Rascacielos desaparecidos, aviones en tierra y un aire “peligroso”: los incendios de Canadá paralizan la costa este de EE.UU.

El perfil de la ciudad de Nueva York se desdibuja bajo una cortina de humo
El perfil de la ciudad de Nueva York se desdibuja bajo una cortina de humo - Créditos: @ANGELA WEISS

WASHINGTON.- Un sol rojo cae al atardecer detrás de una bruma grisácea, anaranjada, borrosa. Al amanecer, Washington huele a quemado, y el aire se ve igual de sucio. Los celulares empiezan a poblarse de alertas –”Código Rojo”–, las escuelas y los gimnasios cerraron o cancelaron actividades, y el Servicio Meteorológico Nacional advierte que la calidad ambiental es “muy mala”, y las condiciones pueden ser “insalubres para personas con enfermedades pulmonares o cardíacas, ancianos, niños y adolescentes”. En la calle se ven personas con máscaras, como si la pandemia hubiera vuelto. Con el correr de las horas, será peor.

La Costa Este de Estados Unidos quedó, literalmente, cubierta de humo. El aire se volvió, para muchos, irrespirable: más de cien millones de personas fueron alcanzados por un alerta del gobierno federal debido a que el aire era insalubre, y Nueva York registró el peor índice de calidad de aire desde que comenzó a medirse. El día atípico con aura de distopía fue el resultado de los más de 400 incendios forestales en Canadá, repartidos entre Quebec, Toronto y Ontario.

Aunque la frontera con Canadá está a unas siete horas en auto al norte de Washington, el impacto de los incendios forestales se vio, se olió y se sintió en las calles de la capital, y en varias de las ciudades más importantes del país. El humo bajó desde Canadá y envolvió a la costa este, y se estiró hasta los estados sureños de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. La crisis continuará en los próximos días.

La gente se refugió en sus casas, con las ventanas cerradas. Lo peor se vio en Nueva York. Pasado el mediodía, los rascacielos que definen el icónico perfil de la Gran Manzana empezaron a desaparecer. La ciudad se oscureció bajo una nube naranja que cayó del cielo. Los autos tuvieron que circular con las luces encendidas.

El gobierno federal debió frenar los despegues en el aeropuerto de La Guardia debido a la “baja visibilidad”, y también postergó los vuelos a Newark, en New Jersey. Las demoras y las cancelaciones se apilaron. Los zoológicos de la ciudad cerraron. El humo llegó hasta Detroit –la ciudad registró una de las peores mediciones de calidad del país–, Chicago y Pittsburgh, y se estiró. Un frente frío en los próximos días amenaza con llegar a empujar el humo todavía más hacia el sur.

El humo nubla la imagen del One World Trade Center en Nueva York
El humo nubla la imagen del One World Trade Center en Nueva York - Créditos: @J. David Ake

“Esto es algo que jamás ha impactado antes en esta escala”, dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en una conferencia de prensa en la mañana del miércoles. “Tuvimos niveles peligrosamente altos de humo de incendios forestales a miles de millas de distancia. Desde la penumbra sobre el Estadio de los Yankees, hasta la bruma humeante que oscurecía el horizonte, pudimos verlo, olerlo y lo sentimos”, siguió. “Este no es el día para entrenar para un maratón o para estar afuera con sus hijos”, remarcó, urgiendo a la gente a quedarse en su casa.

Lo peor todavía estaba por venir. Con el transcurrir de las horas, Nueva York comenzó a desaparecer y a oscurecerse, y la calidad del aire se degradó hasta llegar al peor nivel posible, que dejó a la ciudad al tope del ranking de IQAir, la plataforma más grande del mundo que mide en tiempo real la calidad del aire y la polución en las ciudades. Por la tardes, Nueva York marcó un índice de 342 –el nivel “peligroso” comienza en 301–, muy por arriba de Dubai, la segunda, con 168, y Delhi, tercera con 164. Fue la peor marca desde que comenzó a medirse la calidad del aire en la ciudad.

El comisionado de Salud de la ciudad, Ashwin Vasan, advirtió que las partículas finas de humo en el aire pueden ingresar en los pulmones de las personas y causar “inflamación y empeorar afecciones como asma, enfermedad pulmonar crónica o afecciones cardíacas subyacentes”. Ethan Coffel, un climatólogo en la Universidad Syracuse, dijo que se trataba de un evento “sin precedentes” para la Costa Este del país.

La crisis se desató por los más de 400 incendios forestales en Canadá, repartidos entre Quebec, Toronto y Ontario. El humo bajó desde Canadá y envolvió a la Costa Este, y se estiró hasta los estados sureños de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. El Servicio Meteorológico advirtió que la crisis continuará en los próximos días.

Con el correr de las horas, más de 100 millones de personas y más de una decena de estados quedaron bajo alerta por aire insalubre, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), informó AFP. Los colegios de toda la costa este cancelaron actividades al aire libre, incluidas prácticas deportivas, excursiones y recreos, para proteger a los estudiantes del humo.

En Bethesda, Maryland, una escuela secundaria trasladó su ceremonia de graduación al interior, informó Reuters, mientras que un colegio de primaria de Brooklyn, Nueva York, pospuso su fiesta de baile “Spring Fling”, y otra escuela de Montclair, en Nueva Jersey, suspendió una excursión de quinto curso al parque de atracciones Six Flags.

La cadena de gimnasios YMCA envió un correo electrónico a sus clientes avisando que todas las actividades al aire libre quedaban canceladas, ya que debían “tomar medidas inmediatas para garantizar la salud y la seguridad de nuestros miembros, el personal y los niños bajo nuestro cuidado; particularmente aquellos con sensibilidades respiratorias y poblaciones vulnerables como personas mayores y niños”. Todas las actividades al aire libre quedaron suspendidas hasta el final del “Alerta de Código Rojo”.