perú.

En una tarde reciente, una cuadrilla halló cuatro osamentas junto a 15 vasijas de cerámica pertenecientes a una cultura preincaica y, hace dos años, los cuerpos de tres agricultores inmigrantes chinos que murieron en el siglo XIX en una hacienda agrícola de la zona norte de la capital peruana.

“Lima está literalmente sobre un banco cultural” cuyas capas se superponen una encima de otra, dijo a The Associated Press Alexis Solís, uno de los 40 arqueólogos que trabajan para la empresa de distribución de gas natural Cálidda, que ha excavado el suelo de la ciudad por casi dos décadas.

A veces los gritos de entusiasmo provocan que los vecinos salgan de sus casas a mirar los hallazgos, como le ocurrió en 2019 al trabajador Segundo Chávez, de 56 años, quien encontró un niño dentro de una vasija, un entierro característico de una cultura preincaica llamada Chancay.

“Era un entierro antiguo, a 80 centímetros de profundidad”, comentó Chávez mientras observaba otros dos recientes hallazgos en una zanja en medio de una calle del distrito limeño de Puente Piedra: los huesos de un adulto dentro de una enorme vasija y la osamenta de un bebé junto a una estatuilla de cerámica con los brazos abiertos llamada “Cuchimilco”, una especie de guía para los fallecidos en el mundo de los muertos de la cultura Chancay, que floreció entre los años 1.200 y 1.470.

En 16 años se han cavado más de 10.000 kilómetros de tuberías de gas natural en Lima y reportado unos 300 hallazgos arqueológicos, algunos de 2.000 años de antigüedad.

La compañía Cálidda, de capitales colombianos, afirma haber gastado hasta ahora alrededor de dos millones de dólares en esos trabajos.

De acuerdo con la ley peruana, una vez que los arqueólogos de la empresa rescatan los restos arqueológicos, éstos son analizados y entregados al Ministerio de Cultura.

En las excavaciones también se han hallado evidencias de la inmigración china del siglo XIX, la más grande hacia el país andino de los grupos extranjeros en esa época, como tres féretros de madera con tres cuerpos desnudos, junto a sus mudas de ropa, pipas para fumar opio y cartas de tarot.

La capital peruana ya existía antes de su fundación hispana en 1535, de acuerdo con los cronistas españoles. Era un valle habitado e irrigado por tres ríos que bajan desde los Andes.

Según datos recientes del Ministerio de Cultura, la Lima prehispánica estaba organizada en más de 400 sitios de barro llamados huacas, vocablo quechua que significa oráculo o lugar sagrado. Por toda la ciudad existían cementerios, innumerables canales de riego y caminos.

En Perú la formación cultural es continua, dijo el arqueólogo Solís tras observar un depósito de 170 cajas de fragmentos de cerámicas y huesos recolectados en 10 kilómetros cuadrados.

“La diferencia física entre la actualidad y la antigüedad es de apenas unos centímetros”, añadió mostrando el suelo limeño.