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Tres propuestas para celebrar el Día de la Niñez desde casa

Este Día del Niño va a quedar seguramente en la memoria como singular. Por la pandemia, que cambia los ritmos de la celebración y envía a las pantallas -o directamente al silencio- a los artistas que habitualmente despiertan aplausos en los teatros de los chicos. Pero también por otros cambios de época, que llevan a que muchos se refieran al Día de la Niñez o de las Infancias, con una expresión más inclusiva, que podría ser aceptada hasta por los puristas del lenguaje.

"El otro día una nena me puso en las redes: 'Es el Día del Niño, ¿y el de la niña cuándo es?'", cuenta Adriana Szusterman, la popular intérprete de Cantando con Adriana, y anuncia en la misma entrevista telefónica que va a dedicar al Día de la Niñez su recital por streaming de este domingo. Mantuvo durante todos estos meses el contacto con su público a través de las redes sociales, con breves vivos y canciones grabados, registrando un salto de los seguidores de su canal de YouTube de unos 80.000 a los 108.000 actuales.

"Por los mensajes que me mandan veo que hay niños reprimidos, niños tristes, que están hartos de los Zoom de la escuela, que necesitan la alegría de ser niños. Les estamos pidiendo que lo entiendan todo, en un momento de la infancia en el que quizá no tienen tantas herramientas para poner en palabras lo que sienten," dice Adriana. Así es que optó por verbalizar la situación a través de los personajes que la acompañan en su recital online: "Aparece el Gato Michu, le pregunto cómo está y me dice: '¡Mal, estoy enojado porque no puedo ver a mis amigos!'". Poner la frase en boca de los muñecos "suelta la risa y permite reciclarla en charla y canción", agrega.

"Para hacer el streaming me tuve que reinventar", confiesa Adriana, que se dice bastante ajena a las redes. "Apaguen un rato la compu, jueguen un ratito con lo que tengan a mano", insta a su público. El recital de una hora fue filmado en estudio con cuatro cámaras, una de ellas montada en grúa. ¿Cómo se puede decir a través de la pantalla que dejen la pantalla? "Les digo a los padres que les permitan hacer un poco de lío a los chicos, que vayan a la cocina a agarrar cucharones y ollas para acompañarme con una orquesta, que armen debajo de la mesa un refugio con sábanas y almohadones y merienden en esa casita iluminados por una linterna, que el padre o la madre les lea allí un cuento."

"Ahora entendí que las redes te acercan, que puede haber mucha interacción, mientras se manejen en su justa medida, sin excesos", dice la cantante. La reformulación de los formatos viene acompañada por una reinvención de su propia imagen. "Me siento otra Adriana de hace tres o cuatro años a esta parte, si volviese ahora al teatro hasta cambiaría absolutamente todo el look, sin todo ese brillo. En los vivos de Instagram voy de zapatillas, jean y bombín." De todos modos va paso a paso: "En el streaming uso jean, pero mantengo la parte 'adrianística' arriba, el blanco y plateado que siempre me caracterizó."

El que suele usar jean desde siempre en sus recitales es Luis Pescetti. El domingo presentará en un streaming en vivo temas de su próximo disco, Lío, con canciones inspiradas en picaresca tradicional italiana y en referencia a "ese momento de estallido, de diversión" que se esconde tras la advertencia parental del "chicos, no hagan lío". También a la complicidad con los padres, agrega el músico y escritor: "Es a la vez el encantamiento que tienen los chicos cuando le preguntan a su papá o su mamá, '¿me contás un lío de cuando eras chico?'. A los chicos les fascina oír que sus padres les cuenten los líos que hacían. Obviamente me refiero a pequeñas transgresiones sin consecuencias graves. No es una invitación a que desobedezcan todas las reglas."

