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Programa cristiano reúne a embriones abandonados con parejas infértiles

(Reuters Health) - En 1997, cuando Nightlight Christian Adoptions advirtió que miles de embriones humanos quedaban guardados en clínicas de fertilidad, la organización comenzó a conectar a las parejas dueñas de esos embriones con parejas que no podían concebir. Esa iniciativa permitió que nacieran 500 bebés y, en algunos casos, esos niños conocieron a las mujeres y los hombres con su mismo material genético. Este verano, Snowflakes, un programa de Nightlight, cumplirá 20 años con un picnic para celebrar con los “proveedores” de embriones, sus receptores y los niños. Un equipo británico indagó lo que esas familias ultramodernas vivirán cuando se reúnan por primera vez. Se comunicó vía e-mail con 17 proveedores de embriones, principalmente mujeres que habían concebido mediante técnicas de fertilización in vitro y 28 receptores con 43 niños. En Human Reproduction, los autores exploran las ventajas y las desventajas de la comunicación abierta en ese grupo. “Algunos formaron esas familias increíbles. Claro que, como en toda relación humana, hay algunos que la sostienen y otros que no”, dijo la autora principal, Lucy Frith, bioeticista de la Universidad de Liverpool, Inglaterra. Si equipo observó que los proveedores y los receptores de los embriones que estaban en contacto y sus hijos tendían a percibir esa relación positivamente. Los principales desafíos para las parejas de ambos lados eran el temor a no poder sostener los límites y superar la distancia geográfica. La preocupación por quiénes se comportarían como padres fue más imaginaria que real. Los proveedores de los embriones eran más como familiares lejanos, familia extendida, con los que los receptores se reunían pocas veces en el año, según explicó la autora. El programa Snowflakes llama al proceso de emparejamiento “adopción de embriones”, pero el Comité de Etica de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva opina que el término es “engañoso” porque le confiere status legal total al embrión. En cambio, el comité utiliza el término “donación de embriones”. Snowflakes alienta a los participantes a mantener la comunicación entre los niños y sus “proveedores”. La gran mayoría de las parejas del programa se comunican entre sí, pero menos del 10 por ciento se reunió alguna vez, según contó Kimberly Tyson, vocera de la organización. Dijo que Snowflakes cobra 8.000 dólares por su intermediación. En el 2011, ella registró 620.000 embriones abandonados en clínicas de fertilización in vitro de Estados Unidos. La donación de embriones para formar una familia se publicó por primera vez en 1983, según publica el equipo. FUENTE: Human Reproduction, online 8 de marzo del 2017