Pumas vs. Samoa: la Biblia, tackles al cuello y por qué no pudieron hacer la Gran Cacho

Samoa, personicado en Feanauti, es un recuerdo para los Pumas, que viven su triunfo más esperado en 1999; los festejos de Scelzo, Arbizu, Martin, Quesada, Phelan, Simone y Albanese
Samoa, personicado en Feanauti, es un recuerdo para los Pumas, que viven su triunfo más esperado en 1999; los festejos de Scelzo, Arbizu, Martin, Quesada, Phelan, Simone y Albanese

LA BAULE-ESCOUBLAC (Francia).– Vivir en La Baule es como volver a los ‘90, aunque el euro está levemente por encima del dólar. La reminiscencia está más marcada con lo que ocurrirá el viernes. Los Pumas y Samoa volverán a cruzarse en un Mundial por primera vez en 24 años. Entre 1991 y 1999, no obstante, se habían enfrentado en tres certámenes consecutivos. Fue la década dorada del rugby samoano, aunque no tanto del argentino que pagó el precio de la transición tardía al profesionalismo. Tres duelos de altísima intensidad que dejaron dos triunfos iniciales para los isleños y el último, épico, para la Argentina. Tres encuentros que, además, dejaron jugosas anécdotas.

Una biblia de regalo para cada uno de los argentinos, un cambio de reglas a último momento que privó a los Pumas de la victoria, una advertencia insólita del referí, una remontada memorable, tackles al cuello y a destiempo. Todo eso dejaron aquellos duelos, un choque de estilos, pero también un choque de culturas.

Los samoanos festejan tras vencer a los Pumas por 32 a 26 en el Mundial de 1995
Los samoanos festejan tras vencer a los Pumas por 32 a 26 en el Mundial de 1995 - Créditos: @Mark Leech/Offside

Después de no ser invitado al Mundial inaugural, en 1987, Samoa se ganó el derecho a participar del novel certamen en la siguiente edición. El impacto fue inmediato, ya que vencieron a Gales y a los Pumas (35-12 en Pontypridd) para meterse en cuartos de final. Fue el primero de tres encuentros en Mundiales consecutivos ante los argentinos, con dos victorias y una derrota. Además, el historial entre ambos equipos registra un partido más, cuando en 2005 se enfrentaron en el estadio de Biei con triunfo de los isleños (28-12). En ese partido actuó Agustín Creevy, su segundo partido en los Pumas, y se desempeñó como ala .

El segundo cruce fue en el Mundial de Sudáfrica 1995, con una similitud más respecto del duelo que jugarán el viernes en Saint Étienne (12.45 de la Argentina): aquella vez también los Pumas habían debutado ante Inglaterra y habían perdido sin sufrir tries en contra y con tres drops del apertura rival . Rob Andrew anotó todos los puntos de los ingleses para el éxito 24-18. Los argentinos marcaron dos tries, el primero de ellos gracias a la recordada jugada llamada “la Gran Cacho”. La jugada hacía honor a Marcelo ‘Cacho’ Urbano, antiguo pilar de Buenos Aires Cricket & Rugby Club y los Pumas, y consistía en que, cuando había un penal cerca del in-goal, un forward recibía la habilitación del medio-scrum a la carrera y, con el empuje de los otros siete integrantes del pack en una especie de scrum en movimiento, llegaba hasta el in-goal. Aquel día en Durban fue Patricio Noriega quien apoyó.

El rosarino Rodrigo Crexell, el medio-scrum de aquel equipo que conducía la dupla Alejandro Petra y Ricardo Paganini y con Sebastián Salvat de capitán, recuerda un par de anécdotas de aquel encuentro. Para seguir con vida, los Pumas debían vencer a un equipo samoano que había goleado en el debut a Italia y tenía figuras como el octavo Pat Lam, el ala Junior Paramore o el wing Brian Lima.

Peto Crexell habla de Samoa en el podcast Try Convertido

“Después de Inglaterra nos tocó Samoa en East London, un partido con un viento huracanado”, recuerda ‘Peto’ Crexell. “Era un equipo duro. Ellos están muy acostumbrados a tacklear de la tetilla para arriba. Te reventaban con pelota y todo. Era un equipo muy físico, pero desordenado como todo isleño. En el primer tiempo lo planteamos bien, con el continuado de los forwards no podían pararnos y lo terminamos ganando muy bien, creo que nos fuimos 21-3 con viento a favor. En el segundo tiempo tuvo el viento a favor Samoa. Nos metieron posicionalmente en nuestro campo y nos terminaron ganando 32-26″ .

