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El príncipe Mohammed, otra vez bajo sospecha de intentar asesinar a un poderoso disidente

WASHINGTON.- El príncipe heredero saudita Mohammed ben Salman , cuya imagen de joven reformista se diluyó tras el asesinato de un periodista disidente dos años atrás, en Estambul, quedó otra vez bajo un manto de sospecha por una nueva denuncia que lo vincula con otra conspiración criminal, esta vez fracasada.

Un antiguo funcionario de inteligencia saudita, Saad al-Jabri, acusó al príncipe Mohammed de enviar un equipo de asesinos a Canadá para matarlo, según consignaron medios británicos y estadounidenses, en base a documentos judiciales presentados en Washington.

El plan de matar a Saad al-Jabri fue poco después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Turquía, en 2018, señaló la BBC, cuando el reportero se presentó en el consulado saudita en Estambul para hacer unos trámites personales y fue abordado por un escuadrón asesino.

En el caso de Al-Jabri, de acuerdo con los documentos, el complot fracasó después de que los agentes fronterizos canadienses sospecharon de un grupo de ciudadanos sauditas cuando intentaban ingresar al país en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto.

Al-Jabri, de 61 años, fue durante años el intermediario clave para el MI6 de Gran Bretaña y otras agencias de espionaje occidentales en Arabia Saudita. Vive exiliado en Canadá desde hace tres años.

"Para cumplir su deseo asesino, el acusado orquestó personalmente un intento de asesinato extrajudicial del Dr. Al-Jabri, un intento que continúa hasta el día de hoy", alega la acusación judicial.

La denuncia de 106 páginas acusa al príncipe de intentar asesinar a Al-Jabri para silenciarlo por tener en su poder "información condenatoria". Esto incluye presuntos actos de corrupción y la supervisión de un equipo de mercenarios conocidos como Tiger Squad (escuadrón Tigre).

Ese mismo escuadrón sería el responsable del asesinato de Khashoggi, según la denuncia, un crimen que cobró relevancia internacional y disipó la laboriosa imagen de joven innovador y reformista que el príncipe heredero se había forjado a nivel internacional.

El brutal asesinato de Khashoggi, que habría pasado más inadvertido sin la astuta explotación que hizo el líder turco, Recep Tayyip Erdogan , sirvió para que el mundo entero sometiera a un mayor escrutinio a la petromonarquía saudita.