"Recorte es el tiro de gracia a la ciencia"

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 29 (EL UNIVERSAL).- Para el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), que es el centro más importante de México y el segundo en América Latina, y cuya plantilla supera los 600 científicos del más alto nivel que forman a 3 mil estudiantes en maestría y doctorado, el recorte del 75% en gastos de operación representará la cancelación de proyectos de investigación de frontera, trabajos en laboratorio, formación de estudiantes e incluso podría generar el cierre de algunas de las 10 unidades de investigación que tiene en todo el país.

Gerardo Herrera Corral, doctor en Física por la Universidad Técnica de Dortmund, Alemania, que encabeza la participación de México en el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear), donde trabajan alrededor de 60 investigadores mexicanos, afirma que este recorte "es el tiro de gracia" para la ciencia mexicana, pues es una suma de golpes que comenzaron cuando les quitaron el seguro de gastos médicos mayores, un requisito internacional para todo científico que trabaja fuera del país.

"Hemos estado sufriendo varios embates. Primero fue la pérdida de los seguros de gastos médicos mayores, los canceló la presente administración porque los consideró un lujo y un privilegio, nada más alejado de la realidad, es una herramienta de trabajo. Después vino la reducción a presupuestos de ciencia y tecnología; luego la desaparición de fideicomisos. Se amenaza ahora con desaparecer el Fideicomiso del Cinvestav que también nos permitía sobrevivir en tiempos de crisis, de manera tal que se va cerrando un círculo que estrangula la actividad científica", dice el investigador del Sincrotrón Alemán de Electrones.

Herrera Corral y otros tres investigadores con doctorados internacionales, Liliana Quintanar Vera, Alma Maldonado y Rosa María del Ángel, dan cuenta del impacto que tendrá este recorte para el Cinvestav y para sus proyectos de investigación, y puntualizan que no han tenido apoyos adicionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) desde hace tiempo, y que ahora el fondo de sobrevivencia desaparece.

"Prácticamente ya es el tiro de gracia a la investigación en México, eso es lo que está ocurriendo, se le está dando el tiro de gracia a proyectos de investigación, en particular en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados", asegura Herrera Corral, quien desde hace 26 años trabaja en la colaboración ALICE del Gran Colisionador de Hadrones en el CERN.

En 26 años han trabajado en el diseño y construcción de detectores para el Gran Colisionador, tan sólo en ALICE han creado tres dispositivos que actualizan permanentemente. A finales de este año o principios de 2021 deberán remplazar con nuevas versiones, es decir, ya están en los últimos detalles de tres detectores: el FDD, el B0+ y el de Rayos Cósmicos, sin embargo, el recorte pone en duda incluso que puedan viajar, "con esta situación pues significa que estas actividades difícilmente podrán ser llevadas a cabo", dice.

"Tenemos una gran responsabilidad en el CERN. Además otro grupo de investigadores mexicanos está trabajando en la actualización de otros detectores. Todo eso requiere de dinero para la participación, pero también requiere de movilidad, necesitamos ir, estar presentes para las instalaciones, pero con esta situación pues significa que estas actividades difícilmente podrán ser llevadas a cabo", añade el investigador.

Y será el caso de los otros dos equipos de investigadores mexicanos que trabajan en el CERN: uno que trabaja en el experimento de blanco fijo NA69; y otro que trabaja en CMS, otro de los grandes detectores.

Investigación en peligro. Liliana Quintanar Vera, quien es doctora en Química por la Universidad de Stanford y realizó una estancia sabática en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), asegura que el recorte del 75% los afecta "porque pone en peligro la viabilidad y la operación del día a día de los laboratorios, así como nuestra capacidad de respuesta ante la pandemia que estamos viviendo el día de hoy".

Para la ganadora de la Beca L´Óreal-UNESCO-AMC para Mujeres en la Ciencia 2007, también se compromete la viabilidad y el avance de los proyectos de tesis de maestría y de doctorados de los diferentes programas de posgrado del Cinvestav. "Tenemos más de 3 mil estudiantes en nuestros programas de maestría y doctorado. Es mucho lo que está en riesgo, estamos pidiendo que se nos trate como el centro de investigación que somos, el número 1 en México, el numero 2 o 3 en Latinoamérica".

Alma Maldonado-Maldonado, doctora en Educación Superior Boston College, de Estados Unidos externa su preocupación sobre lo que puede significar el recorte para el desarrollo que es de por sí complicado y precario, "tener que parar de aquí a diciembre es poner en riesgo experimentos que se han estado trabajando por años, o tener que dejar de producir trabajos, las tesis de los estudiantes".

La investigadora de Cinvestav desde hace diez años, tiene claro que muchas de estas tesis de los estudiantes dependen del trabajo que se hace en laboratorio, "entonces ¿qué va a pasar con todo esto, qué va a pasar con los nuevos estudiantes, hay mucha incertidumbre, sí creo que es una situación que nos deja muy vulnerables".

Rosa María del Ángel, doctora en Ciencias con estudios de posgrado en Microbiología por la Universidad de Columbia, dice que ninguna autoridad del Cinvestav les ha informado del recorte, sin embargo en caso de concretarse sería catastrófico para los estudiantes:

"Ellos tienen un tiempo finito para terminar sus posgrados porque Conacyt no está dando extensiones de becas a pesar de la contingencia. Si se concreta, los estudiantes se quedarían sin recursos y de paso, sin grado académico".

Rosa María del Ángel, especialista en virus apunta una realidad que señalan todos: "Los recursos que nos da el gobierno nos permiten mantener el laboratorio, pero realmente nuestras investigaciones salen de donativos que tenemos que conseguir. En los últimos años me ha tocado poner de mi bolsillo para poder continuar".