Yahoo Noticias Recaudan más de 600.000 dólares para la familia del ingeniero indio asesinado en Kansas
Srinivas Kuchibhotla y su amigo Alok Madasani se encontraban el miércoles sobre las 7 de la noche en el Austins Bar and Grill en Olathe, Kansas, al suroeste de Kansas City, cuando un hombre borracho gritó: “Salgan de mi país” y les disparó, matando al primero e hiriendo al segundo.
Ian Grillot, un joven que estaba en el lugar y trató de frenar al atacante, resultó herido en la mano y el pecho.
El sospechoso, Adam W. Purinton, de 51 años, un veterano de la Marina, fue detenido más tarde en otro bar, alardeando de haber matado a dos hombres de Oriente Medio.
Pero sus víctimas no eran de Oriente Medio: Kuchibhotla era indio, e ingeniero de la firma Garmin, al igual que su amigo, Madasani, quien sobrevivió. Grillot es un estadounidense blanco.
El crimen racial ha sacudido a Estados Unidos, y ha generado una gran ola de solidaridad con las víctimas.
Una página de GoFundme creada para ayudar a la viuda de Kuchibhotla ha recaudado más 600.000 dólares en dos días, aportados por más de 16.000 personas. La meta inicial era 150.000 dólares.
“Srini era la persona más amable que te encontrarías, llena de amor, cuidado y compasión por todos. Nunca pronunció una palabra de odio, un simple chisme o un comentario descuidado. Él era brillante, bien educado y simplemente un ser humano excepcional. Su esposa Sunayana y su familia ahora se enfrentan con un dolor increíble y una multitud de gastos”, indica el mensaje de la página.
Los gastos estarán destinados a cubrir el envío de los restos a la India, para funerales con los padres de Srini.
Otro fondo, abierto para beneficiar a Madasani -quien ya fue dado de alta- ha recaudado más de 87.000. Y un tercero, para ayudar en la recuperación de Grillot, quien aún se encuentra hospitalizado, supera los 367.000 dólares de una meta de 200.000.
En una entrevista, Grillot contó que cuando empezó el tiroteo se escondió debajo de una mesa pero luego intentó apresar al atacante, pensando -erradamente- que se había quedado sin balas.
“Mucha gente me llama un héroe, esto, eso y el otro”, dijo. “No, no es así. Estaba haciendo lo que alguien debería haber hecho por otro ser humano. No tiene que ver con de dónde vino ni su origen étnico. Todos somos humanos, así que sentí que hice lo que era naturalmente correcto hacer”, dijo.
El FBI reportó el año pasado un incremento en los delitos en Estados Unidos motivados por discriminación a otras razas o religiones.
