¿Por qué Mauricio Macri ayudó a Alicia Kirchner en Santa Cruz?

Reunión clave en la Rosada | Presidencia argentina
Reunión clave en la Casa Rosada. (Presidencia argentina)

Daniela M. – Buenos Aires, Argentina

Sobre el final de la semana pasada, el presidente argentino, Mauricio Macri, acordó con la gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, un pacto con metas políticas y económicas. La situación santacruceña reviste cierta gravedad: dos meses sin clases por paros docentes, maestros, jubilados y empleados públicos sin cobrar sus sueldos, cientos de horas de paro, marchas, protestas y represión con heridos depositaron a la funcionaria en una incómoda posición.

Macri quedó, así, en el lugar del salvador: luego de una reunión en la Casa Rosada para garantizar la paz social en Santa Cruz, la paz social parecería haber quedado garantizada. Sin embargo, no es menor el dato de la rivalidad política entre el presidente y el kirchnerismo. ¿Por qué se juntó con la hermana del expresidente Néstor Kirchner para pactar? ¿Qué le pidió a cambio? ¿Está obligado por la Constitución argentina a hacerlo? El politólogo Andy Tow aclaró un poco el panorama para Yahoo Noticias.

Una provincia quebrada

La crisis en Santa Cruz lleva tiempo. Alicia Kirchner viene teniendo problemas con el pago a trabajadores estatales desde que asumió, a fines de diciembre de 2015. “Yo comparto con la gobernadora (Kirchner) que le dejaron una bomba, pero bastante parecida a la que nos dejó a nosotros el gobierno kirchnerista a nivel nacional y, por suerte, pudimos desactivar a tiempo y evitar una gran crisis, en gran medida recuperando la confianza”, dijo hace poco el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para retratar la situación.

La propia gobernadora Alicia Kirchner reconoció que la provincia está “quebrada”, y que esto la jaquea tanto económica como políticamente. Esta situación llevó, incluso, a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner a quedar “atrapada” dentro de la residencia de su cuñada el 21 de abril pasado.

La policía reprimió más de una manifestación. Las protestas se hicieron frecuentes, los cortes de rutas, los piquetes y la conflictividad social tuvo una escalada muy fuerte con niveles de violencia que se desataron a partir de un argumento principal por parte de Alicia K: la falta de dinero para pagar.

Todo esto tuvo su punto final en la foto que se sacaron luego de una reunión de 40 minutos, el viernes pasado, entre Macri y Alicia Kirchner fue un avance político, donde también estuvieron Rogelio Frigerio, ministro del Interior, y el vicegobernador Pablo González.

Pero queda abierta la pregunta, respecto de una intervención económica. El artículo 6 de la Constitución Nacional dice: “El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantir la forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o reestablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia”. Pero no se pronuncia sobre una emergencia económica.

La negociación Macri – Alicia: un “pacto de gobernabilidad”

La pregunta en torno a la intervención del Estado nacional tiene varias aristas. La lógica binaria de la política argentina podría indicar, a vuelo de pájaro, que Macri ignoraría las necesidades políticas, económicas y sociales de Santa Cruz, gobernada por una funcionaria del riñón kirchnerista. Pero la cuestión es más compleja.

“Yo creo que a Macri entiende que no le conviene que se le incendie Santa Cruz del todo. Primero, para intervenir la provincia necesita una ley del Congreso y no creo que en el bloque de senadores del Partido Justicialista (PJ) haya interés en complicar más la interna con la cuestión federal sumada a una victimización de los K”, explica a Yahoo el politólogo Andy Tow.

El especialista en elecciones le puso además un tinte estratégico a la cuestión: “Atizar el conflicto, o dejar que escale, daría una señal negativa al resto de los gobernadores, a quienes el Gobierno prefiere en el armado de listas para octubre y cerrar con ellos un ‘pacto de gobernabilidad’, en particular para un acuerdo de responsabilidad fiscal y reformas impositivas nacionales y locales para mejorar la competitividad”, explicó.

