¿Protegen o ponen en peligro a los ciclistas los ‘armadillos’ en el Viaducto Venetian?

Los carriles verdes para bicicletas en el Viaducto Venetian, los más usados en Miami-Dade, son recorridos a diario por numerosos ciclistas que se dirigen a Miami Beach. Hay grupos con atuendo profesional, montones de turistas en CitiBikes o en bicicletas de playa y miamenses que sencillamente se dan una vuelta por una de las rutas más pintorescas de la ciudad.

Por no hablar de la gente que se desplaza en patines, scooters eléctricos y otros medios de transporte alternativos.

Por eso, cuando en 2019 Flavia Carnicelli, chef de South Beach de 40 años, fue atropellada y perdió la vida cuando iba al trabajo, se dispararon las alarmas. La muerte de Carnicelli y otras 25 colisiones entre autos y ciclistas o peatones desde 2016 provocaron angustiosas solicitudes para que se instalaran barreras físicas que impidieran que el tráfico pesado invadiera los estrechos carriles para bicicletas a ambos lados de la vía, usados por unas 2,000 personas cada día.

La solución elegida por los responsables de transporte de Miami-Dade para la vía gestionada por el condado es novedosa, al menos en el sur de la Florida: los llamados armadillos., que son topes de plástico duro con la forma de estas criaturas acorazadas, atornillados a lo largo de las líneas blancas que dividen los carriles para bicicletas de los autos en ambas direcciones, en las casi tres millas de longitud de la histórica calzada.

Pero apenas se terminó su instalación en diciembre, empezaron a llegar quejas de los ciclistas que los armadillos debían proteger.

El debut local de los armadillos ocurre en un momento que Miami Beach, Miami y Miami-Dade están ampliando sus redes de ciclovías. Aunque la comisión de Miami Beach votó el jueves a favor de eliminar los carriles para bicicletas protegidos en Washington Avenue, ante la protesta de sus defensores, la ciudad está añadiendo carriles en otros lugares. Lo mismo ocurre en otros vecindarios de Miami, especialmente en zonas de rápida densificación como el downtown, Brickell y el Pequeños Haití, entre otras, con una creciente demanda de rutas seguras para ciclistas.

Los nuevos separadores de carril instalados a lo largo de los carriles para bicicletas en el Viaducto Venetian tienen por fin proteger a los ciclistas del tráfico motorizado. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM
Los nuevos separadores de carril instalados a lo largo de los carriles para bicicletas en el Viaducto Venetian tienen por fin proteger a los ciclistas del tráfico motorizado. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM

Varios ciclistas dicen que han caído en el viaducto cuando las ruedas o los pedales han hecho contacto con los armadillos. Algunos han reportado lesiones y al menos dos fueron llevados al hospital en ambulancia. Y ahora los separadores de carril están dividiendo a ciclistas y defensores, algunos de los cuales cuestionan su seguridad. Una petición en change.org para que se eliminen ha recibido más de 1,500 firmas.

“Por favor, eliminen esta terrible idea”, escribió Thomas Modica, uno de los firmantes de la petición.

Dijo que chocó con un patinador fuera de control, al que no pudo evitar porque estaba encerrado por los armadillos en el carril para bicicletas. Chocó y se deslizó hacia el carril de los autos, donde apenas evitó ser atropellado, pero se raspó las piernas y las manos. Acabó derrapando hasta detenerse frente a la “bicicleta fantasma”, instalada en memoria de Carnicelli cerca del lugar donde perdió la vida.

El problema, según los críticos, es que los armadillos dificultan adelantar con seguridad a los ciclistas más lentos o evitar obstáculos, como patinadores desobedientes, basura o escombros, en las estrechas ciclovías, que miden apenas cuatro pies de ancho, a lo largo de los 10 puentes en la calzada. Donde antes los ciclistas podían desplazarse ligeramente hacia las marcas del carril, ahora los armadillos se interponen. Los armadillos negros y pequeños, con rayas de cebra y reflectores blancos, también pueden ser difíciles de ver por los ciclistas, que fijan la vista hacia delante.

Los funcionarios de transporte del condado y los defensores de las bicicletas que apoyan las barreras dicen que los armadillos están haciendo lo que deben hace, asegurar que los vehículos de motor permanezcan en su carril.

Y aunque reconocen que los separadores han provocado algunas colisiones, dicen que es cuestión de que los ciclistas y otras personas se adapten a la presencia de los armadillos, tengan precaución y reduzcan la velocidad. Los armadillos en la calzada suelen estar a una distancia de nueve pies, más que los seis pies típicos de una bicicleta, pero algunos ajustes en la colocación y el espaciado pueden mejorar los problemas, dicen.

“Se trata más bien de educación y vamos a llegar a eso”, dijo Carlos Cruz-Casas, subdirector del Transporte y Obras Públicas del condado. “Estamos explorando qué más podemos hacer. Para mí, se trata más bien de una curva de aprendizaje inicial. No se puede adelantar a a toda velocidad a otros ciclistas. Probablemente tendrán que tolerar ir un poco más despacio”.

