Un “quiste” en el cerebro de una mujer resulta ser un bulto de huevos de un parásito

Una mujer de Australia descubrió que tenía un quiste lleno de huevos de tenia en su cerebro tras haber sufrido dolores de cabeza por alrededor de una semana. Los médicos dicen que este es el primer caso de una australiana contrayendo la infección sin salir del país, lo cual plantea preguntas sobre cómo adquirió el parásito.

Un escaneo reveló que la mujer anónima de 25 años, oriunda de Melbourne, un ciudad costera en el sureste de Australia, tenía una lesión misteriosa en la parte inferior derecha de su cerebro que medía 8 mm.

Al retirar la lesión, los médicos hallaron “inesperadamente” que no estaba hecha de tejido humano, sino que más bien eran larvas de tenia. El caso práctico ya ha sido publicado en la American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.

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Desde los 18 años de edad, la paciente había padecido de migrañas que alteraban su visión, durando dos o tres veces por mes, las cuales por lo general mejoraban después de tomar la medicina recetada por su médico.

Pero el episodio más reciente de la mujer no parecía desaparecer solo como usualmente lo haría, y tuvo un dolor de cabeza de leve a moderado por alrededor de siete días. Esta vez, sus problemas visuales también fueron más severos, y su visión se hacía borrosa de cuando en cuando.

La mujer fue diagnosticada con neurocisticercosis (NCC). Esta enfermedad ocurre cuando una persona ingiere accidentalmente los huevos de lo que se conoce como tenia del cerdo. Los huevos viajan a través del torrente sanguíneo a los órganos, donde se convierten en quistes, especialmente en los músculos o el sistema nervioso central.

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Según el equipo, esta sería la primera vez que se ha reportado la NCC en una australiana que no ha viajado a una ubicación donde la infección es común.

La tenia del cerdo es endémica en muchas partes del mundo, incluidas partes de África, Asia y Latinoamérica, donde es común que los animales criados para alimento ingieran heces de humanos infectados con ella, según los autores.

Es raro que se infecte la gente en regiones económicamente prósperas, o lugares donde comer cerdo es inusual.

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Según el estudio práctico, la mujer vivía con sus padres y hermanos en un suburbio de Melbourne, y trabajaba preparando café en una cafetería local. Ella nunca había fumado, o tomado drogas ilegales, y no había tenido encuentros con animales aparte de perros y gatos mascotas.

Los médicos no pudieron señalar la fuente de la infección, pero creen que posiblemente la mujer contrajo el gusano en su trabajo, ya que se relacionaba con personas de diferentes lugares. Tal vez ingirió los huevos de un portador.

Ya que la mujer tenía una sola lesión que fue extirpada quirúrgicamente, los médicos decidieron que no necesitaba más tratamiento.

Los autores del estudio práctico dijeron que compartían la historia de la mujer para advertir a otros médicos sobre la posibilidad de infectarse con gusanos en países donde no son endémicos. Es posible que surjan casos similares en el futuro, dijo el equipo.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek