Putin reсonoce la herida abierta de Beslán, pero rehúye la responsabilidad del Estado

Moscú, 20 ago (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió este martes que el atentado terrorista contra la escuela de Beslán, donde murieron hace veinte años 334 personas, la mitad de ellos niños, es una "herida abierta", pero rehuyó la responsabilidad del Estado en la fallida operación de rescate.

"Por supuesto, esta tragedia, sin lugar a dudas, seguirá siendo una herida abierta en la memoria histórica de toda Rusia", dijo al reunirse con las conocidas como madres de Beslán, localidad de la república norcaucásica de Osetia del Norte.

Putin, que se mostró visiblemente incómodo durante la reunión, aseguró que lo ocurrido el 3 de septiembre de 2004 en la escuela número 1 de Beslán "no se lo deseas ni a tu peor enemigo".

Se acordó de las familias de los fallecidos, a los que prometió ayudas sociales, pero también de los efectivos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y de los Ministerios de Emergencias e Interior, a los que algunas madres responsabilizan junto a los terroristas de las muertes en la escuela.

Denunció el apoyo desde el extranjero a los terroristas liderados por el checheno Shamil Basáyev, enemigo número uno del Kremlin y que demandó la retirada de las tropas rusas de esa república.

"Sabemos bien que desde el extranjero intentaron no solo justificar ese horrible crimen, sino que ofrecieron a los terroristas toda clase de ayuda: moral, política, informativa, financiera y militar", señaló.

También comparó el atentado más grave en la historia de Rusia con la incursión fronteriza ucraniana en la región rusa de Kursk.

"En lo que se refiere a nuestros adversarios y enemigos (...), prosiguen su labor de desestabilizar la situación en nuestro país, es evidente (...) Igual que con el terrorismo logramos nuestros objetivos, también los lograremos en la lucha contra el neonazismo y, sin lugar a dudas, castigaremos a los criminales", dijo.

Putin, quien nunca suele acudir a Beslán en los aniversarios del atentado por miedo a las críticas, visitó este martes la escuela a menos de dos semanas del 20º aniversario de la tragedia.

Acudió a la escuela, al complejo memorial 'La ciudad de los ángeles', donde están enterradas la mayoría de las víctimas del ataque, se arrodilló delante del monumento a los fallecidos en el atentado y depositó un ramo de rosas rojas frente al monumento 'El árbol del dolor'.

La anterior visita de Putin a Beslán tuvo lugar en 2008, cuando el mandatario, criticado por la gestión de la tragedia, ocupaba el cargo del primer ministro de Rusia.

El 1 de septiembre de 2004, un comando chechén atacó la escuela Nº 1 de Beslán durante la ceremonia de inauguración del año escolar y se atrincheró allí con cerca de 1.200 rehenes.

Según la investigación oficial, el 3 de septiembre, 52 horas después de que comenzara el secuestro y tras la detonación de dos bombas colocadas por los terroristas en el gimnasio de la escuela, comenzó una improvisada operación de rescate, en la que se usó armamento pesado, lanzagranadas y lanzallamas.

De acuerdo con los certificados de defunción, todos los rehenes murieron a consecuencia de la explosión de esas bombas, pero los testimonios de los supervivientes rebaten esa versión.

Los familiares de la víctimas, tras agotar todas las instancias judiciales en Rusia, llevaron el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en abril de 2017 condenó a Moscú por no haber protegido el derecho a la vida de las víctimas del secuestro.

(c) Agencia EFE