Reabre el Parlamento tunecino sin prensa y boicoteado por la oposición
Túnez, 13 mar (EFE).- El nuevo Parlamento de Túnez, resultado de unas legislativas con una abstención de cerca del 89%, reabre hoy tras veinte meses de cierre ordenado por el presidente Kais Said, que gobierna con plenos poderes, sin partidos políticos, sin periodistas y boicoteado por la oposición que reclama comicios anticipados.
Un total de 154 miembros de la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP) -de los cuales sólo 25 son mujeres- participaron en la ceremonia oficial mientras que siete escaños continúan vacantes ante la ausencia de candidatos en el extranjero y cuya consulta deberá repetirse en los próximos meses.
Fuerzas de seguridad impidieron hoy a medio centenar de periodistas, que se congregaba en las puertas del Parlamento para cubrir la sesión, el acceso al recinto sin explicación oficial, a excepción de la televisión pública y la agencia estatal, TAP.
Poco más tarde de jurar el cargo por un mandato de cinco años, uno de los recién nombrados diputados fue expulsado del hemiciclo por las fuerzas de seguridad después de que la Justicia emitiese una orden de arresto por un supuesto delito de falsificación de firmas en su candidatura electoral, según la agencia estatal TAP.
Tras una sesión maratoniana de ocho horas y dos vueltas a falta de mayoría, el exdigirente del Colegio de Abogados, Ibrahim Bouderbala, fue elegido nuevo presidente de la Cámara.
Este antiguo letrado lideró un año antes el comité de "diálogo nacional" -nombrado unilateralmente por el mandatario- para redactar un borrador constitucional, que más tarde rechazó al considerar que el texto había sido modificado por completo antes de ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (JORT).
Según la nueva Carta Magna, que instaura un sistema ultrapresidencialista, la Asamblea compartirá poder legislativo con el Consejo Regional y de Distritos, un segunda cámara todavía sin fecha de creación, y tendrá prerrogativas reducidas ya que no podrá nombrar al primer ministro ni presentar una moción de censura contra éste o el jefe del Estado.
PRENSA Y PARTIDOS EXCLUIDOS DEL HEMICICLO
Hoy se impidió la entrada al hemiciclo de medio centenar de periodistas locales e internacionales, salvo a la televisión pública y la agencia estatal TAP, por primera vez desde el inicio de la transición democrática en 2011.
Una decisión, explicó la diputada Fatima Mseddi, que fue solicitada por un grupo de parlamentarios para evitar el "desorden" y que puedan "ofrecer una imagen inapropiada" de esta institución.
El Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT) condenó este "peligroso precedente" que atenta contra el acceso a la información y la libertad de prensa por lo que convocó una conferencia de prensa este martes para lanzar una "escalada" de movilizaciones.
Pese a los intentos de varios movimientos afines al presidente para organizarse en grupos parlamentarios, Said ha declarado que estos son "cosa del pasado" y afirmó que la legislación "debe reflejar la voluntad ciudadana y no los intereses de ciertos partidos nostálgicos del antiguo Parlamento o de la última década".
Aunque la mayoría de miembros se presentaron como independientes -después de que fueran excluidos los partidos políticos por "obsoletos"- una investigación del diario digital Al-Qatiba reveló que la mitad de ellos pertenecen a alguna formación, principalmente Nidá Tounes, que agrupó al inicio de la transición a liberales y figuras que apoyaron el antiguo régimen y actualmente desaparecida.
OPOSICIÓN NO RECONOCE SU LEGITIMIDAD
El Frente de Salvación Nacional, que reúne a figuras y partidos opositores de diferente ideología, declaró en un comunicado que no reconoce este Parlamento "nacido de una Constitución golpista y de unas elecciones ignoradas por la aplastante mayoría de electores".
Por su parte, el partido islamista Ennahda, principal fuerza parlamentaria durante la última década, afirmó que este órgano "está desprovisto de poderes y nace de un golpe de Estado que ha monopolizado todos los poderes y corrompido el proceso político".
En julio de 2021 el presidente Kais Said se arrogó plenos poderes y ordenó el cese del primer ministro, la suspensión del Parlamento y la retirada de la inmunidad de sus 217 miembros para "preservar la paz social".
Casi dos años después, el presidente ha disuelto los consejos municipales para sustituirlos por delegaciones nombradas por él.
Mientras, la oposición trata de organizarse de cara a las presidenciales de 2024 pese a que una veintena de sus líderes se encuentra en prisión por "complot contra la seguridad del Estado". Un caso "fabricado" para silenciar la disidencia, defienden sus abogados.
(c) Agencia EFE