Los rebeldes sirios aceleran la transición y nombran a Al-Bashir como primer ministro provisional
DAMASCO.- Los rebeldes que derrocaron al régimen de Bashar al-Assad y tomaron el poder en Damasco nombraron a un jefe de gobierno transitorio, Mohamad al-Bashir, que ejercerá sus funciones hasta el 1° de marzo próximo, según se anunció en un comunicado oficial difundido por la televisión siria.
Al-Bashir dirigía hasta ahora el llamado “gobierno de salvación” del bastión rebelde de Idlib, en el noroeste de Siria.
“El mando general nos ha confiado la tarea de dirigir el gobierno transitorio hasta el 1° de marzo”, indicó un comunicado de Mohmad al-Bashir, difundido en la televisión, que lo presentó como el nuevo primer ministro del país.
This is Mohammed al-Bashir, the head of the #HTS-linked transitional government in #Damascus -- he says he'll head up a transitional period lasting until March 1, 2025.pic.twitter.com/fWlbOgUScx
— Charles Lister (@Charles_Lister) December 10, 2024
Una fuente de Hayat Tahrir al Sham (HTS), la formación islamista que dirige la coalición rebelde que tomó el poder en Damasco este domingo, precisó que Al-Bashir encabezará “un gobierno encargado de los asuntos corrientes”. Este gobierno ejercerá “hasta el lanzamiento del proceso constitucional”, momento en el que se formará “un nuevo gobierno”, puntualizó la fuente.
El anuncio se conoció después de una reunión en el palacio de gobierno de Damasco para formar el nuevo gobierno, en la que participaron el líder de los rebeldes, Abu Mohammed al-Golani, y el jefe de gobierno saliente, Muhammad al-Jalali, que instruyó a Al-Bashir sobre los procedimientos a seguir en estos delicados momentos de transición.
Al-Bashir es señalado por varios observadores como una personalidad que carece de la experiencia necesaria para gestionar un gobierno nacional.
HTS administró partes de la provincia de Idlib y áreas vecinas hasta el 27 de noviembre, cuando con facciones aliadas lanzó una ofensiva relámpago para tomar territorios en manos del gobierno y llegar hasta la capital Damasco el domingo.
Al-Bashir, de 41 años, había sido mencionado como el más probable candidato a asumir el cargo de primer ministro en el proceso de transición hacia un gobierno tras la caída de Al-Assad.
En un video de la reunión en el palacio de gobierno, se escucha decir a Al-Golani decir sobre el próximo primer ministro que aunque “Idlib es una pequeña región carente de recursos”, las autoridades allí tienen un alto nivel de experiencia al partir de cero”.
Al-Jalali había dicho el domingo que estaba listo para “cooperar” con cualquier liderazgo escogido por el pueblo y para el proceso de traspaso de poderes.
El “gobierno de salvación”, que tiene ministerios, departamentos, autoridades judiciales y de seguridad, fue instalado en 2017 para atender al pueblo, que carecía de servicios gubernamentales en ese bastión. Las autoridades del área empezaron a suministrar servicios como agua, comunicaciones y electricidad a la segunda ciudad siria Alepo luego de que la tomaron durante la rápida ofensiva.
Quién es Al-Bashir
Al-Bashir es considerado un tecnócrata dentro de los rebeldes. Nacido en 1983 en la región de Idlib, cuenta con una licenciatura en Ingeniería Electrónica y otra derecho cívico e islámico en la facultad de su región.
Antes de ser nombrado dirigente del gobierno de transición, era una figura poco conocida de los sirios, fuera de su región natal de Idlib. Tras completar sus estudios, trabajó en la compañía nacional siria de gas. Luego se incorporó a la administración insurgente en Idlib, donde ocupó el cargo de director de Asuntos Asociativos y luego ministro de Desarrollo y Asuntos Humanitarios en el “gobierno de salvación’, considerado el brazo civil del HTS.