Y, en tercer lugar, Tow destaca un dato no menor: las elecciones legislativas que se vienen en octubre. “Creo que ganarle en octubre a los K en Santa Cruz (que renueva entre otros las tres bancas de senadores) vale más simbólicamente que lo que costaría financieramente un rescate. Al fin y al cabo es una provincia chica, con menos de 1% de la población del país”, explica.

Entre otras definiciones, Tow aclaró un poco el panorama:

─Hay otra cuestión que tiene que ver con la “ley de lemas”. ¿Qué es y qué intentó negociar Macri?

─La ley de lemas es un sistema electoral en el que las agrupaciones (llamados “lemas”) pueden presentar a elecciones generales más de una lista o fórmula (llamados “sublemas”). Es como hacer una primaria abierta y una elección general al mismo tiempo. Los votos de los sublemas se suman al lema al que pertenecen y compiten contra otros lemas. En el caso de gobernador y vice, se declara vencedor al sublema del lema que tuvo más votos.

El problema es que el sublema que gana no es necesariamente el sublema o fórmula que en definitiva más votos obtuvo. Por ejemplo, en 2015 Alicia K ganó con 34% de votos como sublema del lema FpV, que sumando los 17% de votos del sublema de Peralta alcanzó un total de 51%, mientras el sublema de Eduardo Costa individualmente obtuvo 42% dentro del lema opositor que en total llegó a 46%. Es decir, Costa obtuvo individualmente más votos (42%) que Alicia K (34%), pero Alicia K ganó igual porque vale el resultado del lema (51% vs. 46%). Por estas “distorsiones”, y sobre todo por la fragmentación política que favorece, varias provincias han ido abandonando la ley de lemas.

─¿Se podría derogar esa ley, que es lo que en el fondo le convendría a Macri?

Respecto a derogar la ley de lemas como condición para la asistencia financiera, también hace ruido desde la lógica federal, porque las Provincias son autónomas para elegir sus autoridades. La inconstitucionalidad de la ley de lemas es muy discutible dados los antecedentes de otras provincias y las decisiones de la Corte al respecto. Por eso se habla de “constituir una mesa de diálogo, etc”, porque ponerlo explícitamente como condición de la asistencia va contra el federalismo, además que es muy obvio que Macri lo haría para favorecer a sus aliados en el distrito (Costa y Zuvic).

─¿Cuán grave es la situación en la provincia?

─No sé si la situación es “tan grave”, pero entiendo que pagar salarios en tiempo y forma es el primer mandamiento de todo gobernante. La legitimidad de los líderes en definitiva depende de su capacidad de recompensar a su coalición, que en el caso de Santa Cruz en buena medida depende del presupuesto público. No pagar salarios, además de descontento entre los que apoyan al gobernador, lleva a protestas, con potencial de generar violencia y “caos”, proyectando el fantasma de la ingobernabilidad y la intervención federal.

─Hay una suerte de política de “no confrontación” de Macri. ¿Es tan así, o en el fondo “aprieta” como cualquier otro gobernante?

─Macri no tiene mayoría en el Congreso, en particular en el Senado, lo que de movida limita sus alternativas. Sin éxitos económicos para mostrar, políticamente le sirve diferenciarse del kirchnerismo como “lo nuevo” y mantener al peronismo dividido o “provincializado”. Si tuviera mayoría, yo creo que apretaría todo lo posible, se sacaría de encima a Gils Carbó, pondría en caja a las provincias, y aprobaría su programa de reformas.

─¿Podría Macri no asistir financieramente a la provincia o hay alguna cuestión constitucional que sea mandatoria en este sentido?

─Que yo sepa no hay una obligación constitucional explícita de asistir. Pero todo gobierno central tiene responsabilidad política sobre lo que pasa en el territorio nacional. Y legalmente se puede argumentar que es ineludible su responsabilidad en cuanto al goce de derechos y garantías, el orden y la seguridad, la educación, los servicios esenciales. Otra vez, no creo que sea negocio para Macri que den vuelta al mundo imágenes de incendio de la casa del gobernador o de represión brutal de trabajadores reclamando sus salarios. Y de nuevo, Santa Cruz es muy chica económicamente para valer la pena.