Hay “principio de acuerdo” por la deuda en EE.UU. y se aleja el temor a un default

El presidente de EE. UU., Joe Biden, anuncia su nominación del general de la Fuerza Aérea Charles Brown, Jr., para servir como el próximo presidente del Estado Mayor Conjunto, en el jardín de rosas de la Casa Blanca en Washington, DC, 25 de mayo de 2023
El presidente de EE. UU., Joe Biden, anuncia su nominación del general de la Fuerza Aérea Charles Brown, Jr., para servir como el próximo presidente del Estado Mayor Conjunto, en el jardín de rosas de la Casa Blanca en Washington, DC, 25 de mayo de 2023 - Créditos: @MANDEL NGAN

WASHINGTON.- Era un final anunciado para una novela que se repite, solo con actores diferentes. Estados Unidos dio un paso atrás y se alejó del abismo del default luego de que el presidente, Joe Biden, y el líder de los republicanos, Kevin McCarthy, llegaron a un “principio de acuerdo” para elevar el límite legal de la deuda a cambio de ponerle límites al gasto público, un nuevo pacto fiscal que evitó una crisis de proporciones desconocidas, aunque todavía debe atravesar el Congreso, donde el ala dura de la oposición mostró rápidamente su profundo malestar y rechazo.

“El acuerdo representa un compromiso, lo que significa que no todos obtienen lo que quieren. Esa es la responsabilidad de gobernar”, dijo Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca el sábado por la noche, luego de una conversación teléfonica entre Biden y McCarthy donde se terminó de forjar el entendimiento.

“Y este acuerdo es una buena noticia para el pueblo estadounidense, porque evita lo que podría haber sido un default catastrófico y habría llevado a una recesión económica, jubilaciones devastadas y millones de empleos perdidos”, agregó.

Aunque todavía faltaba terminar los detalles y poner la letra chica, el acuerdo comenzaba a poner punto final a una crisis recurrente que de tanto en tanto crispa los nervios de Washington y el resto del mundo. El pacto, que pone un límite al gasto público y amplía el llamado “techo de la deuda” hasta principios de 2025, garantizando que el tema no vuelva a aparecer durante la campaña presidencial, llegó luego de más de un mes de negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos en el Congreso.

El ida y vuelta por momentos parecía envuelto en el estancamiento, por más que el desenlace esperado siempre fue el mismo: un acuerdo que elevará el límite legal al endeudamiento, algo que ya ha ocurrido 79 veces desde 1960, incluida 18 veces durante la presidencia de Ronald Reagan –el récord vigente–, quien ya en 1987 se quejaba de que el Congreso “una y otra vez lleva al gobierno al borde del default antes de enfrentar su responsabilidad”.

El desafío en el Congreso

Pese a los avances, demócratas y republicanos aún deben terminar de acordar los detalles –se esperaba que el acuerdo por escrito estuviera listo antes del lunes– y después completar el trabajo en el Congreso a tiempo para que el Tesoro pueda volver a emitir bonos de la deuda –actualmente, arriba de los 31 billones de dólares– y conseguir todos los recursos necesarios para afrontar todos los gastos. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que esa fecha es el próximo 5 de junio.

Tanto demócratas como republicanos buscaron llevar agua a su propio molino y destacaron los puntos de entendimiento más convenientes para su mensaje político. Biden reconoció que el acuerdo “reduce el gasto”, algo a lo que los demócratas se oponían originalmente, pero destacó que “protege programas críticos para los trabajadores y hace crecer la economía para todos”, y además resguarda sus prioridades clave y los logros que los demócratas forjaron en los últimoas años en el Capitolio. McCarthy dijo que el acuerdo era un “paso en la dirección correcta”, destacó las reducciones del gasto –salvo el gasto militar, sagrado para demócratas y republicanos– y los nuevos requisitos atados al empleo para programas sociales, y la ausencia de aumentos impositivos.

El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, de California, habla durante una conferencia de prensa después de que el presidente Joe Biden y McCarthy llegaran a un "acuerdo de principio" para resolver la inminente crisis de la deuda el sábado 27 de mayo de 2023 en el Capitolio de Washington
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, de California, habla durante una conferencia de prensa después de que el presidente Joe Biden y McCarthy llegaran a un "acuerdo de principio" para resolver la inminente crisis de la deuda el sábado 27 de mayo de 2023 en el Capitolio de Washington - Créditos: @Patrick Semansky

“Trabajamos toda la noche y estamos finalizando el lenguaje de un acuerdo con el presidente que creo que es digno del pueblo estadounidense”, dijo McCarthy el domingo por la mañana en una conferencia de prensa en el Capitolio.

Pese al avance, la dura reacción de algunos republicanos duros en el Congreso era un anticipo de la ardua tarea a la que se enfrenta McCarthy para sacar el acuerdo de la Cámara de Representantes y enviarlo al Senado para su aprobación antes de que el Tesoro se quede sin dinero. Algunos republicanos duros reaccionaron virulentamente al acuerdo, y se mostraron molestos y frustrados con las gestiones de McCarthy ya que esperaban imprimir recortes draconianos en el gasto público y amplias reformas en programas sociales. El congresista republicano de Colorado Ken Buck, integrante del Freedom Caucus, una facción ultraconservadora de los republicanos en la Cámara baja, dijo que estaba “horrorizado por la rendición” del titular de la cámara en las negociaciones, uno de los ejemplos más nítidos del humor entre los ultras de la oposición.

Los demócratas, que en general se han mantenido en silencio o han criticado a los republicanos, y han dejado la narrativa de la puja y las negociaciones en manos de la Casa Blanca, se mostraron proclives a dar vuelta la página, y pasar al siguiente tema.