Esa estructura desde 2017 gobernaba las zonas del noroeste de Siria bajo control rebelde, que hasta hace unas semanas incluían gran parte de la región de Idlib, algunos pueblos de la campiña nororiental de Latakia y pueblos y ciudades de la zona rural del noroeste de Alepo, una porción de territorio con una importante población de alrededor de cuatro millones de personas, la mayoría de ellas desplazadas en condiciones de vida extremadamente duras.
A principios de este año, Al-Bashir fue nombrado primer ministro del “gobierno de salvación”. Este gobierno autoproclamado, creado en 2017 en el enclave de Idlib para proporcionar servicios a las poblaciones privadas de las infraestructuras estatales, dispone de sus propios ministerios, departamentos administrativos, autoridades judiciales y de seguridad. Recientemente, se fue extendiendo a Alepo, segunda ciudad de Siria y primera gran aglomeración en caer en manos de los rebeldes tras su ofensiva relámpago.
En su momento, enunció uno de los pilares centrales de su visión: “El progreso técnico y la transición a la automatización en diversas instituciones, con el objetivo final de establecer un gobierno electrónico integral”.
Al-Bashir se define como un defensor “del desarrollo económico en todas sus dimensiones, incluidos los sectores industrial y agrícola”, con el objetivo de “promover una sociedad más resiliente y próspera”.
Hace unos días, en una Alepo arrebatada al régimen depuesto, asistió a la inauguración de las nuevas oficinas gubernamentales, y celebró el compromiso de los empleados “piedra angular para la reconstrucción de esta nación”.
Radwan Ziadeh, especialista en Siria del centro árabe de Washington, describió a Bashir como “el más cercano” a Jolani y la cámara de operaciones conjuntas de las facciones rebeldes. “Pero los desafíos que tiene que enfrentar son realmente inmensos”, añadió.
”Así como la revolución fue una revolución para todos los sirios, el proceso de transición debe ser asunto de todos los sirios para garantizar su éxito y garantizar una transición pacífica a la democracia”, dijo.
Transición
El mando central de la coalición de grupos jihadistas y rebeldes responsable del derrocamiento del régimen de Al-Assad confirmó que Al-Bashir tiene la potestad de formar un nuevo gobierno “para gestionar la fase de transición” tras unas conversaciones con el primer ministro saliente, Mohamed al-Jalali, con el fin de materializar “una transferencia de poder” que “evite que Siria entre en un estado de caos”.
“Nuestras fuerzas están completando el control de la capital y preservando las propiedades públicas. El nuevo gobierno iniciará sus trabajos inmediatamente después de su formación”, dijo el mando a través de un comunicado publicado en Telegram después del encuentro entre Al-Jalali y Al-Golani.
En momentos en que el pasado jihadista genera dudas en la comunidad internacional, el mando central recalcó que procederá a detener a los que “propaguen las diferencias sectarias” y “amenacen a miembros de minorías”, al tiempo que prohibió la imposición de un código de vestimenta obligatorio para las mujeres y ha garantizado “las libertades individuales” de todos los ciudadanos del país.
El mando central emitió además una orden prohibiendo los ataques contra profesionales de los medios, incluidos los que trabajaban para medios estatales, y advirtió de que los que violen la norma se exponen a un castigo de hasta un año de cárcel.
“Estamos aquí para construir una nueva Siria que acomode a todos, sin excepciones”, ha subrayado, al tiempo que ha pedido a los trabajadores del sector petrolero que vuelvan a sus puestos y añadir que los transportes se reactivarán con normalidad en la capital a partir de este martes. Además, ha reseñado que el Banco Central “continúa sus trabajos”.
El Mando General también ha concedido una amnistía general a todo el personal reclutado para el servicio militar obligatorio durante el mandato de Al Assad. “Sus vidas están a salvo y nadie podrá agredirles”, ha señalado en un breve mensaje en su canal de Telegram.
La caída del régimen de Al Assad ha tenido lugar a raíz de la ofensiva relámpago lanzada por jihadistas y rebeldes, que provocó un continuado repliegue de las tropas gubernamentales, apoyadas por Rusia e Irán, hasta la huida el domingo del que fuera presidente del país desde el año 2000 de la capital ante el colapso de sus fuerzas.
Agencias AFP, ANSA y DPA