Recorte a la política: Italia aprobó una sustancial reducción de sus legisladores

ROMA.- "Sí". Tal como se esperaba, la mayoría de los italianos votó en favor de un drástico recorte de parlamentarios en un referéndum confirmativo que tuvo lugar entre ayer y esta mañana, el primer test electoral de la era Covid-19, en el que también se renovaron autoridades en siete regiones y más de 900 comunas de la península.

Según el primer exit poll de la RAI, que se conoció a las 15, hora de cierre de la votación, el Sí, impulsado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) - que se encuentra en el gobierno, aliado con el Partido Democrático (PD), de centroizquierda-, ganaba con entre el 60 y el 64% de las preferencias, mientras que el No perdía con entre el 36 y el 40%.

Un sondeo de boca de urna del canal SkyTG24, en tanto, confirmaba que la centroderecha, en la oposición, al margen de retener con amplios porcentajes las regiones del Véneto y Liguria, en el norte, conquistaba la región de las Marcas, en el centro, que estaba en manos de la centroizquierda.

Por otro lado el PD aparecía con una leve ventaja en la Toscana, región desde siempre bastión histórico de la izquierda y considerada crucial; ganaba cómodamente en Campania, como se esperaba, mientras que se encontraba en un virtual empate en Puglia. Como se trata de exit polls, de todos modos, había que esperar el recuento definitivo y tomar con pinzas estos resultados, que podrían repercutir en la estabilidad del gobierno que lidera el primer ministro, Giuseppe Conte.

Lo que sí ya era una certeza es que Italia dejará de tener un Parlamento elefantiásico: de 630, los diputados pasarán a ser 400 y los senadores de 315 bajarán a 200. También el número de parlamentarios electos en el exterior se achicará: los diputados de 12 bajarán a 8 y los senadores de 6 a 4. La reducción entrará en vigor en las próximas elecciones y, todo el mundo coincide, implicará la urgente puesta a punto de una nueva ley electoral.

Hasta esta reforma, de la que se habla desde hace décadas e impulsada por el M5E que siempre condenó a la "casta política", Italia tenía el segundo parlamento más grande de Europa, detrás del Reino Unido (650 Cámara de los Comunes, 776 Cámara de los Lores) y por delante de Francia (577 Asamblea Nacional, 348 Senado) y Alemania (Bundestag 709, Bundesrat, 66).

Pese a que la ley constitucional fue aprobada en forma definitiva en el Parlamento por una amplia mayoría transversal en noviembre pasado, durante la campaña electoral en vista del referéndum, todo cambió. En algo que confundió a los italianos, si bien el PD llamó a votar por el "sí", varios de sus referentes, como Romano Prodi y Walter Veltroni, se manifestaron a favor del "no". Y lo mismo ocurrió con los partidos de la oposición de derecha, que al ver una oportunidad estratégica de golpear al gobierno, dejaron a los votantes libertad de elección.

Todo esto dio vida a una campaña electoral "soft", sin pasión, que confundió y que fue totalmente distinta a la que precedió al referéndum del 4 de diciembre de 2016. Entonces, el 60% de los electores rechazó una reforma aún más drástica que directamente preveía la abolición del Senado, impulsada por el expremier, Matteo Renzi, que personalizó la consulta y que, ante la derrota, se vio obligado a renunciar.

La afluencia al referéndum, no obstante, finalmente fue en torno al 50%, considerada alta, teniéndose en cuenta el miedo al contagio del coronavirus, que sigue circulando en Italia, aunque en forma controlada, según las autoridades.

Defensores del si

Los sostenedores del sí aseguran que el drástico recorte de parlamentarios significará un ahorro de 500 millones de euros por legislatura, una cifra no demasiado elevada pero considerada una señal importante para los ciudadanos, que demuestra que también la política puede hacer sacrificios en medio de una grave crisis económica. Además, aducen que el cambio no daña la representatividad - como cree el bando contrario- porque el número sigue en línea con las grandes democracias europeas. Aseguran, también, que es solo el primer paso, ya que luego se reducirán sueldos y se modificarán los reglamentos parlamentarios.

La victoria del Sí le dio aire al actual canciller y ex viceprimer ministro, Luigi Di Maio, líder del M5E, partido de todos modos aún golpeado y lacerado por peleas internas. Y, en forma indirecta, significó oxigeno para Conte - considerado cercano a esta agrupación- y para su socio, el líder del PD, Nicola Zingaretti, que a diferencia de muchos "padres nobles" de su partido, llamó a votar por la dramática reducción de parlamentarios, un cambio más que trascendente para la política italiana.

Habrá que ver, de todos modos, qué pasa con los resultados definitivos de las elecciones regionales, que en el momento representan un avance de la centroderecha, que conquistó la región de las Marcas y confirmó el liderazgo del gobernador del Véneto, Luca Zaia, de la derechista Liga, que obtenía otro mandato con el 70% de los votos. Este triunfo, esperado, volvió a poner en duda la figura del líder de la Liga, Matteo Salvini, exhombre fuerte de Italia cuya popularidad sufrió durante la pandemia y que si se confirma la derrota de su candidata en Toscana, Susanna Ceccardi, ante Eugenio Giani, del PD, pasará a ser aún más cuestionado internamente.