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Puerto Rico acude a los tribunales para defender las peleas de gallos

San Juan, 24 may (EFEUSA).- El Gobierno de Puerto Rico se unirá como amigos de la corte a la demanda que el Club Gallístico de Puerto Rico presentó en el tribunal federal de San Juan contra el Gobierno de Estados Unidos por la prohibición de las peleas de gallos.

"No favorecemos que esta prohibición afecte a las familias que viven de la economía alrededor de este sector en Puerto Rico. Hemos estado y estaremos junto a los galleros en apoyo a este deporte", dijo Llerandi en un comunicado divulgado hoy.

La postura del Gobierno fue tomada después de que este jueves el Club Gallístico de Puerto Rico presentara una demanda ante el Tribunal Federal en la isla contra el Gobierno de Estados Unidos por prohibir las peleas de gallos en el Estado Libre Asociado, una práctica arraigada desde hace siglos.

La demanda, divulgada este miércoles, busca que se declare inconstitucional la sección 12616 del "Agricultural Improvement Act of 2018" que fue firmada por el presidente norteamericano, Donald Trump, en diciembre de 2018 para terminar con esta práctica en territorio estadounidense.

La ley obligaría a partir del próximo mes de diciembre a poner fin a las peleas de gallos en la isla, a no ser que solicita se declare inconstitucional la norma esta y se revoque la prohibición.

El presidente de la Junta de Directores del Club Gallístico de Puerto Rico, Orlando Vargas, dijo hoy a Efe que "es muy positivo que el Gobierno se haya sumado a la demanda", ya que como aseguró la prohibición que llega de Estados Unidos supone "una invasión de la cultura" de la isla caribeña.

"Es un atropello", dijo Vargas, para quien además de otras consideraciones hay un ataque directo a una tradición de siglos en Puerto Rico y fuertemente arraigada en la isla.

Vargas subrayó que otro aspecto fundamental de la prohibición es el ataque que supone para la economía local, ya que miles de personas viven directamente de esta actividad, que de terminar el próximo 20 de diciembre -tal y como establece la normativa- perderían sus puestos de trabajo.

"Entendemos que en Estados Unidos no han valorado las consecuencias", sostuvo Vargas, que se mostró confiado en que la demanda saldrá adelante.

El presidente de la Junta de Directores del Club Gallístico de Puerto Rico subrayó que hay 71 galleras en la isla que dan continuidad a una tradición que se remonta al año 1770, por lo que la demanda presentada es un esfuerzo que merece la pena.

En cuanto a las consecuencias para el animal de la prohibición, el presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, José López, dijo a Efe que se trata de una actividad considerada más un deporte, por lo que esa entidad no tiene una postura definida sobre el asunto.

La prohibición de las peleas de gallos, a pesar de ser una amenaza para el empleo en la isla, es una actividad rechazada por los defensores de los animales.

La industria de las peleas de gallos en Puerto Rico es un sector económico que genera anualmente cerca de 80 millones de dólares y da trabajó a unas 30.000 personas, que de perder sus empleos agudizará todavía más la depauperada economía de la isla, sumida en una crisis desde hace una década y que se profundizó por el huracán María de septiembre.

El sector defiende que están en juego miles de empleos que no pueden perderse en este momento, además de tratarse, aseguran, del deporte nacional de los puertorriqueños, una práctica ligada a la cultura que se remonta al siglo XVI con la llegada de los españoles.

Esta práctica fue introducida en la isla caribeña por inmigrantes españoles.

El cambio de soberanía que supuso la llegada de los estadounidenses en 1898 trajo consigo la prohibición, lo que ocasionó su práctica de manera clandestina, hasta que en 1933 el entonces gobernador, Robert Gore, declara las peleas de gallos como un deporte oficial en Puerto Rico.

(c) Agencia EFE