Tras la quita de la coparticipación, volvieron a reunirse la Nación, la Ciudad y la Provincia por la pandemia, pero sin definiciones

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, reunió en Olivos a sus pares de los gobiernos porteño y bonaerense
Fuente: LA NACION - Crédito: Ricardo Pristupluk / archivo

Felipe Miguel, jefe de Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta, llegó puntual, a las 19.30. Sin testigos, el funcionario porteño cruzó el portón verde sobre la calle Villate, ingreso por el que entran los invitados a la quinta presidencial de Olivos. Así, se transformó en el primer integrante de la administración de su jefe porteño en reunirse con el gobierno nacional tras la decisión del presidente Alberto Fernández de recortarle 1,18 de coparticipación a la Ciudad.

En la reunión, que encabezó el ministro coordinador, Santiago Cafiero, y de la que participó el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, no hubo avances sobre cómo será la próxima etapa de la cuarentena, que comenzará el lunes. Aunque significó un paso importante para dar una vuelta de página después del conflicto.

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"Hoy hicimos nuestra parte, convocamos a la provincia y al gobierno porteño, como habíamos dicho. La coordinación de la pandemia para nosotros es central", resaltaron fuentes de la Casa Rosada.

Según testigos del encuentro, fue una "buena" reunión. Los tres jefes de gabinete quedaron en volver a hablar mañana para definir si finalmente habrá un encuentro entre el Presidente, el gobernador bonaerense y el jefe de gobierno. Pese al malestar que generó en el gobierno porteño la definición de Fernández, en ambas administraciones aseguraron que está todo encaminado para que el jefe del Estado y Rodríguez Larreta se encuentren en los próximos días, posiblemente el viernes.

No hubo ninguna mención a la decisión del Gobierno sobre la quita de fondos de la Ciudad para redireccionarlo a la provincia de Buenos Aires, que así podrá hacer frente al aumento salarial de la policía. Tampoco hubo definiciones sobre los pedidos de la Capital para avanzar con el protocolo de Educación para que se reactiven las clases presenciales en parques y 48 plazas de la Ciudad para los 6500 alumnos que la Ciudad identificó como aquellos que perdieron todo tipo de contacto con la escuela.

El gobierno de Rodríguez Larreta pretende avanzar aún más con la construcción, una actividad que genera más de 200.000 puestos de trabajo. El plan de Rodríguez Larreta, que cuenta con el respaldo del líder de la Uocra, Gerardo Martínez, es activar las obras de más de 5000 metros cuadrados. Y volverá sobre un tema con el que tuvo un freno de la Nación hace casi tres semanas: habilitar las reuniones sociales de hasta 10 personas en terrazas y patios de los locales gastronómicos.

Resistencia a la apertura

En encuentro se dio después de que el ministro de Salud, Ginés González García, volvió a criticar al gobierno porteño por el debate que se generó a partir de la quita de la coparticipación.

"En ningún lado la Nación puso tantos recursos como en la Ciudad, nadie puede decir que se le quita nada", dijo el funcionario nacional. González García dio como ejemplo que "500 respiradores" fueron donados por la Nación a la ciudad, y fue más allá: anticipó que en la discusión que comenzará dentro de pocas horas "le pediría a la Ciudad que sea solidaria, como lo fueron con ella" cuando la mayor parte de los casos se concentraba en el AMBA.

González García afirmó que "el Presidente está abierto a recibir a todos los gobernadores", y relativizó, de ese modo, la disputa por los fondos de la coparticipación, que el gobierno porteño llevará en las próximas horas a la Corte Suprema para frenar el decreto que redireccionó fondos (serían unos $13.000 millones este año) a las arcas bonaerenses.

"En las charlas que tenemos, y que vamos a tener, estamos disintiendo con las actitudes aperturistas permanentes de la ciudad de Buenos Aires", insistió el ministro ayer.

En el gobierno porteño, que luego del anuncio de la quita de fondos decidió limitar el diálogo con el Gobierno a la coordinación por la pandemia, dejaron en claro que siguen con su plan de aperturas. Eso generó el rechazo del ministro González García.

"Lo de la recreación para los pibes me parece razonable. Pero que los bares sean la base de la disputa... si no podés controlar, no podés hacer una apertura. Y eso no se puede controlar", concluyó el ministro nacional, dejando en claro que la discusión entre Nación, ciudad y provincia no será armónica tampoco esta vez.