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¿Qué están haciendo las empresas para atajar la “crisis del chocolate”?

Chocolate bars are seen on a store shelf. (Quartz)
El chocolate ha entrado en una época de crisis, lo cual representa un gran problema para algunas de las grandes empresas. (Quartz)

Es probable que no lo sepas, pero la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) ha informado que el chocolate podría desaparecer en el año 2050. De hecho, no es la primera vez que nos alertan sobre la preocupante escasez de chocolate, y no debemos tomar a la ligera las noticias recientes sobre la posible desaparición de las plantas de cacao en menos de 35 años.

Mars Inc., la empresa que se encuentra detrás de muchas de las golosinas como Snickers y M&Ms, ha comenzado a trabajar con investigadores de la Universidad de California en Berkeley para encontrar soluciones que permitan remediar la situación, como la tecnología de edición de genes. Esta alianza, en la que Mars invertirá alrededor de mil millones de dólares, tiene como objetivo salvar los cultivos de cacao utilizando el sistema CRISPR. Estas “tijeras moleculares” se usan para eliminar y reemplazar, es decir, “modificar” las cadenas de ADN, un método que normalmente se emplea en el tratamiento de las enfermedades genéticas pero que podría ser una estrategia para salvar y fortalecer los cultivos, de manera que puedan resistir la sequía causada por un clima más cálido, previniendo así el “apocalipsis del chocolate”, como se le ha denominado.

“Estamos intentando todo lo posible”, le comentó el director de sustentabilidad de Mars, Barry Parkin, a Business Insider. “Sin duda, el mundo tendrá que enfrentar muchos desafíos, pero, francamente, no creo que podamos resolverlos lo suficientemente rápido”.

El informe de la NOAA afirma que la generación actual de plantas de cacao no se verá afectada, los daños se apreciarán en la próxima generación, por lo que este es el mejor momento para actuar. Según una investigación realizada por Mintel, facilitada a Yahoo Finanzas Canadá, las ventas de chocolate alcanzarán los 20.700 millones de dólares en 2020. La Organización Internacional del Cacao informó que el precio de la manteca de cacao se duplicó entre 2005 y 2015 y se estima que su costo aumentará en un 30% para 2020. Sin embargo, aunque se prevé un aumento de los precios, lo cierto es que tras subidas de seis años, en los últimos tiempos los precios del cacao han estado cayendo, de manera que los agricultores están siendo excluidos y los cultivos se están desperdiciando.

Doug Hawkins, de la firma de investigación con sede en Londres, Hardman Agribusiness, le reveló al Daily Mail que “más del 90% de la cosecha mundial de cacao proviene de pequeños agricultores en granjas de subsistencia con material de siembra sin perfeccionar”. Hawkins considera que se trata de un indicador de que “podríamos tener un déficit de chocolate de 100.000 toneladas anuales en los próximos años”.

¿Quién solucionará el problema?

En 2009, la Fundación Bill & Melinda Gates, junto a otras 17 compañías, financiaron un programa de 40 millones de dólares, el Programa de Sustento del Cacao, para la Fundación Mundial del Cacao (WCF, por sus siglas en inglés). La iniciativa pretendía mejorar las prácticas y la vida de los productores de cacao en África Occidental y los países de África Central. Los informes sugieren que el programa capacitó a casi 200.000 agricultores y que contribuyó a mejorar la calidad del producto, las condiciones y la eficiencia.

Asimismo, Mars Inc. y el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) también han buscado cultivadores de cacao en zonas como América Latina, Asia y África Occidental. De hecho, una de las alternativas para prevenir el desperdicio y la muerte de los cultivos es asegurarse de que existan más cultivadores que utilicen métodos sostenibles y que puedan monitorear personalmente las plantaciones y descubrir si están desarrollando enfermedades.

Por otra parte, Hershey Co. ha recurrido a programas como Cacao Futuro y hace poco pagó casi 1,6 mil millones de dólares para adquirir la empresa matriz de SkinnyPop, Amplify Snack Brands. La compañía también adquirió Krave Pure Foods en 2015 y luego barkTHINS en 2016, esta última se ha posicionado como una alternativa más saludable en el sector de los aperitivos de chocolate. Sin embargo, una escasez en la producción de cacao podría ser perjudicial para cualquier tipo de fusión actual o futura, sin contar que la Fundación Mundial del Cacao informó que esta industria le proporciona empleo a unos 50 millones de personas en todo el mundo.

¿Cómo y dónde se puede solucionar?

Una de las alternativas ambientales para mejorar el crecimiento de los cultivos sería trasladarlos a las montañas, a unos 300 metros de altura, para que tengan condiciones más adecuadas, aunque esto amenazaría la vida salvaje local, explicó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Otra opción sería trasladar, expandir o realizar la producción en otros lugares, como Indonesia, que es otro de los mayores productores de cacao del mundo. El método brasileño de la “cabruca”, en el que se plantan árboles para darle sombra a las plantas de cacao, es otra práctica que podría ser eficaz.

Las alternativas al chocolate también podrían ser otra opción por la cual apostar. Por ejemplo, la manteca de mango silvestre tiene propiedades similares a la manteca de cacao y podría ser un buen substituto. El polvo o la harina de algarrobo, que se ha utilizado durante miles de años, incluso podría ser mejor que el cacao en polvo y también es beneficioso para la salud, además de no contener cafeína ni teobromina.

Actualmente, los dos lugares con más plantaciones de cacao son Costa de Marfil y Ghana, pero debido a la pérdida de las cosechas y la demanda constante de cacao, su producción podría ser insuficiente.

En cualquier caso, ya sea para contrarrestar los efectos del cambio climático o por el simple hecho de imaginar una vida con productos de chocolate modificados genéticamente, o peor aún, sin ellos, existen motivos más que suficientes para tomar conciencia y empezar a implementar algunos cambios ambientales y económicos serios.

Kathryn Kyte