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Rafael, el artista multimedia

Londres, 6 abr (EFE).- Pintor, dibujante, arquitecto, arqueólogo o diseñador de tapices, Rafael (1483-1520) era ya en su época "un artista multimedia", dice a Efe el director de la National Gallery de Londres, Gabriele Finaldi, al presentar este miércoles una exposición dedicada al gigante del Renacimiento.

"Rafael", que abre al público del 9 de abril al 31 de julio -con dos años de retraso por la pandemia-, es la primera muestra fuera de Italia que explora toda la carrera del creador de Urbino, pensada para conmemorar el 500 aniversario de su muerte el 6 de abril de 1520, con sólo 37 años.

En sólo dos décadas, Raffaello Santi (1483-1520), uno de los principales referentes artísticos de Europa occidental, trabajó en varios formatos y tocó múltiples temas -lo humano, lo divino, la amistad, el poder o la belleza-, dejando un legado tan universal como, hoy en día, algo controvertido.

MAESTRO EN VARIAS TÉCNICAS

Las más de 90 obras ordenadas de manera cronológica incluyen desde óleos como la Santa Cecilia (1515-16) de la pinacoteca de Boloña -para Finaldi, un cuadro "perfecto"- a los dibujos en carbón para su retablo de San Nicolás de Tolentino (1500-1), relieves, grabados y sus diseños arquitectónicos de Roma.

La exposición comienza con su debut en la región de Marche, donde nació ya imbuido en el arte gracias a su padre, también pintor de la corte, y sigue con su paso por Florencia, donde, además de hacerse con nuevos clientes, recibía encargos de otros lugares.

De esta etapa son la Virgen y el Niño con San Juan Bautista y San Nicolás de Bari (1505) y otros lienzos con la temática de la Sagrada Familia que le hizo famoso, hasta que en 1508 se mudó a Roma para trabajar con uno de los grandes mecenas de la historia del arte occidental, el papa Julio II (pontífice entre 1503 y 1513).

En la hoy capital italiana, Rafael obtuvo asimismo el patrocinio del banquero sienés Agostino Chigi, que le encargó frescos para su villa y diseños para las capillas de dos iglesias romanas: Santa Maria della Pace y Santa Maria del Popolo. La exposición incluye dos círculos de bronce de la primera, nunca antes expuestos fuera de Italia.

Otra sala se dedica a los frescos para los apartamentos o "stanze" privados de Julio II y también se exhiben sus composiciones para grabados y tapices; bocetos como su Estudio para la masacre de los inocentes (1509-10) y su labor como topógrafo de la antigua Roma para el Papa León X (pontífice entre 1513 y 1521).

La conmovedora sala final está dedicada a los retratos, incluido uno de él con Giulio Romano o el de su mentor Julio II, en los que el artista captura a sus modelos con una enorme sutileza expresiva.

PIONERO DE HERENCIA DIVISORIA

Para Finaldi, no hay duda de que en la actualidad "llamaríamos a Rafael un artista multimedia".

"Hay que recordar que es un pintor de la corte papal, que es distinta de las demás cortes, y eso le lleva a desarrollar una actividad muy variada, desde el diseño de tapices a escultura o elementos temporales para las grandes festividades, aunque fundamentalmente es pintor", dice.

Esta curiosidad por explorar diferentes técnicas y formatos es algo que también desean hacer los artistas en la actualidad, que quieren "probar varios campos y no tener límites", aunque, como pintor de la corte que recibía muchos y variados encargos, Rafael estaba "en unas circunstancias diferentes", apunta el experto.

Con sus dulces Madonnas, su polifacetismo renacentista y su sublimación de la belleza, Rafael ha ejercido una influencia innegable sobre el arte europeo, aunque, con el paso del tiempo, su obra suscite sentimientos polarizados.

"Hoy en día es un referente tanto en lo positivo como en lo negativo, es decir, él representa una cierta idea de la belleza, de cómo se incorpora el clasicismo a la estética occidental, y hubo una reacción brutal en contra de esto, sobre todo en el modernismo del siglo XX", explica Finaldi.

"Por tanto, Rafael es una referencia tanto si quieres aprender de él e imitarlo como si quieres hacer exactamente lo contrario", concluye.

Judith Mora

(c) Agencia EFE