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"Si no vamos a tener un futuro, la escuela ya no importará": la niña que exige una solución al cambio climático

Aunque algunos piensan que una niña de 13 años aún no está lista para ser parte de las protestas contra sus gobernantes por los peligros del calentamiento global, Alexandria Villaseñor está convencida de que sin esas presiones su futuro podría ser mucho más complicado.

RFI
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“Mi generación sabe que el cambio climático será el mayor problema que tendremos que enfrentar”, aseguró durante una noche de protesta en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, la gran ciudad donde hoy reside, según The Guardian.

Desde diciembre, cada viernes se sienta en un banco frío frente a las instalaciones de la organización global para que la gente se enfrente a las catastróficas consecuencias del cambio climático.

Ella entiende que no debe esperar para ser parte de las acciones que buscan evitar un futuro más desastroso, aunque también sepa que no puede ser fácil.

Mientras otros países han logrado atenuar las emisiones de dióxido de carbono, la lucha de Villaseñor transcurre bajo la visión de un presidente -Trump- que se burla del cambio climático y se ha empeñado en desmontar los esfuerzos de administraciones anteriores para mitigar las emisiones de las industrias y los vehículos que usan combustibles fósiles.

Por ello, hoy también es una de las organizadoras de las primeras protestas, a nivel nacional, de los estudiantes de Estados Unidos por el cambio climático. Ayudó a convocar a más de 100,000 jóvenes para exigir este 15 de marzo recortes más radicales en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero, ¿por qué Alexandria Villaseñor se ha precipitado hacia estos asuntos, aparentemente lejanos a lo que podría interesar a un adolescente de 13 años? De acuerdo con The Guardian, esta chica ya ha experimentado varios de los impactos más graves de las distintas problemáticas ambientales en nuestro planeta.

Los recientes paros escolares masivos realizados por estudiantes europeos, igualmente frustrados por la lentitud de sus mayores ante el cambio climático. (Foto RFI)
Los recientes paros escolares masivos realizados por estudiantes europeos, igualmente frustrados por la lentitud de sus mayores ante el cambio climático. (Foto RFI)
Ella nació en Davis, California. Vivió allí la sequía más extrema de los últimos 1,200 años en la región. Vio cómo los peces morían mientras se secaba el lago Folsom.

También estuvo bajo el asedio de los incendios forestales de noviembre último en ese estado, que arrasaron con miles de hectáreas de bosques y todo lo que encontraron a su paso, incluida la ciudad de Paradise, a unos 160 kilómetros al norte de su localidad.

El humo fue una experiencia aterradora. Padece de asma. No podía ni salir de su casa.

“Solo caminar hacia el auto hacía que me ardieran los ojos. Enrollábamos toallas y las colocábamos debajo de las ventanas. Muchos de mis amigos salían en el smog y les estaba enviando mensajes de texto para ver si estaban bien, ya que soy la madre del grupo”, recordó sobre esos trágicos días.

Por las preocupaciones sobre su salud, la familia de Villaseñor decidió mudarse a Nueva York. Al llegar, decidió que debía ser parte del activismo a favor del medio ambiente. La impulsó saber que el oeste de los Estados Unidos es mucho más propenso a los enormes incendios forestales por las altas temperaturas y que eso siempre sería una gran amenaza a su ciudad natal.

Luego creó, junto a sus compañeros Isra Hirsi, en Minnesota, y Haven Coleman, de Colorado, el Youth Climate Strike US, que fue visto como una primera gran respuesta estadounidense a los recientes paros escolares masivos realizados por estudiantes europeos, igualmente frustrados por la lentitud de sus mayores ante el cambio climático.

“Es molesto que mi generación tenga que presionar a estos líderes para que actúen. No vamos a dejar de insistir hasta que se aprueben algunas leyes más”, dice convencida esta chica.

“Es molesto que mi generación tenga que presionar a estos líderes para que actúen. No vamos a dejar de insistir hasta que se aprueben algunas leyes más “, dice convencida esta chica. (Foto The Guardian)
“Es molesto que mi generación tenga que presionar a estos líderes para que actúen. No vamos a dejar de insistir hasta que se aprueben algunas leyes más “, dice convencida esta chica. (Foto The Guardian)

La iniciativa de Villaseñor sigue y converge con las acciones de la joven sueca Greta Thunberg, de 15 años, quien cada viernes pide afuera de su escuela acciones más rápidas para enfrentar el problema climático global.

Thunberg, iniciadora de un movimiento global juvenil por el medio ambiente, puso en jaque a los líderes más importante del mundo que estuvieron presente en la cumbre del clima de la ONU en diciembre pasado.

En su enérgico discurso, la joven sueca expresó que “dices que amas a tus hijos por encima de todo lo demás y, sin embargo, estás robando su futuro frente a sus ojos”.

La generación de Greta y Alexandria está expuesta a vivir en un planeta donde las temperaturas promedio podrían ser tan altas como nunca las han experimentado los seres humanos. Ellas bien saben a lo que podrían enfrentarse y han tomado nota desde hoy.

“Si no vamos a tener un futuro, entonces la escuela ya no importará”, se puede leer en una de las pancartas de Villasenor frente a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Como cada viernes, allí está sentada en un frío banco, mientras el planeta se calienta y sufre los efectos del cambio climático.