Raza mixta nunca fue un problema para Kamala Harris

Hace escasos 20 años el censo nacional empezó a permitir que la gente se identificase como de más de una raza. Y ahora hay una fórmula presidencial que incluye a Kamala Harris, orgullosa hija de padre jamaiquino y madre de la India.

La histórica nominación de Harris para vicepesidenta por parte del partido Demócrata plantea nuevos desafíos en relación con la identidad de una persona y la forma en que se la etiqueta.

Si bien su caso es bastante típico de la experiencia multicultural y multirracial de tanta gente, a muchos les cuesta definirla.

Harris reivindica todos los aspectos de su origen, pero se identifica como una persona de raza negra. Dice que su madre --quien ha sido la principal influencia en su vida-- las crió a ella y a su hermana como personas negras por considerar que así las verían los demás.

“Mi madre nos transmitió a mi hermana Maya y a mí los valores que marcaron nuestras vidas”, dijo Harris en su discurso de aceptación de la nominación ante la Convención Nacional Demócrata. “Nos enseñó a ser mujeres negras, fuertes y orgullosas. Y también nos enseñó a sentirnos orgullosas de nuestra herencia india”.

Un estudio del Centro de Investigaciones Pew del 2015 indicó que las personas de distintos orígenes aumentaban a un ritmo tres veces más rápido que el del resto de la población. La mayoría dijeron sentirse orgullosas de sus múltiples herencias, pero también indicaron que eran blanco de comentarios y bromas hirientes. Y un 25% afirmó que les molestaban las presunciones que hace la gente respecto a sus orígenes.

La propia Harris dice que le molesta la necesidad que tiene la gente de etiquetarla de algún modo, afirmando que se siente bien siendo quien es.

“No tuve que procesar nada respecto a mi identidad”, aseguró en una entrevista de junio con un podcast Los Ángeles Times. “Lo que me molesta es que piensen que tuve una crisis al respecto y que tengo que explicarla”.

Las cosas, sin embargo, no son tan sencillas para mucha gente de raza mixta. En su cuenta de Instagram, Amanda Neal dice que es “bien negra y bien pinay”, aludiendo al gentilicio de una mujer de origen filipino. Neal, profesora de canto de 30 años, no obstante, confiesa que no fue fácil aceptar ambos aspectos de su identidad racial.

De niña, indicó, la gente trataba de hacerla elegir entre una de las dos identidades. Su madre es una inmigrante filipina y su padre un afroamericano. Dijo que algunos parientes filipinos le decían que no actuase o hablase con un acento “demasiado negro”.

“Eso generó un sentimiento anti-negro que yo ni sabía que tenía”, expresó.

Los dos hijos de Sheila SatheWarner son mezcla de negro y de asiático, igual que Harris. SatheWarner es de ascendencia india y su esposo es de ascendencia afrocaribeña, de St. Croix.

Uno de sus hijos parece más bien indio y el otro más bien de raza negra, pero ella puso énfasis en ambos casos en su condición de negros, igual que hizo la madre de Harris. Los alienta a que acepten sus cabellos rizados y les pide que no usen armas de juguete por temor a cualquier encuentro que puedan tener con la policía.

“Siempre les hablamos de sus dos orígenes”, dijo SatheWarner, directora de una escuela secundaria de Alameda, California. “Pero ambos son negros”.

Esa actitud deriva del principio legal conocido como “la regla de una gota”, de la época de la esclavitud, según el cual cualquier persona que tuviese una gota de sangre negra no podía poseer tierra ni ser libre. En la actualidad se manifiesta a través de la forma en que la gente cataloga a los demás y en las jerarquías sociales entre las razas, según Sarah Gaither, profesora de la Universidad de Duke que estudia la raza y quien es ella misma de raza mixta.

Nadie ha vivido las mismas experiencias ni puede actuar como “policía de la identidad”, dijo Gaither, quien subraya la importancia de que la gente multirracial y multicultural pueda decidir por ella misma quién es y de que se acepte que la identidad de una persona de raza mixta puede evolucionar.

El censo dice que el 3,5% de la población se identificó como de raza mixta en el 2018, comparado con el 2,4% en el 2000. Un estudio del Pew, sin embargo, señaló que la población de raza mixta se quintuplicó si se tiene en cuenta a las personas que se identifican como de una raza específica pero dice que uno de sus padres o abuelos es de otra raza.

Por otro lado, si bien a partir del 2000 la gente pudo identificarse como de más de una raza, las categorías disponibles no siempre son claras.

Muchos residentes de origen latinoamericano, por ejemplo, no saben si describirse como “hispanos” --lo que no constituye una raza-- o de “alguna otra raza”.

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Los reporteros de la AP Noreen Nasir (Chicago) y Michael Schneider (Orlando, Florida) colaboraron en este despacho.

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