Quiénes son las dos mujeres que manejan la transición en una Bolivia más pacificada

LA PAZ.- En los últimos 15 días, dos mujeres tomaron el protagonismo de la caótica escena política en Bolivia: Jeanine Áñezy Eva Copa. Sus nombres, que hace poco eran desconocidos, ahora resuenan en los medios de comunicación de todo el mundo. Es que de ellas depende la titánica tarea de convocar a unas elecciones que pacifiquen el país en un proceso que no incluya al expresidente Evo Morales, ahora asilado en México, y quien dominó la política boliviana desde el 2006.

Áñez, de la alianza conservadora Unidad Demócrata (UD) y Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS), dieron el primer paso el domingo hacia una resolución pacífica del conflicto al exhibir en el antiguo Palacio de Gobierno la ley que anulaba las elecciones del pasado 20 de octubre tras las denuncias de fraude y convocaba a las urnas en un plazo de 120 días, en una fecha aún sin fijar, pero que podría situarse entre fines de marzo y principios de abril.

"Estamos volviendo a la normalidad después de algo tan duro y tan dramático, pero creo que estamos avanzando", dijo a periodistas el domingo Áñez, quien desde que el 12 de noviembre asumió la presidencia interina alegando la existencia de un vacío de poder por cinco renuncias consecutivas previas.

Pareciera que la rispidez entre la presidenta interina de Bolivia y Copa, presidenta del Senado, ha menguado un poco desde el tumultuoso ascenso de Áñez, a quien la oposición ha acusado de golpista por su vínculo con los militares.

Para continuar con la transición, el Congreso se reunirá probablemente hoy para aprobar el reglamento de esta nueva ley de convocatoria de elecciones y comenzar el proceso de selección de seis vocales al frente del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El séptimo es designado por la presidenta transitoria por una prerrogativa constitucional.

"Estamos viendo convocar mañana, martes, a la Asamblea Legislativa y aprobar este reglamento para que los bolivianos y bolivianas interesados en poder ser vocales electorales puedan ser partícipes" del proceso de selección, declaró ayer Copa.

Por su parte, Áñez dio ayer el primer paso al elegir al politólogo Salvador Romero Ballivián como su delegado ante el TSE. Romero ya integró ese órgano entre 2004 y 2008 como delegado del expresidente Carlos Mesa.

De Evo a Eva

Eva Copa, de 32 años, nació en 1987 en El Alto, departamento de La Paz, de donde era senadora desde 2015. Licenciada en Trabajo Social por la Universidad Pública de El Alto, estaba planeando un año sabático antes de que estallara la crisis en Bolivia. Sin embargo, unos días después se convirtió en presidenta de la Cámara de Senadores.

Su nombramiento fue consecuencia del vacío de poder que dejó la renuncia de Evo Morales y sus más fieles aliados, como el exvicepresidente Álvaro García Linera y la senadora Adriana Salvatierra.

Copa fue "activista política por la defensa de los derechos de la juventud y de la mujer alteña" y activista de plataformas de socialización y concientización de los derechos y garantías de las mujeres.

De hecho, cuando asumió la presidencia del Senado el 14 de noviembre lo hizo reconociendo el valor de las mujeres del país: dijo que las mujeres habían sido parte del proceso de cambio en Bolivia y que podían seguir luchando ante la crisis.

"La mujer no tiene miedo de sacar adelante este país y lo vamos a hacer todas. Oficialismo y oposición, de pollera, de pantalón, indígena, originaria, clase media, clase alta, todas vamos a trabajar por el país", dijo entonces.

Copa, tras un dialogo entre el Gobierno y las organizaciones sociales que estaban movilizadas, también se comprometió a que se aprobaría en el Legislativo el proyecto de "Ley para a Pacificación del País y para Reafirmar el Ejercicio de los Derechos y Garantías del Pueblo Boliviano".

Agencias AFP y Reuters