Raúl "Aspirina" Pérez: "Me llena de orgullo ver cómo ha evolucionado nuestro rugby; hoy Hurricanes tiene que aguantar físicamente a Jaguares"

En los pasillos de St. Georges Park (¿o era algún hotel de Gloucester?), Raúl Pérez exteriorizaba su incredulidad. Algunos años antes cumplía estricto horario en el Banco de Santa Fe y ahí estaba, en el centro de Inglaterra como entrenador asistente de los Pumas siendo protagonista del Mundial 2015. Cuando Daniel Hourcade lo convocó para acompañarlo en Pampas XV, la carrera de entrenador profesional en la Argentina estaba limitada a quienes se habían formado en el exterior. Pero no dudó. Dejó la seguridad del empleo fijo y se volcó de lleno a su pasión por el rugby, que hasta allí llenaba como entrenador de Duendes de Rosario. Luego de la experiencia en el seleccionado y de haber estado al frente de los dos primeros años de vida de Jaguares en el Súper Rugby, Aspirina Pérez asumió un nuevo desafío al frente de Olimpia Lions, la franquicia paraguaya en la flamante Superliga Americana.

El estreno del primer certamen profesional del continente apenas tuvo tres partidos antes de que la pandemia por el coronavirus obligara la suspensión definitiva. Uno solo con el equipo de Pérez como protagonista. Más allá de esta única puesta en escena (derrota 48-8 ante Ceibos en Córdoba), antes hubo un trabajo de tres meses para armar un equipo con jugadores de siete nacionalidades (Argentina, Paraguay, Sudáfrica, Fiji, Nueva Zelanda, Namibia y España) y algunas figuras internacionales como Manuel Montero y Napolioni Nalaga, y del ascendente rugby paraguayo, experiencia que el rosarino espera capitalizar en 2021.

"Fue todo un desafío lograr que rápidamente se encuentren como grupo y se identifiquen con el rugby paraguayo. Fueron casi tres meses de experiencia y convivencia que van a servir de sustento para 2021", dice el rosarino, que participó del Mundial de Gales 1999 con los Pumas. "Lo que se vivió en Córdoba me llena de esperanza. Fue mucha gente, bien o mal el partido fue intenso, entretenido. Eso es lo bueno. Si se reproduce ese ambiente todos los partidos y si los equipos están predispuestos a jugar y dar un espectáculo, esto va a evolucionar rápidamente."

-¿Cómo llegaste a Olimpia?

-Cuando terminó mi contrato con la UAR, a las dos semanas sale esto de Paraguay. Estaba el proyecto de la liga sudamericana. Es una unión que está tratando de crecer, con las dificultades del medio, de no ser un deporte masivo, y eso hace que el rugby no llegue a las distintas capas sociales. Es muy selecto. El plan que tiene la unión es tratar que se difunda. Con este torneo muchos van a conocer el rugby en Paraguay y eso va a llevar a una mejora. Después se confirmó lo del torneo, así que en diciembre empezamos a buscar jugadores.

-¿Cómo es el rugby en Paraguay?

-Todavía es muy de Asunción. El resto está muy en desarrollo. Eso hace que la competencia no sea tan intensa. Ahora se acercaron a URNE [Unión de Rugby del Noreste, que nuclea a El Chaco y Corrientes] y creo que eso los va a ayudar a mejorar. Los dirigentes están enfocados a que se haga masivo y haya más estructura.

-¿Cuán importante es la alianza con un club de fútbol como Olimpia?

-Eso también es parte del plan. Apenas se habló del torneo de franquicias fueron a buscar a Olimpia para ver si podían compartir el plan. Justo el presidente de Olimpia había jugado al rugby.

-Por lo que se vio, están apoyando mucho.

-La verdad es que hicieron un gran esfuerzo en contratar jugadores. Ahora lo que falta es que se conozcan entre ellos. El grupo está bien, viven todos juntos en un condominio. Eso facilitó mucho que se conozcan en la parte humana, ahora lo tenemos que llevar al juego. Creo que es cuestión de juego.

-¿Qué objetivos se habían propuesto?

-El de la franquicia era crecer partido a partido. Sabíamos que íbamos a pagar esto de armar un equipo de diferentes lugares y diferentes culturas. A mediano y largo plazo, es lo que piensa la Unión: que estos jugadores sigan su carrera en Paraguay y que se encarguen de transmitirles a los chicos la capacidad de trabajo, el respeto, la disciplina. todos los valores que tiene que tener un jugador de rugby.

-Debe haber sido una buena experiencia tener jugadores de tantos países.

-Sí. También es un aprendizaje para nosotros. Diferentes culturas y diferentes formas de disfrutar el rugby. Ellos hicieron un esfuerzo muy grande por aprender el castellano. Está buena esa transición.

-Más allá de la cancelación, ¿qué balance hacés del certamen en general?

-Si bien fueron tres partidos, quedó claro que los equipos iban a evolucionar con el correr de las fechas. Creo que este torneo va influir directamente en la evolución de la región y por supuesto en el rugby de Paraguay. El rugby paraguayo ha hecho un enorme esfuerzo por tener su equipo en esta competencia. Olimpia Lions marcará un hito en el rugby paraguayo.

-Cuando jugabas era impensado dedicarse a ser entrenador profesional. ¿Cómo lo tomás hoy?

-Los que más están viendo ese camino son las generaciones que están viniendo ahora, que a los 35, 40 años decidieron continuar su carrera en el rugby como entrenador. A mí fue una decisión que me agarró con 46 años. No me planteo una gran carrera porque ya estoy grande, pero mientras lo pueda disfrutar y trabajar de lo que me apasiona, que es un gusto que nos damos pocos, lo voy a hacer.

-Tampoco sos tan grande.

-Ahora cada vez más los entrenadores tienen que estar cerca de los jugadores, sus necesidades. Yo me encuentro con jugadores de 21 años. Es lógico, son etapas. Yo tomo los desafíos y trato de trabajar por ello y hacerlo lo mejor posible. En ese camino voy a seguir remando e intentando estar cerca del rugby.

-¿Qué te genera ver a Jaguares hoy? ¿Identificás cosas que decís: 'esto se los dejé yo'?

-Yo no dejé nada. Lo que me llena de emoción es ver lo que han mejorado y ver por ejemplo el partido con Hurricanes. ¡Hurricanes físicamente lo tiene que aguantar a Jaguares! Antes era al revés. Ahora se cambió el paradigma. Ahora hay que bancarlo a Jaguares. Cuando entramos al Rugby Championship era lo mismo. Era bancar el físico de Sudáfrica, era bancar la intensidad de los All Blacks. Hoy ves que los jugadores van al uno contra uno y no tienen ningún problema, y eso a uno lo llena de orgullo. No porque le pertenezca, sino por ver cómo ha evolucionado nuestro rugby.