A Rafael Amargo no le calla ni la justicia, ni la policía, ¡ni la monarquía! El bailaor es conocido por su talento sobre las tablas pero también por su actitud sin miedo a nada a la hora de mojarse y hablar de temas delicados.

Rafael atraviesa un momento profesional dulce dado que estrena nueva obra teatral, en lo personal la cosa se pone más fea tras su detención a finales de 2020 por un presunto delito de tráfico de drogas y otro de organización criminal.

Fue arrestado y el escándalo manchó su imagen pública aunque él sigue batallando por su inocencia pero, eso sí, el miedo que a muchos les daría una acusación tan seria que ya está judicializada, él lo supera y habla sin tapujos con ‘Jaleos’.

Según Rafael Amargo, se ha ido de su casa y está alojado en un hotel cerrado al público propiedad de un amigo suyo porque “Estoy asustado, me han avisado de que en mi casa van a hacer algo.” El bailarín se refiere a la policía “Sí, a meterme 'algo' para entrar y encontrárselo, por eso estoy aquí. El año pasado cuando me lo hicieron todo, fue justo en el estreno de Yerma y ahora el día del estreno es la próxima semana. Me han dicho 'que no sepa nadie dónde estás, vete a otro sitio'. ¿Tú te crees que uno tenga que irse de su casa?”.

El de Granada cree que el cuerpo de policía le tiene enfilado y que “Ellos se tienen que salir con la suya. El equipo que coge este caso se ha llevado una medalla grande. ¡Les han dado hasta un premio dentro del cuerpo de Policía! Como que han sido unos héroes grandes... Y no encontraron nada. Si llegan a encontrar, los condecoran de por vida.”

¿Delirios de grandeza o acusado injustamente? Eso solo el juez lo decidirá con su veredicto final. Sin embargo y a pesar de la línea roja que ya le persigue, Rafael Amargo sigue dándonos titulares como panes.

En esta ocasión el citado medio ha hablado con él sobre Carla Vigo, actriz de ‘Yerma’ y joven conocida por ser la sobrina de la reina Letizia. El coreógrafo lo ha hecho sin pelos en la lengua al hablar de la familia de Carla: “No sabéis cómo la tratan. Ella tiene un contrato de confidencialidad que no puede decir nada. ¡Pero para comer no le dan! Pero es que es la hija de su hermana... Sangre de sangre. Y la tienen ahí. Y ella todos los días me ha llamado llorando, 'por favor, méteme en la obra’.”

Y añade sin tapujos: “Claro, es que si le ponen delante un contrato de confidencialidad, que le pongan también 1.000 euros al mes delante para que coma (...) Porque es una señora que es Reina, y tiene un sueldo... (El sueldo de la reina Letizia es de 142.000 euros anuales) Pues podría ayudar a su sobrina. No me digas si no le podría dar a la pobre 12.000 al año, para que tenga para comer. ¿Qué le supone a ella?”.

Siendo honesta, Rafael tiene toda la razón del mundo en ese aspecto. No es políticamente correcto decirlo en público pero, a fin de cuentas, da igual si eres ‘royal’ o no, si tu sobrina te necesita, tu hermana murió y la chica no tiene dinero siendo tu rica, ¿qué menos que echar una mano?

Lo dicho, que a Rafael Amargo no le calla nadie y sigue siendo tan polémico como sea necesario, eso sí, a la par, sigue currando como el que más sobre las tablas del teatro que pronto volverá a pisar ante su público.

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