El presidente tayiko promete reducir la pobreza y duplicar el PIB en su investidura

Moscú, 30 oct (EFE).- El presidente de Tayikistán, Emomalí Rajmón, fue investido hoy en su quinto mandato al frente de esta antigua república soviética con la promesa de reducir la pobreza y duplicar el PIB del país en los próximos siete años.

Rajmón, que fue reelegido el pasado 11 de octubre con el 90,92 % de los votos, juró lealtad a la Constitución y a los tayikos en una ceremonia que se celebró primero en el Palacio de las Naciones, residencia del presidente de Tayikistán en Dusanbé, y posteriormente en el Khoi Somon, sede del Gobierno, según la agencia TASS.

Estaban presentes en la investidura el máximo responsable de la Comisión Electoral Central, los miembros de ambas cámaras del Parlamento y los miembros del Ejecutivo.

Rajmón prometió garantizar los derechos y las libertades de los ciudadanos y proteger la integridad territorial, política, económica y la independencia cultural de Tayikistán, que ocupa el puesto 159 del Índice de Democracia de The Economist de un total de 167.

Asimismo, prometió reducir la tasa de pobreza del país al 15 % y duplicar el PIB en los próximos siete años.

"En los próximos siete años tenemos que duplicar el PIB del país, aumentar la clase media de la población en un 45 % y reducir el nivel de pobreza al 15 %", señaló Rajmón, según TASS.

Sostuvo que el desarrollo de la economía contribuirá a solucionar problemas sociales, crear empleos y proporcionar a los tayikos una vida decente.

También dijo que una de las principales tareas de su presidencia es conseguir la independencia energética a través del uso racional de las reservas nacionales.

Rajmón se presentó a las elecciones con un programa basado en la Estrategia Nacional de Desarrollo de Tayikistán hasta 2030, cuyas áreas claves son impulsar el PIB, acelerar la industrialización, introducir la economía digital, usar eficientemente los recursos naturales y desarrollar el potencial humano y la esfera social.

Rajmón, de 68 años y en el poder desde 1992, se impuso en las elecciones a otros cuatro candidatos, todos ellos miembros de partidos políticos cercanos al oficialismo y con representación parlamentaria.

El Partido Social Democrático, la única formación opositora tras la ilegalización del Partido del Renacimiento Islámico, decidió boicotear los comicios.

Ninguna de las elecciones ha sido reconocida como democrática por observadores occidentales.

(c) Agencia EFE