Racing, complicado: el triunfo que no sirvió y cuatro finales por delante para no sufrir un adiós prematuro
Aquel triunfo ante Independiente por 1-0 como visitante en la fecha de los clásicos parecía que iba a ser una suerte de trampolín para Racing en este 2024 que se anunciaba renovado, con flamante entrenador y más de una decena de refuerzos. Sin embargo, desde aquella jornada alegre, la Academia no volvió a sonreír. Un empate en cero ante Platense, una derrota de local ante Sarmiento de Junín (0-1) y una dura caída por 4 a 2 en La Bombonera.
Más allá del golpe por ser un clásico y porque al inicio de la segunda mitad se había puesto en ventaja, lo que más duele para Racing es ver la tabla de la Copa de la Liga. A sólo cuatro fechas del cierre de la etapa regular, marcha octavo, lejos de la zona de los cuatro clasificados a los cuartos de final. Un escenario tan complejo como inesperado tres semanas atrás.
En el Libertadores de América pareció que Gustavo Costas había encontrado el equipo, la manera de darle forma a un cuadro que tenía muchos refuerzos. Con una línea de cinco defensores en el fondo, un medio de transición, el aporte creativo de Juan Fernando Quintero y adelante Adrián Martínez y Maximiliano Salas, con sus corridas permanentes. Ese esquema que parecía una solución resultó un límite para Racing, que ahora otra vez deberá buscar una nueva identidad. La goleada que sufrió en La Bombonera ya resulta más que una señal de alarma.
“Habíamos jugado muy bien el primer tiempo, el equipo se sentía muy cómodo. No supimos definirlo en su momento, y después estuvimos muy pasivos en la marca. Con los cambios buscamos arriesgar para buscar el resultado. Es un golpe duro, no merecíamos perder así. Fuimos claros dominadores en todos los partidos, salvo contra Unión, pero tenemos que saber definir los partidos”, fue el análisis de Costas.
La llegada de Costas, un hombre de la casa que arribó con un discurso antagónico al de Fernando Gago y que de entrada impregnó de un estilo muy racinguista a la mitad celeste y blanca de Avellaneda, sumado al recambio de nombres que aportaron los refuerzos, daba lugar a un nuevo Racing para este 2024. El arranque fue prometedor. Pero este escenario de quedar fuera de los cuartos de final de la Copa de la Liga es inédito para el club. Apenas sucedió en la Copa Maradona, en 2020, cuando la pandemia alteró el cronograma del fútbol argentino. Le quedan cuatro fechas para revertirlo, pero tiene por delante cuatro rivales en la tabla. Parece un desafío complejo después de haber sumado apenas un punto de los últimos nueve.
El próximo sábado, ante Defensa y Justicia, otra vez Racing deberá salir a rendir un examen ante su público. Algo que parecía haber logrado dejar atrás después de un 2023 en el que se rompió la relación entre el público y los jugadores. Nombres para pensar en variantes le sobran a Gustavo Costas. Algunos de los que estuvieron en el banco de suplentes de La Bombonera: Tobías Rubio, Germán Conti, Leonardo Sigali, Baltasar Rodríguez, Roger Martínez, Santiago Solari, Johan Carbonero. El reto es remontar el ánimo y encontrar una nueva estructura.
El 4 a 2 final, de todos modos, parece demasiado castigo para la Academia, que había hecho un mejor primer tiempo que Boca en La Bombonera y que en el inicio de la segunda mitad había logrado ponerse en ventaja con una buena jugada colectiva. Pero solamente durante dos minutos estuvo arriba en el marcador. Enseguida, un centro de Lautaro Blanco fue a parar al arco de Gabriel Arias tras el desvío de Nazareno Colombo. Otro envío de Blanco desde la banda izquierda fue el puente perfecto para la cabeza de Cavani, que puso en ventaja al xeneize. En lo que va de este año, Racing demostró que ir abajo en el marcador le cuesta demasiado. Es cierto que había mostrado capacidad de reacción después del golazo de Lucas Blondel que abrió el partido. Pero no volvió a ocurrir.
La primera vez que le marcaron de visitante en este 2024 fue en La Bombonera. Y se multiplicó por cuatro. Nada menos. A la Academia no le tocaba perder fuera de casa desde agosto del año pasado, cuando cayó por 4 a 2 ante Atlético Nacional. Más de medio año después, volvió a caer como visitante. Y con el mismo resultado. En un clásico ante Boca. Un golpe duro para el que deberá mostrar rápida capacidad de reacción.