Publican el primer cuento que escribió Tomás Eloy Martínez a los 17 años

Un cuento de la adolescencia de Tomás Eloy Martínez recuperado en una antología de autores tucumanos
Fuente: Archivo - Crédito: Daniel Pessah

"En el parque de diversiones me esperaba el Desconocido. Estaba de pie, junto a la puerta de entrada. Su libro del mes de noviembre trasladaba todos los rostros a la penumbra". Así empieza "Noticia de Vicente Barbieri", un cuento escrito por Tomás Eloy Martínez a los 17 años, que fue publicado en 1952 en La Gaceta de Tucumán, provincia natal del autor de Santa Evita. Desde entonces, nada se sabía del relato que el tiempo había extraviado. Una antología de autores tucumanos lo recuperó 68 años después.

Recopilados por el escritor y crítico Fabián Soberón, los 25 cuentos que integran El puente, disponible por el momento solo en edición digital, representan la producción literaria de Tucumán de diversas épocas y estilos. Así, el cuento recuperado de Martínez,que murió el 31 de enero de 2010 a los 75 años, muestra la etapa inicial del escritor y periodista cuando ganaba los primeros premios en concursos literarios en su adolescencia.

Para armar la antología, Soberón se propuso trazar un puente entre los autores consagrados de su provincia y los más jóvenes. Incluye, por ejemplo, otras perlas como los cuentos de Elvira Orphée y Juan José Hernández. El hallazgo de "Noticia de Vicente Barbieri" se lo debe al editor La Gaceta Literaria, Daniel Dessein. "El material quedó guardado en el archivo de La Gaceta. No fue incluido en la antología de cuentos Tinieblas para mirar que hizo Ezequiel, uno de los hijos de Tomás, para Alfaguara en 2014, porque el texto estaba perdido. Cuando estaba con la selección de textos y autores para El puente, que empecé a hacer en 2013 pero recién se edita ahora, me llegó ese relato de la mano de Dessein, que fue quien lo encontró", dijo Soberón a LA NACION.

Ezequiel Martínez, periodista y editor, contó a este diario que no conocía ese cuento que es, probablemente, "el primero publicado por mi padre". "Me enteré cuando Soberón se comunicó para pedir permiso para publicarlo en la antología. Yo creo que ni mi padre se acordaba de ese cuento porque jamás me habló de él", aseguró Martínez. "Lo interesante es que tiene varios guiños a personajes de la época como Ardiles Gray, que era su amigo. Pero no tengo ni idea quién es Vicente Barbieri", agregó en referencia al título del cuento.

Breve y escrito en primera persona, en "Noticia de Vicente Barbieri" aparece Macedonio Fernández."Entonces, Barbieri me habló de su soledad y de pequeños crepúsculos. Pero desapareció súbitamente. Un lejano compañero lo sustituía. Alguien debió soñarlo en ese instante. Y ya no lo vi más entero, navegable. Solo su alto contorno, la llama de sus pies, su voz elemental. Macedonio Fernández apareció y dijo: 'Todos conocen a Vicente cuando están muertos. Quién sabe dónde ahora aprieta él las manos del aire y sonríe'."

El cuento completo

"Noticia de Vicente Barbieri"

Por Tomás Eloy Martínez

En el parque de diversiones me esperaba el Desconocido. Estaba de pie, junto a la puerta de entrada. Su libro del mes de noviembre trasladaba todos los rostros a la penumbra.

"Me voy a lo de Barbieri", le dije. "Usted es su amigo; puede acompañarme".

El Desconocido hojeó el enorme tomo de las citas y respondió: "Ya me he burlado bastante de él. No, nunca iré a visitarlo. Ninguna de mis anotaciones lo registra. Usted puede decirle que las otras veces le he mentido".

Esa, pues, era la experiencia del misterio. Barbieri resucitaba siempre. Pero yo no le diría una palabra de aquel secreto. Iba a quedarse muy triste.

Cuando llegué a su casa, él estaba solo, en una esquina de la habitación, junto a los amigos maravillosos. Nolca tocaba las costas de su frente, ese borde lunar.

Entonces, Barbieri me habló de su soledad y de pequeños crepúsculos. Pero desapareció súbitamente. Un lejano compañero lo sustituía. Alguien debió soñarlo en ese instante. Y ya no lo vi más entero, navegable. Solo su alto contorno, la llama de sus pies, su voz elemental. Macedonio Fernández apareció y dijo: "Todos conocen a Vicente cuando están muertos. Quién sabe dónde ahora aprieta él las manos del aire y sonríe".

Barbieri quedó preocupado; quería desmentir todo eso. Habló de los vivos: "Ardiles Gray, era delgada grieta. Galán, con su otra niña del asombro".

Pero yo ya no le creía. Imaginé que a él tampoco le importaba sentirse descubierto. Que nada de eso destruía su tiempo de poeta.

Irma Ester había llegado. Inadvertidamente tocó la barba encendida de Endimión. Y una apretada luz quedó danzando, absorta, entre las cosas.