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Qué significa el coronavirus para la economía

La propagación del coronavirus ‒que se ha cobrado decenas de vidas y ha enfermado a cientos de personas‒ está repercutiendo en toda la economía mundial e inyecta más incertidumbre en unos mercados que ya tienen más de la necesaria.

En Asia, la epidemia ha cambiado completamente el Año Nuevo Lunar y las autoridades sanitarias de todo el mundo toman medidas para contener su propagación imponiendo cuarentenas y cancelando vuelos, con 35 millones de personas afectadas. En Estados Unidos, el Centro para Control de Enfermedades ha identificado al menos 5 casos en territorio nacional.

Los inversores reaccionaron la semana pasada vendiendo activos en Asia, en parte para posicionarse de cara al fin de semana festivo del calendario lunisolar chino. Los mercados estuvieron cerrados el viernes en la China continental y reabrirán esta semana. En Hong Kong, el lunes y el martes las operaciones estarán cerradas.

“Creo que los inversores en Asia han estado vendiendo acciones para no quedarse pasmados si la situación se descontrola durante este tiempo, pero estimo un repunte del otro lado, ya que se espera que esto no sea tan malo como se temía, le dijo Brad Loncar, un inversor en biotecnología, a Yahoo Finance.

El lunes, las acciones mundiales caían a su nivel más bajo en dos semanas por el aumento de la preocupación por el impacto económico de la propagación del coronavirus chino, en medio de un alza de la demanda de activos seguros como el yen y los bonos del Tesoro estadounidense.

Un impacto “bastante limitado”

Sin embargo, los analistas anticipan que el efecto más inmediato se sentirá en el sector del ocio, dado que se cancelan vuelos y se posponen los planes de viaje.

El viernes, McDonald’s (MCD) anunció que suspendería el servicio en sus locales en Wuhan y las ciudades de los alrededores; por su parte, a medida que ha ido asomando crisis, algunas acciones del sector sanitario han recibido un impulso fugaz.

Al menos por ahora, los que observan la economía esperan que los más afectados por la propagación de la enfermedad sean China ‒epicentro del virus‒ y sus socios regionales. La reacción ha sido silenciada en las bolsas estadounidenses tras el anuncio del primer caso en Estados Unidos la semana pasada.

El Centro para el Control de las Enfermedades ha dicho que el riesgo para los residentes de Estados Unidos es bajo y que el paciente del primer caso confirmado en Seattle se está recuperando. Por su lado, las farmacéuticas compiten para desarrollar una vacuna o un tratamiento para el virus, aunque es probable que no se logre nada definitivo antes de que los casos remitan.

Vista elevada en una calle concurrida de la ciudad
Vista elevada en una calle concurrida de la ciudad

La misteriosa enfermedad ha tenido similitudes con la epidemia del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS, por sus siglas en inglés) de 2002-2003, que desencadenó un breve episodio de pánico en los inversores mientras China trataba de evitar su propagación.

“El número de personas infectadas por los recientes brotes víricos a menudo es bastante limitado en relación a las principales pandemias del pasado o incluso a enfermedades comunes, escribió Jay Bryson, director económico de Wells Fargo, en un artículo de investigación publicado esta semana sobre el tema.

Citó la temporada de gripe en Estados Unidos, que se cobró al menos 6 000 vidas, una cifra mucho mayor que los 26 muertos por el coronavirus estimados en China.

“El costo de estos brotes puede parecer bajo en términos de gastos médicos y salarios perdidos, pero su rápida capacidad de propagación puede generar un impacto económico descomunal”, añadió Bryson. Sin embargo, señaló que el brote epidémico del SARS tuvo una duración relativamente corta que dio como resultado cientos de muertes y una pérdida de al menos 40.000 millones para la economía mundial”.

Con las cancelaciones de vuelos y las cuarentenas, la atención se ha centrado en ver cómo el brote afectaría a Asia y los economistas esperan que el impacto se limite al primer trimestre de 2020.

El virus sigue propagándose en China, con 80 muertes y más de 2.700 infecciones confirmadas por las autoridades chinas el domingo. Por su lado, también se han confirmado casos en Hong Kong, Macao, Tailandia, Corea, Japón y Singapur.

Las compras y los restaurantes podrían verse afectados por una menor actividad en la región, ya que las autoridades sanitarias chinas advierten que no se debe pasar tiempo en espacios públicos. Algunas estimaciones iniciales sugieren que el producto interno bruto de China podría reducirse un punto completo.

Es probable que el mayor impacto se sienta por las restricciones de viajes a Wuhan y sus alrededores, una vía importante de China. Con la reducción de los viajes a y alrededor de la segunda mayor economía del mundo, los analistas dicen que podrían caer los precios del petróleo, especialmente por el combustible de aviones.

Sin embargo, esta semana Goldman Sachs señaló que históricamente el impacto negativo de los brotes de enfermedades sobre el crecimiento generalmente se revierte en unos meses.

Y el viernes los analistas de Jeffries señalaron que a pesar de que las acciones de China y Hong Kong se están debilitando antes del festivo del Año Nuevo Lunar, ambos mercados registraron ganancias notables en los fondos mutualistas y en los fondos cotizados (ETF).

Anjalee Khemlani