Protestas en Chile: el gobierno desafía las críticas a las fuerzas de seguridad y convoca a los reservistas

SANTIAGO.- No alcanzó. El paquete social anunciado por Sebastián Piñera no logró disuadir a los manifestantes de salir nuevamente en masa a las calles para protestar, al tiempo que al reclamo por la desigualdad se suma otro, cada vez más fuerte, sobre el papel de las fuerzas de seguridad durante el estado de emergencia. En estos días de conflicto ya se registraron 18 muertes y por lo menos cinco de esas son atribuidas a los militares o carabineros.

Mientras los manifestantes y la oposición piden que termine el estado de emergencia, aumentan día a día las denuncias por represión y torturas por parte de las fuerzas de seguridad. Los videos de presuntos actos de exceso de violencia viajan en tiempo récord por las redes sociales.

El último reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), un organismo con fondos públicos autónomo, da cuenta de 2138 personas detenidas -entre ellos 243 menores-, 376 heridos y cinco muertos a manos de agentes de estado hasta hoy al mediodía. Tres de ellos por disparos, uno por golpes y otro al ser arrollado por un vehículo militar. Hasta el momento, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Nacional abrió 17 causas penales contra las fuerzas de seguridad.

El director del INDH, Sergio Micco, fue recibido hoy por el presidente Sebastián Piñera, a quien le trasladó su "grave preocupación por la violación a los derechos humanos cometida durante estos días de protestas". El organismo había manifestado alerta por las denuncias sobre "desnudamientos, torturas, disparos contra civiles, maltrato físico y verbal".

Por la mañana, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, aumentó la cifra de muertos de 15 a 18 y dijo que "si se demuestra que hay apremios ilegítimos y torturas, el gobierno lo condena".

"Es muy complejo el rol que les toca jugar a las fuerzas de seguridad en un estado de emergencia donde se suspenden garantías constitucionales en plena democracia. La gente se polariza. Para un sector no hay más remedio que la represión, mientras que para otros es una provocación donde habrá muertos innecesariamente producto de violencia de Estado", dijo a LA NACION María Cristina Escudero, del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile. Además, señaló que "el Ejército no está preparado para ficciones de orden público en democracia", lo cual motiva que "la situación de los militares en la calle sea tan delicada".

Las noticias por los excesos de violencia generaron alarma en organismos internacionales de derechos humanos. "Piñera debería transmitir claramente a las fuerzas de seguridad chilenas que deben respetar los derechos humanos y asegurarse de que los agentes implicados en abusos sean investigados en forma oportuna e imparcial", expresó el chileno José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también condenó el "uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad" y los "actos violentos cometidos por civiles".

Lejos de replegarse, el gobierno redobló la apuesta: convocó a los militares de reserva. Hasta el momento había 20.000 efectivos, entre militares y policías. "Pueden llamar a sus reservas para poder no solo reforzar, sino que también hay que entender que las jornadas han sido muy largas, muy duras y que el personal necesita tener su debido descanso", dijo el ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Más protestas

La violencia que se vive en las calles hace seis días se trasladó también al Congreso, en Valparaíso, adonde Chadwick viajó para presentar un informe sobre el estado de emergencia y fue recibidos por insultos, carteles y pancartas sobre la violencia de las fuerzas de seguridad. La sesión terminó en medio de gritos entre oficialistas y opositores.

La oposición también mostró reparos sobre las medidas de Piñera, que incluyen un aumento en la pensión y el salario mínimo, un congelamiento de tarifas y un alza en los impuestos para los que más ganan. "Los anuncios son cosméticos, no terminará con las protestas sociales, porque no pone fin a los problemas estructurales que causan los abusos", dijo el diputado comunista Daniel Núñez.

El mismo reclamo se escuchó en una nueva jornada de protestas, que comenzó a la mañana con una marcha y huelga convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y organizaciones sociales, y terminó con escenas de dispersión con gases lacrimógenos y carros hidrantes, además de focos de saqueos por parte de manifestantes. Varios locales y un hotel en las inmediaciones de la Plaza Italia, el mayor punto de concentración en el centro de esta ciudad, fueron destrozados antes de un nuevo toque de queda, que comenzó a las 22.

"Los anuncios de Piñera fueron puras aspirinas para el pueblo. No sirven. Mejor que renuncien él y Chadwick", dijo a LA NACION Fabiola De la Vega, licenciada en Recursos Humanos, de 31 años, mientras marchaba después de salir de su trabajo. "Parches", "migajas", "cosméticos". En las protestas había un consenso: el paquete de medidas no alcanzó.