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Escándalo por racismo salpica al gobierno de Reino Unido: ¿Por qué en pleno siglo XXI insisten en que los blancos son más inteligentes que los negros?

El debate sobre el racismo y el fascimo sigue vivo en Gran Bretaña. Imagen de una protesta de activistas el 26 de enero de 2020 en Londres, Inglaterra. (Guy Smallman/Getty images)
La lucha contra el racismo sigue viva en Gran Bretaña. Imagen de una protesta de activistas el 26 de enero de 2020 en Londres, Inglaterra. (Guy Smallman/Getty images)

Quiso hacer una gracia y le salió una morisqueta.

Eso fue lo que le ocurrió al gobierno británico cuando decidió contratar "bichos raros e inadaptados con destrezas extrañas" para llenar cargos claves de su equipo y terminó con su primer escándalo.

El responsable de la mueca fue Dominic Cummings, asesor jefe del primer ministro británico Boris Johnson, quien decidió romper con las políticas de contratación de personal de Whitehall al invitar a personajes inusitados a aplicar por un trabajo en la administración pública en una publicación de su blog personal.

Cummings admitió que no sabía exactamente lo que buscaba pero señaló que deseaba atraer personajes atípicos con una "verdadera diversidad cognitiva", muy distintos a los graduados en lengua inglesa de universidades prestigiosas como Oxford y Cambridge. Esa diversidad anhelada por Cummings no tenía nada que ver con la pluralidad étnica o la apertura a distintos estatus sociales sino con distintos tipos de inteligencia.

En esa camada de talentosos individuos entró el asesor Andrew Sabisky, quien se vio obligado a renunciar a tan codiciado empleo luego de que salieron a la luz sus convicciones sobre la superioridad de la raza blanca y la eugenesia.

La supuesta habilidad especial de Sabisky para entrar en Nº 10 Downing Street era la de ser un "super pronosticador", es decir, una persona que tiende a acertar pronósticos sobre cualquier materia, desde las complicadas variables monetarias hasta si un país entrará o no en una guerra civil.

Y no cabe duda que esa capacidad de mirar el futuro puede ser extremadamente útil para los que tienen posiciones de poder.

Por eso resulta extraño que un superdotado como Sabisky no pudo prever que su creencia de que los negros tienen una inteligencia promedio inferior a la de los blancos iba a ser la guillotina de esta primera etapa de su carrera política.

Otra creencia perturbadora del asesor del primer ministro se refería a la eugenesia, la polémica idea que las poblaciones humanas pueden ser mejoradas a través de la apareamiento selectivo.

En una entrevista en 2016, Sabisky dijo que "la eugenesia se trata de seleccionar para obtener cosas buenas. La inteligencia es principalmente heredada y se relaciona con mejores resultados: salud física, ingreso, menos enfermedad mental".

Otra noción preocupante expresada por Sabisky fue su aprobación al uso extensivo del modafinilo en grandes sectores de la población para aumentar funciones cerebrales como la concentración y la vigilia. El medicamento fue desarrollado originalmente para mantener alertas a los pilotos de guerra durante largas misiones secretas y luego su uso ha sido aprobado por las autoridades sanitarias de muchos países para tratar algunos trastornos del sueño como la narcolepsia.

"Desde una perspectiva social, los beneficios de darle a todo el mundo ‘modafinilo’ una vez por semana probablemente merecen el riesgo de un niño muerto una vez al año", dijo el joven asesor que ahora tiene 27 años.

La ola de rechazo no se hizo esperar y las presiones de la opinión pública británica por lo que consideran una postura moral y científicamente erróneas lo obligaron a renunciar.

Al anunciar su dimisión el lunes pasado en sus redes sociales, Sabisky dijo: “Me apunté para hacer un trabajo de verdad, no para ser el centro de una gigantesca difamación”. Poco después borró todos sus mensajes de la cuenta de Twitter.

El resurgimiento del racismo disfrazado

El escándalo de Sabisky sacó a relucir cómo aún existe una triste tradición científica racista que muchos creían superada, dijo el diario the Guardian.

La eugenesia fue un término formulado en Gran Bretaña en 1883 por el científico Francis Galton, quien propagó ideas racistas como la inferioridad de los negros e hindúes y dijo que "el árabe era apenas alguien que se comía lo que otros hombres producían".

Las teorías de Galton señalaban que las "clases bajas genéticas" no deberían tener hijos y que si lo hacían los padres debían ser considerados enemigos del estado. Ese fue el principio ideológico que adoptó luego la Alemania Nazi para exterminar al pueblo judío en nombre de la supremacía aria y que también usaron los científicos de la Gestapo para perseguir, esterilizar y matar a los alemanes arios homosexuales o con discapacidades y enfermedades mentales.

Primer ejemplar de la revista 'La Difesa della Razza' (La defensa de la raza), publicado el 5 de agosto de 1938. La imagen de la portada es explícita: una espada separa un rostro romano clásico de representaciones de un rostro judío y uno africano. (Fototeca Gilardi/Getty Images).
Primer ejemplar de la revista 'La Difesa della Razza' (La defensa de la raza), publicado el 5 de agosto de 1938. La imagen de la portada es explícita: una espada separa un rostro romano clásico de representaciones de un rostro judío y uno africano. (Fototeca Gilardi/Getty Images).

Países como Estados Unidos, India y China aplicaron en el pasado supuestos programas de salud prenatal y pediátrica que en realidad enmascaraban políticas de esterilizaciones y abortos forzados para aplicar leyes de eugenesia.

Entre los investigadores recientes que han apoyado las ideas eugenésicas se encuentran el psicólogo inglés Richard Lynn, quien dijo que los negros africanos tenían IQ (que significa coeficiente intelectual, según sus siglas en ingles) de menos de 70 comparado con un IQ promedio de los blancos occidentales de 100.

Lynn aseguraba que ese indicador de capacidad intelectual explicaba los bajos niveles de desarrollo económico del África Subsahariana.

Otro científico que ha apoyado teorías sobre la supremacía genética fue James Watson, uno de los científicos que dilucidó la estructura del ADN. El respetado investigador declaró en 2007 que se sentía desesperanzado sobre las perspectivas de África porque "todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que de su inteligencia es igual a la nuestra, mientras que las pruebas dicen lo contrario".

Watson se disculpó por sus declaraciones después de ser fustigado por la comunidad científica. Pero no tardó en volver a la carga y afirmar en un documental de la PBS de 2019 que las diferencias en los resultados del IQ entre los blancos y los negros tenían fundamentos genéticos.

El genetista y director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, Francis Collins, dijo que no conocía los datos científicos que sustentaban esas temerarias afirmaciones y lamentó que un científico tan prominente perpetuara "creencias tan dañinas y sin ninguna sustentación científica".

¿Por qué se insiste con la superioridad racial de los blancos?

La investigadora Angela Saini, autora del libro "Superior: el regreso de la ciencia de la raza", dijo a TIME que era moralmente aberrante que alguien se atreva a expresar en voz alta las ideas declaradas por Sabisky.

Para Saini, el simple hecho de que la eugenesia acapare los titulares de la prensa es un peligro. "Para este momento ya debería haber salido del debate público. Es una ideología desacreditada, tanto moral como científicamente".

"Creo que existe mucho poder político en apoyar el argumento de que la desigualdad que vemos hoy en el mundo es natural y no es el producto de factores históricos y sociales, sino que se debe a que son grupos de personas fundamentalmente diferentes" explicó Saini.

También apuntó que razón para perpetuar estas ideas falsas es porque tienen el poder y no tienen que hacer ningún esfuerzo para resolver la desigualdad.