Un hombre en bicicleta cruza los separadores de ciclovías recién instalados en el Viaducto Venetian para evitar a una ciclistas detenida en la carrilera para bicic;etas. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM
Un hombre en bicicleta cruza los separadores de ciclovías recién instalados en el Viaducto Venetian para evitar a una ciclistas detenida en la carrilera para bicic;etas. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM

El condado instaló los armadillos, con un costo de unos $2 millones, como prueba de tres años. Cruz-Casas dijo que su agencia está recopilando información sobre sus efectos en la comunidad ciclista, como informes de accidentes, para evaluar su seguridad y eficacia.

Pero dijo que los dispositivos, fabricados por una empresa española llamada Zicla bajo la marca comercial Zebra, han sido probados en ciudades europeas y ahora se están usando en todo Estados Unidos. A diferencia de otros separadores usados habitualmente para proteger los carriles para bicicletas, como los postes flexibles de plástico o los bordillos de hormigón, los “armadillos” son duraderos, fáciles de preservar y relativamente baratos de comprar, ya que cuestan unos $75 cada uno. Y son rápidos y fáciles de instalar o retirar si no funcionan, dicen sus partidarios.

El condado, que aprueba todos los carriles para bicicletas, está experimentando con diferentes formas de satisfacer la demanda de los ciclistas y los defensores de hacer una separación física entre los carriles para bicicletas y el tráfico de automóviles, como los postes flexibles de plástico y los armadillos. Las investigaciones han demostrado que amortiguar los carriles para bicicletas con barreras sólidas en lugar de solo con pintura reduce significativamente las colisiones, las lesiones y las muertes entre todos los usuarios de vía, incluidos los automovilistas, y también anima a más personas a usar bicicleta en lugar de conducir.

Sin embargo, al menos un funcionario electo está lo suficientemente preocupado por los armadillos, por lo que pidió una evaluación pública de su seguridad. El jueves, la Comisión municipal de Miami Beach acordó remitir el asunto a su comité de vecindarios y calidad de vida a petición del vicealcalde David Richardson.

“Cuando se usaron inicialmente la gente estaba muy emocionada por su aspecto”, dijo Richardson en una entrevista. “Algunos ciclistas opinan que les ofrece un nivel de protección. Pero ahora algunos ciclistas me dicen que son peligrosos. Si por alguna razón tienen que desviarse del carril para bicicletas y chocan con uno de ellos, lo más probable es que se caigan”.

Los nuevos carriles para bicicletas en Meridian Avenue en Miami Beach están protegidos del tráfico por separadores llamados armadillos.. CORTESÍA DE DAVID RICHARDSON
Los nuevos carriles para bicicletas en Meridian Avenue en Miami Beach están protegidos del tráfico por separadores llamados armadillos.. CORTESÍA DE DAVID RICHARDSON

Los dispositivos ya están apareciendo en otros lugares, como en Meridian Avenue en Miami Beach, donde se están instalando como proyecto piloto a lo largo de los nuevos carriles para bicicletas entre Lincoln Road y Dade Boulevard. La ciudad también planea usar armadillos a lo largo de un nuevo carril para bicicletas que se está construyendo a lo largo de Ocean Drive como parte de la reapertura de la famosa calle a los autos, después de un cierre de dos años por la pandemia, dijo el director de Transporte de Beach, José González.

La Playa consideró la posibilidad de instalar postes de plástico en Meridian, pero decidió que eran feos y que los autos los dañaban con demasiada facilidad, dijo González. Agregó que cree que los armadillos funcionarán en los nuevos carriles porque son suficientemente más anchos que los carriles en el Venetian, lo que da a los usuarios un espacio de maniobra adecuado. La respuesta ha sido positiva hasta ahora, dijo.

“Mucho depende de cómo se coloquen y del nivel de comodidad del carril para bicicletas. Como ciclista, se tiene un margen de maniobra”, dijo acerca de los carriles de Meridian regulados por los armadillos.

Para Evelyn Mendal, los “armadillos” en el Venetian ya reprobaron el examen. Acabó en una ambulancia y en el quirófano, con una fractura de clavícula, cuando una rueda de la bicicleta chocó contra uno de los separadores poco después de instalarse los armadillos. Al tratar de proteger a los ciclistas con los armadillos, dijo, el Condado ha creado otros peligros involuntarios.

Mendal dijo que estaba dando su paseo habitual de los domingos con un grupo de ciclistas recreativos de Aventura, incluidos su padre y su marido. Cuando llegaron al Venetian, decidieron que los divisores no les permitían circular por el carril para bicicletas y pensaron que no tenían más remedio que usar el carril para autos de la calzada, donde el límite de velocidad indicado es de solo 25 mp, una velocidad que los ciclistas veloces en grupo pueden alcanzar fácilmente, por lo que teóricamente es seguro que lo hagan.

