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"¿Qué hubieran hecho ustedes?" La pregunta de Peña Nieto que enfureció a los mexicanos

Definitivamente perdió significado para la mayoría de los mexicanos la frase Feliz Año, cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció el incremento en los precios de las gasolinas, el diésel y las tarifas eléctricas lo que suscitó, al empezar el año, protestas en diversas entidades del país, algunas de las cuales se convirtieron en actos de saqueo y vandalismo, aparentemente promovido desde las redes sociales, que en esta crisis mantienen abiertos los canales de comunicación entre la sociedad lo que ha obligado a los otros medios –prensa, radio y televisión- a replicar los contenidos que se divulgan vía internet.

El descontento social y la violencia, en casi todo el territorio nacional, motivaron que el presidente Peña Nieto en su mensaje a la nación, con motivo del Año Nuevo, justificara los incrementos en las gasolinas, calificando la medida como inevitable. Argumentó que se debía a los precios internacionales del petróleo, no a su reforma energética, que era para continuar con el manejo responsable de las finanzas y la economía nacional, afirmó que de no tomar esta determinación se hubieran tenido que afectar diferentes programas sociales y remató su discurso con la pregunta ¿Qué hubieran hecho ustedes? que desató, en breve, reacciones diversas en las redes sociales que, por medio de “memes”, se burlaron de él.

La pregunta del presidente Peña Nieto ha sido respondida desde diferentes ángulos, tanto políticos, como económicos y financieros, expresados por expertos que en su mayoría coincide en que era inevitable la elevación de precios pero se podría haber “amortiguado” su impacto social y político si se hubieran adoptado algunas medidas en beneficio de los grupos populares, que se verán afectados en su economía familiar, ante la insuficiencia del salario mínimo.

Durante dos semanas se han manifestado grupos que en todo el país se oponen a los nuevos precios de las gasolinas y lo hacen con el argumento que dicta la experiencia, en el sentido de que se desatarán incrementos en los precios de las mercancías y materias primas, transportadas por carretera, lo que incrementará los costos para este sector que, como se sabe, los trasladará al siguiente nivel, hasta llegar al consumidor final, aunque no se justifique operacionalmente el incremento, es decir, la medida presidencial fue interpretada de inmediato como inflacionaria y como un atentado a la economía popular.

La pregunta de Enrique Peña Nieto ¿Qué hubieran hecho ustedes? enojó a muchos mexicanos que la interpretaron como un signo de incapacidad para gobernar, como un vacío de poder y presagiaron la soledad presidencial adelantada, que acompaña el final de los sexenios en México, cuando inicia la sucesión presidencial.

Algunos consideran que el descontento en las manifestaciones, en los saqueos a empresas comerciales y el vandalismo que lo acompaña, no es casual ni mucho menos espontáneo, sino que es promovido por grupos y partidos políticos que buscan beneficiarse de la crisis al desprestigiar al Gobierno federal, por tanto al PRI, pensando en el horizonte político de las elecciones de 2017 y las federales de 2018.

El contexto en el que se dio la determinación de elevar los precios de las gasolinas es adverso para el grupo gobernante que no ha sabido o querido ir a fondo en el combate a la corrupción, lo que ha divulgado la imagen de tolerancia o complicidad en este problema debido a la presencia pública de individuos que, después de haber defraudado a pueblos enteros, como Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, se mantienen libres y gozan de impunidad a pesar de haber sido denunciados con meses y hasta años de anticipación.

La respuesta a la pregunta de Peña Nieto, la han dado diferentes grupos en el país, unos en sus manifestaciones otros en los medios de comunicación en donde la posibilidad de plantear las propuestas es más amplia, como en la prensa escrita, donde le han dicho que tendría que haber explicado anticipadamente a los grupos sociales y empresariales lo que iba a hacer, para recibir sugerencias y atenuar los efectos entre los grupos más desprotegidos, también le han dicho que podría haber eliminado el subsidio de forma gradual y, en términos políticos, no seguir responsabilizando a gobiernos anteriores cuando su gobierno entró al quinto año.

Sobre la forma en la que se dieron a conocer los nuevos precios de las gasolinas, le han respondido a Peña Nieto que se podrían haber presentado diversas medidas para compensar a la gente los costos que deberá asumir, pues no es suficiente el recorte a los gastos a nivel federal, estatal y municipal, algunos de los cuales molestan a la gente, como son los bonos extras que recibe la burocracia y el Poder Legislativo, así como el alquiler de autos, teléfonos móviles, computadoras portátiles y demás, que son renovados cada año. Se podrían reducir los miles de millones de pesos que reciben los partidos y el Instituto Nacional Electoral, a cambio de una democracia que es violada por los políticos y sus organizaciones.

Son muchas las respuestas a la pregunta de Peña Nieto y perceptiblemente todas coinciden es su enojo contra el presidente porque no hubo previsión y su “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar” llega tarde y es insuficiente, lo que pone en evidencia la soberbia con la que se conduce el grupo gobernante.