Rebeldes sirios capturan áreas del sur mientras el Estado Islámico se retira

Por Suleiman Al-Khalidi AMÁN (Reuters) - Rebeldes sirios han tomado amplias áreas en manos del Estado Islámico en el sur de Siria en las últimas dos semanas, en un momento en el que el grupo yihadista se prepara para defender su bastión de Raqqa, en el norte, del asalto con el respaldo de Estados Unidos, dijeron comandantes rebeldes. Los avances hechos por facciones del Ejército Libre Sirio (ELS), apoyado por las potencias occidentales, han ayudado a reducir el riesgo de que los combatientes del Estado Islámico se reagrupen en zonas cercanas a Damasco y la frontera con Jordania ya que afrontan importantes derrotas en Siria y Jordania. Fuentes de inteligencia occidentales han estado preocupadas durante meses por que los milicianos que huían de sus principales baluartes urbanos -Raqqa en Siria y Mosul en Irak- pudieran encontrar refugio en las vastas áreas del desierto sirio que bordean Jordania. Los rebeldes que combaten en el sur de Siria han recibido ayuda militar canalizada a través de Jordania gracias a un programa supervisado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés). Estas victorias repentinas son una culminación de meses de operaciones encubiertas en las que han tendido emboscadas y cortado las líneas de comunicación para debilitar el bastión de los milicianos en la frontera sureste, junto a Irak, dijeron los rebeldes. "Grandes áreas han caído en nuestras manos. (Los milicianos del Estado Islámico) Han sido expulsados de ellas tras fuertes choques en 16 días de combates", dijo Talas al Salameh, comandante de Osoud al Sharqiya, uno de los principales grupos del ELS en la zona. "(El Estado Islámico) Había cortado carreteras, tenía el control y se había posicionado en antiguas bases del Ejército sirio con una fuerte presencia y armamento pesado. Cortamos las conexiones entre sus zonas y como resultado de esto empezaron a retirarse", dijo al-Salamah. En el norte de Siria, el Estado Islámico ha sufrido en los últimos meses una cada vez mayor presión militar por parte de las diferentes campañas de los combatientes árabes y kurdos apoyados por EEUU, el Ejército sirio apoyado por Rusia y los grupos del ELS apoyados por Turquía. La coalición contra el Estado Islámico que dirige EEUU apoya a una alianza de combatientes kurdos y árabes -las Fuerzas Democráticas Sirias- en una campaña para aislar y capturar la ciudad de Raqqa, en la otra parte del país.