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El pueblo polaco donde desde hace una década no nacen bebés varones

MIEJSCE ODRZANSKIE, Polonia.- El alcalde está ofreciendo un premio en caso de que regresen los "desaparecidos". Los científicos quieren investigar las causas de la desaparición. Y los canales han venido a buscar a qué se debe la anomalía demográfica de este pequeño pueblo polaco.

En casi una década, en esta aldea no ha nacido ningún niño varón.

Es un detalle que llamó la atención de los medios polacos hace poco, cuando el pueblo envió a un equipo formado exclusivamente por chicas a una competencia regional de jóvenes bomberos voluntarios.

La alcaldesa Krystyna Zydziak señaló que, desde entonces, la situación del pueblo se ha vuelto "un poco rara e incontrolable".

La aldea tiene una sola calle con 96 casas, pero llegaron cuatro equipos distintos de televisoras para reportar sobre el asunto de los varones inexistentes.

"Algunos científicos han expresado interés en analizar por qué aquí solo han nacido mujeres", dijo Rajmund Frischko, el principal funcionario municipal de Cisek, la zona donde se encuentra la aldea de Miejsce Odrzanskie. "También me llaman médicos de todo el país para darme consejos sobre la forma de procrear un niño".

Frischko dijo que un doctor jubilado, oriundo del centro de Polonia, lo llamó hace poco y le aseguró que el sexo del bebé depende de la dieta de la mujer y que con una alimentación rica en calcio se puede tener un niño.

El alcalde municipal se rio de la sugerencia. "Si eso no funciona, siempre está el método ya probado de los polacos de las tierras altas: si quieres un niño, guarda un hacha debajo del lecho conyugal".

En los años que han pasado desde que nació el último bebé varón, ha habido doce nacimientos en la aldea, una comunidad agrícola a la orilla de la provincia más pequeña y menos poblada de Polonia. Los residentes no saben a qué se debe esta anomalía, pero muchos creen que quizás solo es una coincidencia, como cuando se lanzan de manera consecutiva varias monedas al aire y todas caen en una misma cara.

Frischko ha decidido ofrecer un premio a la siguiente pareja que tenga un niño.

"Se ha hablado tanto de nosotros en los medios que por un instante estaba considerando ponerle a la calle el nombre del próximo niño que nazca aquí", dijo el funcionario. "En definitiva, vamos a darle un muy buen regalo. Además, plantaremos un roble y le pondremos su nombre".

Al igual que muchos otros pueblos polacos, en este ha habido una importante disminución de la población. Después de la Segunda Guerra Mundial, había aproximadamente 1200 habitantes; ahora hay 272.

Desde que se desmoronó la Unión Soviética en 1989, la emigración ha dejado vacías las áreas poco pobladas de Polonia, una tendencia que se aceleró después de que el país se integró a la Unión Europea en 2004. Ahora, más de dos millones de polacos viven en otros lugares de Europa.

En Miejsce Odrzanskie todos tienen al menos un familiar que vive en el extranjero, de acuerdo con Zydziak, quien tiene dos hijas (una de las cuales vive en Alemania).

"A algunas personas de la aldea les preocupa quién va a realizar los trabajos agrícolas en el futuro", señaló.

En el verano hay bastante trabajo por hacer. El paisaje en agosto consiste en campos de trigo recién segado y de heno amontonado meticulosamente en pacas redondas y doradas al lado de los campos de maíz, a la espera de ser cosechado.

En los campos laboran muchas chicas y mujeres jóvenes. Adrianna Pieruszka, de 20 años, ha pasado una parte de sus vacaciones de este verano a bordo de un tractor en los campos de trigo de sus padres, pese a que su pasión es la labor en el departamento de bomberos.

En una aldea que no tiene escuelas, cafeterías, restaurantes, ni siquiera una tienda de abarrotes -y donde pueden transcurrir horas sin que aparezca ningún auto en el horizonte-, el departamento de bomberas voluntarias se ha convertido en el centro de la vida social.

En una sesión de práctica reciente para el cuerpo de bomberas voluntarias, el equipo se coordinó para moverse al unísono con el fin de extinguir un incendio ficticio y de atender a las víctimas. La recluta más joven es Maja, de 2 años; para bajar del camión de bomberos necesitó la ayuda de una chica más grande.

Adriana Pieruszka, quien estudia educación preescolar en la universidad, fue la supervisora de la brigada de chicas durante cuatro años.

"Casi no hay chicos en el equipo, pero hemos estado ganando las principales competencias de Polonia desde que se fundó la brigada hace seis años", dijo la joven, desde la sala común en la estación de bomberos, donde estaban en exhibición decenas de medallas y trofeos dorados.

Tomasz Golasz es el bombero profesional que fundó la brigada de jóvenes bomberos de la aldea. Aunque dijo que hacerlo no fue idea suya.

"En 2013, se me acercó un grupo de chicas y me pidió que las entrenara para una competencia", dijo. "Estas chicas están completamente comprometidas. Tienen una gran pasión y determinación. Dos meses antes de cada competencia, vienen a entrenar todos los días o cada tercer día cuando salen de la escuela".

Malwina Kicler, de 10 años, quien ha estado entrenando para ser bombera voluntaria durante casi tres años, mencionó que a la mayoría de las chicas no les importaba que no hubiera chicos en el equipo.

"Los chicos son ruidosos y traviesos", dijo. "Al menos por ahora tenemos paz y tranquilidad. Siempre podemos conocer chicos en cualquier otro lugar".

The New York Times