El Real Madrid vuelve a ganar pero Tomás Roncero se acuerda en 'El Chiringuito' del que no está

El Real Madrid vuelve a levantar un trofeo después de un último curso en blanco, valga la redundancia, pero Tomás Roncero, lejos de disfrutar plenamente el regreso de los éxitos merengues, muestra en 'El Chiringuito de Jugones' que hay una herida que está muy lejos de sanar.

El periodista del 'As' no ha podido esconder el dolor que le produce no ver a Sergio Ramos celebrando un título con el Real Madrid. Pese a que empezó su discurso al respecto definiéndolo como un "capítulo cerrado", según fue avanzando, la cosa cogería otro color muy distinto.

Roncero tiró del tópico "siempre le desearé lo mejor", para ensalzar a los que sí que están: "Mis soldados, mis patriotas". Después de aclarar de que no aceptó la renovación de un año, "como sí hizo Modric", el tertuliano se quiso poner en su piel: "Hoy, con el reojo, estará diciendo 'me cago en la mar, ahí tenía que haber estado yo', porque todos los que estamos aquí sabemos que tiene el corazón blanco. Y se equivocó, no pasa nada...". ¿Seguro que no, Tomás?

Seguidamente, añadió: "¿Cómo no va a equivocarse? Si no estás en el Madrid, estás en el PSG. Al final tienes un entrenador que no te pone o que te saca 10 minutos, para humillarte casi, o te reserva un partido entero porque no te ve... Y ves al Madrid, sin ti, que eras el líder, el capitán, ganando títulos con grandeza, pues te tienes que sentir mal porque dices: 'coño, me he valorado mal, porque yo era importante pero el Madrid está por encima de todo, coño. Estos tíos han dado una lección y han ganado una Supercopa que da gusto verles contra el Barça y contra el Athletic , han sido supercampeones y yo no estaba. Luego, ¿qué coño he hecho mal para no estar ahí, en la foto al lado de Marcelo?'. Él se equivocó y lo sabe, coño".

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La vena en el cuello de Roncero y el tono de frustración denotan todo lo contrario al sentir que transmite un "capítulo cerrado".

No sabemos si Sergio Ramos se halla como ha expuesto el periodista merengue, lo que sí parece claro es que todavía despierta rabia y nostalgia al mismo tiempo en la casa, al menos del corazón mediático más bañado en romanticismo blanco.

No se puede dar una historia por concluida sin haber pasado todas las páginas.

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