Punto muerto de la soja argentina beneficia a rivales de EE.UU.

(Bloomberg) -- Las restricciones monetarias de Argentina están causando estragos en todo, desde la deuda corporativa a las suscripciones de Netflix. Pero hay un beneficiario no deseado: las trituradoras de soja de Estados Unidos.

El banco central está tratando de detener una disminución en las reservas de divisas al restringir el acceso a dólares. Al mismo tiempo, las autoridades han permitido múltiples tipos de cambio para que el peso prolifere, con la tasa oficial controlada, mucho más fuerte que otras.

Todo eso significa que es probable que los productores de soja conserven sus cultivos en una apuesta a que la tasa oficial se debilitará, dándoles más pesos por sus granos en dólares. Es un juego de espera que privará a la gigantesca industria de trituración de materia prima del país sudamericano, que enviará a los compradores de harina y aceite de soja a los procesadores estadounidenses.

“Argentina tiene algunos desafíos con los agricultores que detienen la cosecha de soja como cobertura contra una devaluación de la moneda”, dijo el director financiero de ADM, Ray Young, en una conferencia este mes. “Y así, el comprador global de harina vendrá a EE.UU. en el cuarto trimestre”.

La soja se ha recuperado fuertemente en las últimas semanas y se está comerciando cerca de los precios más altos en más de dos años. Pero no es suficiente en términos de pesos para los agricultores que aún no han vendido o puesto precio a los contratos por 52% de la cosecha que terminó en junio.

Para la cosecha de la próxima temporada, que aún no se ha plantado y comienza a recolectarse a fines de marzo, se registraron ventas por menos de medio millón de toneladas métricas hasta el 16 de septiembre, o alrededor de 1% de la producción esperada. En la misma etapa del año pasado, la cifra era de 4,6%.

Ha habido muy pocas ventas en los últimos meses y la nueva temporada es lenta, dijo Agustín Tejeda, economista jefe de la Bolsa de Granos de Buenos Aires. Agregó que el incentivo de precios está ahí, pero el tipo de cambio está frenando a los agricultores.

Los suministros ajustados son malas noticias para las trituradoras de semillas oleaginosas de Argentina, Glencore Plc, Bunge Ltd. y Cargill Inc. entre ellas, cuyas plantas de exportación se encuentran en el río Paraná. El procesamiento de soja probablemente disminuirá en 3 millones de toneladas en la temporada 2020-21, mientras que se espera que las exportaciones netas disminuyan en 4 millones de toneladas, según el investigador Oil World, con sede en Hamburgo.

Argentina exporta la mayor cantidad de harina de soja para alimento de ganado y aceite de soja para cocinar y biocombustibles. Pero después de un cambio de impuestos hace dos años, las trituradoras han estado cediendo participación de mercado a los operadores de granos crudos en el país como Archer-Daniels-Midland Co. y Cofco de China. La capacidad ociosa de trituración es de aproximadamente 50%.

Los competidores en Estados Unidos, donde los mismos gigantes comerciales, Bunge, Cargill y ADM, trituran granos, se beneficiarán. Ellos también han estado luchando últimamente porque los precios más altos de la soja han erosionado los márgenes de ganancia.

Préstamos baratos en pesos, con tasas inferiores a la inflación, están exacerbando la tendencia de acaparamiento. Los agricultores prefieren usar los préstamos para financiar la siembra y acaparar la soja, esperando que el peso se debilite. El crédito en estos días es muy tentador en 30% a 35%, dijo Ariel Striglio, un agricultor en la provincia de Santa Fe.

Hay una cierta ironía en las restricciones monetarias. Están diseñadas para frenar las salidas de dólares, uno de cuyos principales impulsores son las importaciones, mientras que el Gobierno quiere más que nunca que ingresen dólares de las exportaciones, en un momento en que las reservas netas del banco central han disminuido a alrededor de US$6.000 millones.

Pero dado que los controles mantienen la tasa oficial artificialmente fuerte, en realidad desalientan las exportaciones y promueven las importaciones, que serán más caras cuando haya una devaluación.

Francisco Perkins, agricultor de la provincia de Buenos Aires, dijo que ahora una buena estrategia es adelantar las compras de insumos importados, como los productos químicos agrícolas, y agregó que la cura del Gobierno solo empeora la enfermedad. Saldrán más dólares de los que entrarán.

Nota Original:U.S. Crushers Emerge as Winners in Argentina’s Soybean Standoff

For more articles like this, please visit us at bloomberg.com

Subscribe now to stay ahead with the most trusted business news source.

©2020 Bloomberg L.P.