La prensa deportiva en EEUU se encuentra con menos acceso

Varios de los rituales del deporte profesional en Estados Unidos quedarán en suspenso cuando el béisbol de las Grandes Ligas y la NBA se reactiven este mes.

Los mánagers no podrán intercambiar las tarjetas con las alineaciones en el plato y no se verán los saludos especiales que caracterizan las presentaciones de los quintetos titulares en el baloncesto.

Tampoco se tendrá el ritual de los reporteros amontonándose alrededor del mánager antes de un juego, o esperando a LeBron James o Brad Stevens para que salgan a dar una entrevista tras un partido de la NBA.

Mientras las ligas profesionales estadounidenses se preparan para volver, los periodistas enfrentan las mismas consideraciones que sus colegas que cubren política o entretenimiento en medio de la pandemia de coronavirus: encontrar nuevos enfoques a pesar del acceso reducido.

“Considero que este es el año más difícil en términos de cobertura deportiva”, dijo Bob Glauber, reportero especializado en la NFL del Newsday de Nueva York y presidente de la Asociación de Redactores de Fútbol Americano Profesional.

La NBA es la única liga que permitirá que los reporteros hagan preguntas a los basquetbolistas en una sala, y sólo será para un grupo limitado.

La liga permitirá que sólo 12 periodistas tengan acceso completo a la burbuja de Walt Disney World, donde jugadores de la NBA vivirán y jugarán. Los reporteros deberán estar en cuarentena siete días después de llegar. Además de acceso a los juegos, los reporteros podrán estar en el centro de prensa posterior al partido y en las prácticas.

Los reporteros que tengan acceso a los partidos en Orlando pero que no residirán en la burbuja sólo podrán observar desde las gradas y podrán entrevistar a los jugadores vía Zoom.

Las entrevistas a mánagers, coaches y jugadores en las Grandes Ligas y la NHL serán sólo vía Zoom, sin las conversaciones casuales en el vestuario o en el hielo.

La NFL no permitirá entrevistas cara a cara con jugadores durante los campamentos de pretemporada. Los entrenadores estarán disponibles a distancia, dependiendo del equipo.

El acceso ya venía siendo restringido en años recientes, especialmente con las ligas apoderándose más de las publicaciones de los equipos por medio de sus plataformas digitales y canales de televisión.

Muchos periodistas temen que el menor acceso tenga como consecuencia no poder escudriñar en un momento en el que los jugadores airean críticas a sus equipos por las medidas de prevención ante la pandemia y pronunciamientos políticos.

“Las mejores y más atractivas historias requieren la interacción personal y la oportunidad de observar como la gente que cubrimos se comporta en su trabajo, cómo actúan en el club o el vestuario y qué dicen cuando las grabadoras están apagadas”, dijo Kerry Crowey, quien cubre a los Gigantes de San Francisco para el Bay Area News Group. “No confío en que los equipos restablezcan el acceso a los reporteros al nivel que teníamos antes de la pandemia de coronavirus y creo que las publicaciones, los escritores y deportistas sufrirán por eso”.

Karl Ravech, comentarista de ESPN quien ha narrado béisbol, fútbol universitario y baloncesto de manera remota, espera que este tipo de cobertura no se convierta en la normal.

“Estar presente en el sitio tiene su valor. La conexión entre el analista y el televidente se intensifica debido al acceso a los jugadores y entrenadores antes del partido”, dijo. “El narrador y analista juntos pueden trabajar mejor ya que han discutido previamente lo que van a decir”.