Pero lo más llamativo no pasa por el resultado sino por el desenlace. “Dave Bishop, el árbitro neocelandés, nos llama al Bebe Salvat y a mí y cinco minutos antes de entrar al campo de juego nos dice: ‘La Gran Cacho no la hacen más. Quedamos con la IRB que es muy peligrosa para el adversario. Si la hacen, los penalizamos’. Cuando nos termina de decir eso volvemos al vestuario y ya estaban los chicos en la escalera subiendo a la cancha, o sea que nunca les pudimos decir que la Gran Cacho no la íbamos a poder hacer. Y el partido termina con un penal a favor abajo de los palos; con el try convertido ganábamos y pasábamos a cuartos de final. Los forwards me agarraban del cuello y me decían: ‘Hacé la Gran Cacho’. Y yo les decía: ‘No podemos, hacé scrum’. Repetimos cinco veces en el scrum. Hasta el día de hoy me acuerdo que el Pato Noriega me agarró de la nuez y me dijo ‘Te mato’. Cuando terminó el partido los forwards me querían c… a trompadas literal, hasta que vino el Bebe y les explicó ”.

La historia no termina allí. Aquel fue el año en que la IRB dio un vuelco trascendental al abrazarse al profesionalismo. Argentina fue el único país que votó en contra y se mantuvo amateur. El costo político fue alto, como evidencia la continuidad del relato de Crexell: “Terminamos perdiendo por seis puntos. Pero lo loco es que con los cinco scrums que pedimos, porque se desprendía el 8, nos pateaban la pelota, se desprendían, hasta que un momento el Bebe le empieza a pedir try-penal. Hasta que el último scrum, nos patean la pelota y el árbitro termina el partido y nos mira y dice: ‘Hasta que ustedes no sean profesionales no van a pasar a cuartos de final’. En el 99, el siguiente Mundial, los Pumas por primera vez pasan a cuartos de final”.

Cuatro años más tarde, en Gales, Pumas y samoanos volvieron a enfrentarse por tercer Mundial consecutivo. En el debut, los argentinos habían estado cerca de sorprender a los locales en el Millennium (23-18) y Samoa había pasado sin complicaciones a Japón. El choque fue en Llanelli y lo recuerda el segunda línea cordobés Alejandro Allub, autor del único try de los argentinos esa tarde:

El recuerdo del Turco Allub de Pumas vs. Samoa en el Mundial 99

“Estaban Brian Lima, Va’aiga Tuigamala, Pat Lam. Tuigamala nos mandó al hotel una caja con una biblia para cada uno. Era medio religioso, medio pastor”, recuerda Allub. En la cancha te comen los riñones y después te regalan una biblia. Son todo paz y amor y después te tacklean al cuello. Ahí no había TMO. Era un rugby distinto, no sé si mejor o peor .”

Los Pumas comenzaron jugando muy mal y al término del primer tiempo perdían 16-3. Allub relata qué ocurrió después: “El partido nuestro fue medio atípico. Clima típico de las Islas Británicas: barro, un poquito de lluvia, estadio chico, de unas 16.000 personas. Horrible fue el partido. Mucho se habló de ese vestuario, se dijo que Willie nos puteó en el entretiempo. Pero es lo mismo que deben estar viviendo los chicos de ahora. Yo creo que ahora los Pumas se deben estar mirando a la cara y diciéndose ‘Che, tenemos que plasmar en la cancha todo lo que venimos haciendo’. Y eso nos pasó en el entretiempo. Nos dijimos ‘nos quedan 40 minutos o nos volvemos a casa’. Cambió la actitud del equipo. También estaba Quesada que metió todo [27 puntos producto de ocho penales y un drop]. Ese Mundial metió todo. Muy cerrado, muchos forwards, scrum y maul. Incomparable con lo abierto que juegan ahora y la calidad que tienen. Era más huevo y corazón.”

Luego Samoa venció a Gales y los Pumas debieron jugar un repechaje ante Irlanda para pasar a cuartos de final. La victoria en Lens resultó uno de los partidos bisagra en la historia de la Argentina en los Mundiales, por la remontada y por los nueve minutos finales que pasaron defendiendo su in-goal. “Cuando integrás esos equipos no necesitás hablar. Con un gesto o una mirada te contagia. Yo integré muchos equipos y uno de los que tenía esa característica era ese. Esa mirada cómplice con los pares que tenías al lado es lo que se dio en el entretiempo con Samoa y se notó en el segundo tiempo ”, agrega Allub.

Pumas vs. Samoa es un duelo con una rica historia mundialista. Después del viernes habrá nuevas anécdotas que contar.