La historia fue al revés: el perjudicado fue el Real Madrid, el beneficiado el Sevilla... y el Barça

El ruido mediático ya está hecho. La percepción, una vez acabada la jornada, es que al Real Madrid los árbitros le beneficiaron en su partido, mientras que del choque del Barça se habla de la posesión, de los más de mil toques y de la confianza de Setién en la cantera.

Pero vamos por partes, porque no, no es que el conjunto madridista no fuera beneficiado en el encuentro ante el Sevilla, es que fue perjudicado. Y además claramente. El jaleo que se montó con el tanto anulado a De Jong es de lo más surrealista de los últimos años, con aficionados y cierta prensa clamando ante el 'nuevo robo' madridista. Para colmo, salió Monchi a decir que de haberse anulado el gol que marcó su equipo en la segunda parte, que por cierto era ilegal porque Munir tocó el balón con la mano no una sino dos veces, hubiera retirado al equipo del campo. Un sainete.

El paso de las horas calmó la situación, menos para los más exaltados de siempre. El reglamento es muy claro al respecto y deja claro que cualquier obstrucción deliberada es falta. A Gudelj, autor del placaje, se le ve mirando a Militao, desplazándose para evitar que persiguiera a De Jong y finalmente impactando con dureza con el central brasileño para hacerle caer y dejar solo al delantero holandes para que rematara cómodamente.

Hasta en baloncesto, que bloquear es legal, hubiera sido falta, pues se ve al serbio moviendo los pies para interrumpir a Militao, y es por eso que es tan incomprensible todo el ruido mediático que se montó. Hasta Lopetegui y Gudelj reconocieron que era una jugada ensayada, en una clara muesta de desconocimiento del reglamento. Que ellos no conocen lo que dice la ley no implica que no se tuviera que pitar una falta clarísima.

Martinez Munuera consulta el VAR en el Real Madrid - Sevilla antes de anular el gol a De Jong. (Foto: David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)
Martinez Munuera consulta el VAR en el Real Madrid - Sevilla antes de anular el gol a De Jong. (Foto: David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)

Después, hubo un segundo gol ilegal del Sevilla, también de De Jong. Justo antes, Munir tocó el balón al menos dos veces (puede que tres) con la mano, situación que el reglamento recoge clarísimamente: toda acción en la que el atacante toque el balón con la mano y acabe en gol, debe ser anulado. Pues bien, pese a que la norma es clara y a que con el VAR si tuvo que ver sí o sí, se decidió dar el gol por legal. Sabían perfectamente los colegiados que el cisco que se hubiera montado si anulan otro tanto sería de dimensiones gigantescas y prefirieron mirar para otro lado.

Pues bien, con un gol en contra bien anulado y otro que se concedió siendo ilegal, todavía hay que aguantar como algunos siguen diciendo que el árbitro ayudó al Real Madrid contra el Sevilla. Y mientras, casi nadie habla de la rigorosísima expulsión de Germán que dejó al Granada con diez en el Camp Nou cuando el partido iba empate a cero. "Real Madrid y Barça no se pueden quejar de los árbitros", dicen algunos, y esto es porque muchos se esfuerzan en hacernos creer que a los dos les ayudan. Jornadas como la de este fin de semana son el perfecto ejemplo de cómo tratar de manipular opiniones para dejar el poso de que a los dos les han ayudado, pero sobre todo a los madridistas.

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