Pescetti incursiona así por segunda vez en el streaming desde el inicio de la pandemia, después de una primera experiencia en junio. "Además del repertorio nuevo hay otras dos diferencias con respecto al anterior. Una es que va a ser el primer streaming en teatro que voy a hacer, y esto ya es respirar ancho", dice aludiendo a que un nuevo protocolo de la ciudad permite los ensayos y grabaciones sobre escenarios teatrales. Los de este fin de semana serán los primeros en cinco meses. Sin público y guardando distancias, pero con la posibilidad de no estar sólo frente a las tres cámaras en el teatro El Picadero. Segunda diferencia entonces: junto a Pescetti va a estar con su guitarra Martín Telechanski, experimentado arreglador.

"Como voy con el guitarrista voy a aprovechar para hacer más música y menos juegos que en el streaming anterior. Hay mucha complicidad con Martín, él es muy gracioso", dice Pescetti. "Me di cuenta que con los juegos me falta la interacción del público. Si bien me mandaban fotos y demás, era un poco rara la sensación mía. Y quiero cuidar eso porque finalmente la claridad de emoción con la que uno va es como el maquinista tirándole carbón a la locomotora."

Pescetti sigue a todo vapor también por otros carriles. Además de los recitales online y de preparar la próxima salida del disco Lío, en la medida en que la pandemia permita reunir a los músicos, no deja de escribir, a la espera de que la literatura infantil retome también su ritmo cuando se pueda reiniciar la actividad escolar presencial. Y mantiene también el contacto con los chicos a través de su página propia o con sus 180.000 seguidores en Facebook.

Desde el mismo teatro El Picadero Emiliano Dionisi abre el juego del fin de semana un día antes, con una representación por streaming de su obra Romeo y Julieta de bolsillo. "Es la misma obra que hacíamos en el teatro, pero cambia la puesta en escena", dice Dionisi, quien coprotagoniza con Marina Caracciolo la obra en torno a una fallida clase magistral sobre la tragedia de Shakespeare.

"Al no tener al público presente vamos a enfrentarnos directamente a las cámaras con un zoom en los apartes de cada uno de los dos personajes, haciendo ese comentario para que el que lo esté viendo en la casa sienta que realmente se lo está diciendo a él, no al aire, no a una platea de la que no forma parte", dice Dionisi. "No queremos que el espectador sienta que está viendo un registro grabado de algo que está hecho para ser presenciado en vivo, sino que es una experiencia en sí misma, que sea potente para el público online."

Para Dionisi (Los monstruos, Cyrano de más acá) puede ser un formato interesante el del streaming, con desarrollo a futuro, "siempre y cuando asumamos el compromiso de elaborar piezas, experiencias específicas para ese formato".

"Al principio nos sacaron del apuro de todo ese confinamiento los videos grabados de las obras que todo el mundo tenía como un registro y que se empezaron a pasar por streaming. Me parece que, ahora con un poquito más de tiempo y más experiencia, llegamos a una segunda etapa, la de pensar proyectos para ese streaming. Si aprovechamos la tecnología y tenemos la vuelta creativa y, sobre todo, narrativa, creo que puede ser interesante, una rama más que los espacios, los dramaturgos o las compañías pueden ofrecer."

Dionisi trabaja actualmente con ese sentido en una propuesta del Teatro San Martín, para producir un producto audiovisual a partir de Recuerdos a la hora de la siesta, su premiada puesta en escena sobre el imaginario de María Elena Walsh que debía reponerse esta temporada. No se trata tampoco ahí de filmar la obra que se vio en el teatro, sino crear una pieza específica inspirada en aquella, con lenguaje audiovisual. "Se te despiertan cosas nuevas, cuando te ofrecen chiches nuevos", dice Dionisi refiriéndose a esa tarea. La frase es aplicable también a la experiencia del espectador.

Para agendar

Cantando con Adriana en Misión Jugar por Jugar, mañana, a las 18, desde $ 300 (Passline.com)

Luis Pescetti, desde el teatro El Picadero, mañana, a las 18, $ 250, Club La Nación $ 175 (Plateanet.com)

Romeo y Julieta de bolsillo, desde el teatro El Picadero, hoy, a las 16, $ 500, Club La Nación $ 350 (Plateanet.com)