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Ray Liotta y la película que siempre lamentó no haber hecho

El pasado jueves 26 de mayo conocíamos la triste noticia. Ray Liotta falleció mientras dormía a los 67 años con su prometida a su lado mientras rodaba su nueva película, Dangerous Waters, en República Dominicana. Y los amantes del cine nos quedamos en shock. Fue una despedida abrupta, incluso inesperada, de un actor que dejó huella en la cultura cinéfila por la siniestralidad de sus personajes, tanto buenos como malos, y esa mirada emblemática entre seductora y peligrosa. Uno de los nuestros, Algo salvaje, Campo de sueños o Falsa seducción son algunos de los clásicos que enseguida vienen a la memoria de la cultura cinéfila.

Sin embargo, con su partida volvió a mi memoria el mayor arrepentimiento profesional que tuvo en vida. Les hablo de una película. Y no una cualquiera, sino de otro clásico que siempre lamentó no haber hecho y que, probablemente, hubiera marcado un punto de inflexión diferente en su carrera.

NUEVA YORK, NUEVA YORK - 18 DE JUNIO: El actor Ray Liotta asiste al estreno de
NUEVA YORK, NUEVA YORK - 18 DE JUNIO: El actor Ray Liotta asiste al estreno de "No Sudden Move" durante el Festival Tribeca 2021 en The Battery el 18 de junio de 2021 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Jim Spellman/WireImage)

A diferencia de otros cinéfilos que descubrieron a Ray Liotta con Uno de los nuestros o Campo de sueños, yo lo hice a los 13 años cuando a mi mamá se le ocurrió alquilar Falsa seducción en el videoclub (¡qué buenas épocas!). Y me quedé prendada. No tanto de la idea -ya que entre 1990 y 1993 Hollywood nos inundó de thrillers maritales a raíz del éxito de Atracción fatal restando originalidad a cada experiencia- sino por cómo el actor me erizaba la piel con el acecho peligroso de ese policía acosador obsesionado con Madeleine Stowe, la esposa de Kurt Russell en la historia. Y esa misma sensación, cautivándome con sus miradas y la seducción siniestra que a veces provocaba, nunca desapareció. Era su seña de identidad.

Los personajes mafiosos, peligrosos o de intenciones oscuras fueron los que más destacaron en su carrera, aunque él intentó hacer otros papeles. Lo cierto es que no quería que lo encasillaran como criminal siniestro y durante un tiempo probó suerte con películas diferentes como Corina, Corina, Las seductoras, Voces de ángeles o Siempre a mi lado, sin embargo era demasiado buen actor como para conformarse con cintas pasajeras o personajes más livianos y siempre terminaba volviendo al thriller y esos roles con dobles intenciones. Liotta transmitía rabia con estilo, siniestralidad con elegancia, y solo él podía hacerlo tan bien. Y por eso no me sorprendió conocer que Tim Burton quiso hablar con él sobre Batman.

Así es, el director de Bitelchus y Eduardo Manostijerasquería a Ray Liotta en su exitosa película sobre el héroe de Gotham estrenada en 1989.

Michael Keaton en el set de
Michael Keaton en el set de "Batman". (Photo by Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)

Lo contó él mismo casi tres décadas más tarde en una entrevista a Irish News, compartiendo que Tim Burton había puestos sus miras en él cuando estaba desarrollando la cinta del caballero oscuro, justo al mismo tiempo que Liotta estaba rodando su primer éxito, Algo salvaje. “Desearía haber manejado mi carrera de manera diferente pero, ya sabes, en retrospectiva...", reflexionaba.

Sin embargo, corrían otros tiempos. El cine de superhéroes se había quedado estancado en obras superficiales, sin profundidad dramática y todavía inundadas del chicle pastel de los 70s e inicios de los 80s gracias a Superman y fracasos como Masters del Universo. Y Ray Liotta, que tenía unos 33 o 34 años por entonces, estaba en pleno ascenso profesional, lo que resulta comprensible que viera en Batman una opción poco factible para seguir ascendiendo como actor al que tomar en serio.

"Cuando hice mi primera película, Tim Burton se estaba preparando para hacer Batman y estaba interesado en mí porque quería que fuera atrevida y real" recordó a Irish News en 2016. Pensé ‘¿Batman? Qué idea más estúpida’ aunque [Tim Burton] acababa de hacer una de mis películas favoritas de todos los tiempos, Bitelchus […] Y si, me arrepiento de no audicionar en ella”.

Y es que Liotta pasó de Tim Burton y su idea, sin siquiera escuchar lo que el director había ideado para la película, la revolución gótica que provocaría y el antes y después que marcaría en el género. Lamentó tanto no haberse sentado con el director a hablar de la idea o hacer el casting que más tarde repitió a Los Angeles Times: siempre me arrepentiré”. 

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Creo que Tim Burton es un director muy grandioso, y siempre lamenté no haberme reunido con él. Tan solo conocerlo, hablar, ya sea que aceptara hacer la película o no, porque no podía hacerme a una idea y entenderlo” dijo. Incluso habló del éxito del filme y lo que supuso para Jack Nicholson, transformándolo en figura de blockbusteres. “¡Mi carrera hubiera despegado de una manera diferente!” sentenció al reflexionar qué hubiera pasado de haber participado en Batman.

¿No les resulta inevitable imaginar qué tipo de Batman hubiera sido Ray Liotta, o Joker? Según el trivia de iMDB, la producción se habría planteado ofrecerle los roles de Batman, Joker e incluso el de Harvey Dent, demostrando lo mucho que el director lo quería incluir en el filme. Estamos hablando de los inicios de Liotta en Hollywood, un actor con una mirada inconfundible y tan solo un año antes del estreno de Uno de los nuestros. Su talento y presencia en pantalla fue muy diferente al de Michael Keaton y Jack Nicholson, por lo que imagino un Batman muy distinto, con otros aires al que terminamos viendo en pantalla en 1989. Tanto como si hubiera interpretado al héroe como al villano de la risa siniestra.

Retrato publicitario de Ray Liotta para la película 'Uno de los nuestros', 1990. (Foto de Warner Brothers/Getty Images)
Retrato publicitario de Ray Liotta para la película 'Uno de los nuestros', 1990. (Foto de Warner Brothers/Getty Images)

Ray Liotta pasó de la idea y si bien su carrera terminó despegando por derroteros que encajaron a la perfección con su talento, no puedo evitar imaginar lo diferente que hubiera sido de haber aparecido en Batman.Aunque, cuando vuelvo a la realidad, me doy cuenta que si hubiera aceptado, no habría podido rodar Uno de los nuestros cuando Martin Scorsese planeaba hacerlo. Sin dudas, el destino sabía lo que hacía.

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