Pero un conductor agresivo y con exceso de velocidad la obligó a chocar con los separadores.

“Mi rueda tocó la barrera y me lanzó volando”, dijo Mendal. “Todo el grupo está furioso con estas barreras. Hay más frustración. No hay espacio. En el momento en que la rueda toca una de estas barreras, se acabó. No intento odiarlas, agradezco el esfuerzo. Pero no creo que sea la solución”.

Los nuevos separadores instalados a lo largo de los carriles para bicicletas en  el Viaducto Venetian están pensados para proteger a los ciclistas del tráfico motorizado, pero algunos ciclistas se lesionaron después de chocar contra ellos. Los críticos afirman que los llamados armadillos son peligrosos, porque dificultan la capacidad de adelantar de forma segura a los usuarios más lentos o evitar escombros y otros obstáculos en las estrechas ciclovías. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM

Algunos problemas quedaron claros cuando este reportero dio un paseo en bicicleta por la calzada, en un reciente y ajetreado fin de semana festivo. Mientras los ciclistas lentos y otros usuarios, entre ellos un hombre en patines que empujaba a un bebé en un cochecito provocaban atascos en los estrechos puentes, algunos ciclistas y conductores de scooters más rápidos se salían bruscamente del carril para bicicletas y se metían en el de los autos, después colarse entre los armadillos.

Otros esperaron para pasar a los grupos de usuarios lentos en los dos puentes levadizos o en las seis islas de la calzada, donde la calzada se ensancha y los armadillos están más separados, o en las intersecciones, en donde los dispositivos no existen. Esto ha creado a veces una confusión que se asemeja a la salida de la carrera de automóviles Indy 500, ya que la gente entra y sale del carril para bicicletas antes del siguiente puente.

Esto ha dejado a muchos ciclistas recreativos y viajeros con una difícil elección, dijo el veterano defensor del ciclismo en Miami y abogado Lee Marks, quien representa a muchos ciclistas lesionados en colisiones con automóviles. Aunque el Viaducto MacArthur tiene carriles para bicicletas, es ampliamente considerado peligroso para los ciclistas, y el Viaducto Julia Tuttle es inviable, dejando al Venetian como la única ruta segura para los ciclistas al sur del viaducto de 79 Street, dijo.

“Es un peligro”, dijo Marks sobre el Venetian con sus armadillos, pero añadió: “No hay alternativa”.

Pero algunos destacados defensores del ciclismo en Miami defienden los armadillos, diciendo que son una respuesta sensata a la demanda de los ciclistas locales de proteger los carriles para bicicletas con algo más que rayas pintadas.

Los ciclistas y otros usuarios del Venetian están mejor protegidos gracias a los armadillos y deben aprender a tener paciencia, dijo Mickey Witte, ex ciclista de competición y quien viaja en bicicleta y dirige el programa BikeSafe de la Universidad de Miami (UM), que promueve el uso seguro de la bicicleta entre los niños. Dijo que hay muchos intervalos con espacios más amplios en la extensión de los armadillos”a lo largo de la calzada para permitir el paso seguro.

“Cuantos más carriles para bicicletas protegidos tengamos, más segura se sentirá la gente. Esto es para sus hijos. Esto es para la madre que iba a Beach a trabajar y no llegó”, dijo Witte, refiriéndose a Carnicelli.

“Mi temor es que gritemos que necesitamos infraestructura protegida, lo consigamos y no estemos contentos”, dijo. “Esto es poco a poco, pero vamos en la dirección correcta”.

Los ciclistas circulan por el carril para bicicletas en el Viaducto  Venetian con los armadillos recién instalados para protegerlos del tráfico motorizado.. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM
Los ciclistas circulan por el carril para bicicletas en el Viaducto Venetian con los armadillos recién instalados para protegerlos del tráfico motorizado.. Daniel A. Varela DVARELA@MIAMIHERALD.COM

El problema de los armadillos subraya las dificultades que entraña la readaptación de la infraestructura para el ciclismo, el senderismo y otros usos que sus diseñadores no contemplaron. La estrecha calzada, construida en 1927, se diseñó principalmente para los autos. Pero el condado añadió carriles para bicicletas en los últimos años, para acoplar el creciente uso de la calzada, incorporando los delgados arcenes en la calzada y estrechando ligeramente los carriles para autos en cada dirección.

Esto dejó poco espacio para las barreras físicas, pero los armadillos, de solo seis pulgadas de ancho, encajan perfectamente en las franjas de los carriles, lo que convierten estos dispositivos en la mejor solución disponible, según Cruz-Casas. Los deteriorados puentes en la calzada se reconstruirán y ampliarán con carriles de siete pies para bicicletas, pero para eso aún faltan años, dijo.

“Es un entorno muy limitado. Es muy estrecho”, dijo Cruz-Casas. “Es un entorno fascinante, pero muy desafiante”.