Prisión de por vida para una pareja incestuosa que mató a dos de sus hijos y lo intentó con el resto

Sarah Barras y Bandon Machin, de Shiregreen (Reino Unido), han mantenido una relación incestuosa durante años fruto de la cual nacieron sus seis hijos, a los que intentaron matar el pasado mes de mayo consiguiéndolo en el caso de los dos mayores. Ahora un juez les ha condenado a prisión de por vida por los asesinatos de Tristan y Blake Barrass, de 13 y 14 años, y haberlo intentando con los cuatro más pequeños, todos menores de 13 años.

Estrangularon a los dos mayores e intentaron asesinar también a los cuatro más pequeños. (Foto: Getty Images)
Estrangularon a los dos mayores e intentaron asesinar también a los cuatro más pequeños. (Foto: Getty Images)

Hermanos por parte de madre, según se ha desvelado en el juicio cuya sentencia se dio a conocer este martes y que ha sido recogida por The Guardian, ella se mostraba concomo una madre soltera con seis hijos a los que su hermano ayudaba a criar. Ni siquiera los propios niños sabían que el que creían que era solo tu tío era también su padre. Así se lo reconocieron a los agentes cuando estos acudieron a la escena del crimen llamados por la propia Barras.

El primer intento de acabar con la vida de sus hijos se produjo el pasado 23 de mayo, cuando la pareja obligó a ingerir a los cuatro mayores unas pastillas que supuestamente eran para tratar el autismo confiando es que les matarían. Sin embargo, su plan no surtió efecto así que ella buscó otras formas de llevar a cabo su plan.

Un día después volvieron a intentarlo. Barras usó el cordón de su bata para estrangular a uno de sus hijos mayores y él recurrió sus propias manos para hacerle lo mismo al otro. Ambos fallecieron estrangulados y a los dos les pusieron una bolsa de basura en la cabeza después para asegurarse de que estaban muertos. Al pequeño de los seis lo intentaron ahogar en la bañera.

Según ha contado la defensa de Barrass durante el proceso, la razón por la que esta madre quiso asesinar a sus seis hijos es porque no quería que les retirasen de su lado y acabasen al cuidado del Estado. Su abogado reconoció que los crímenes habían sido “malvados” pero intentó mitigar su culpas asegurando que “su infancia la había dañado profundamente” y que había crecido en un hogar roto donde sufrió todo tipo de abusos acabando en asuntos sociales. Algo que no quería para sus hijos.

En The Guardian recogen una declaración de la madre que en algún momento llegó a decir “les di vida. Puedo quitársela”. Una vez cometido el crimen de los dos mayores, de 14 y 13 años, se encerró en un cuarto con los otros cuatro y llamó a la Policía. Al legar los agentes les dijo que los dos adolescentes estaban con unos vecinos, pero uno de los pequeños delató a su madre contando lo que había ocurrido.

Barrass, de 35 años, y Machin, de 39 años, admitieron los dos cargos de asesinato, el de conspiración para asesinar a seis niños y los cinco de intento de asesinato y el juez les ha impuesto una pena de cárcel de por vida con un mínimo de 35 años.

Los más pequeños sufrieron vómitos y alucinaciones por la ingesta de las pastillas, pero lograron sobrevivir y recuperarse tras ser tratados.