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Por qué la presidencia de Maduro -ahora sí- es ilegal: 7 claves para endender lo que pasará el 10 de enero en Venezuela

El 10 de enero, el 10 de enero… la fecha resuena en los oídos de los venezolanos que están a la expectativa sobre lo que pueda ocurrir ese día en la ya convulcionada situación política de ese país.

Un hombre pasa ante un pintada en contra del gobierno de Venezuela de Nicolás Maduro, el 3 de enero de 2019 (AFP/Archivos | YURI CORTEZ)
Un hombre pasa ante un pintada en contra del gobierno de Venezuela de Nicolás Maduro, el 3 de enero de 2019 (AFP/Archivos | YURI CORTEZ)

El motivo es simple: constitucionalmente el 10 de enero es la fecha en que Maduro tomará -así lo ha recalcado él mismo y sus partidiaros- posesión formal del cargo tras los comicios del pasado 20 de mayo, unas elecciones que no han sido reconocidas por la oposición que, por la falta de transparencia y garantías con las que se hicieron, fueron también cuestionadas por distintas instituciones, países y organismos internacionales.

El 10 de enero entonces termina el actual período presidencial de seis años y debería comenzar otro nuevo, pero -coinciden los analistas y la opinión pública internacional- no para un candidato como Maduro, que prácticamente fue solo a las elecciones y a quien rechaza más del 80% de los venezolanos.

En definitiva, el mandatario venezolano -en su supuesto segundo mandato- estaría ilegalmente usurpando el poder, y en estas siete claves explicamos los motivos por las que su juramentación del 10 de enero sería ilegal e ilegítima.

Finaliza un período

Según los artículos 230 y 231 de la Constitución de 1999, el 10 de enero de 2019 finaliza el período presidencial iniciado en 2013, y comienza un nuevo período de seis años que terminaría en 2025. Textualmente el artículo 230 dice: “El período presidencial es de seis años. El Presidente o Presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida”. Y el artículo 231: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional”.

El “fraude” de mayo

La ilegalidad comienza cuando se habla del “candidato elegido”. Maduro no es un presidente reconocido. La falta de transparencia en las elecciones que dieron el triunfo al heredero de Chávez no fueron avaladas ni internamente por los partidos políticos, ni internacionalmente por la mayoría de los países democráticos -OEA, EEUU, Japón, Australia, y la Unión Europea y organizaciones internacionales- que cuestionaron la falta de garantías y resaltaron las irregularidades que ocurrieron el 20 de mayo: inhabilitación de candidatos opositores con chance de triunfar, incumplimientos de lapsos, falta de observación objetiva internacional, ventajismo, etc. Solo países como China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Rusia y Turquía apoyaron esos comicios.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, se juramentará por segunda vez en el cargo el próximo 10 de enero ante las críticas de más de 47 países del mundo y de la mayoría opositora de su país. (Foto: EFE/Archivo)
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, se juramentará por segunda vez en el cargo el próximo 10 de enero ante las críticas de más de 47 países del mundo y de la mayoría opositora de su país. (Foto: EFE/Archivo)

El ‘amparo’ del Supremo

Ante un vacío de poder -porque no se reconoce a Maduro como presidente- le correspondería a la Asamblea Nacional (Parlamento) asumir el cargo y convocar a elecciones libres. El único poder electo por el pueblo -y reconocido internacionalmente- actualmente es la Asamblea Nacional y es de mayoría opositora. Por eso, Maduro entonces prestaría juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia. El problema es que el Supremo venezolano es acusado de actuar bajo la directriz del gobierno de Maduro, por eso el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio (conformado por la AN) manifestó que Maduro debe entregar el poder que “ejerce ilegítimamente” y ponerlo a disposición de la Asamblea Nacional, la cual “está en la obligación constitucional” de cubrir la vacante en la Presidencia. Según el abogado constitucionalista José Ignacio Hernández, “la juramentación no es constitucional. Maduro no es Presidente electo con lo cual no puede tomar juramento para asumir el cargo. Que lo haga ante el TSJ no es lo determinante: lo determinante es que, al no ser Presidente electo, no puede juramentarse”.

El magistrado Christian Zerpa huyó a EEUU donde dijo que las elecciones de mayo “no fueron libres ni competitivas”, y que el TSJ (sede en la foto) era manipulado por el gobierno de Maduro. (Foto: REUTERS/Marco Bello)
El magistrado Christian Zerpa huyó a EEUU donde dijo que las elecciones de mayo “no fueron libres ni competitivas”, y que el TSJ (sede en la foto) era manipulado por el gobierno de Maduro. (Foto: REUTERS/Marco Bello)

La huída del magistrado

La sorpresiva huída a EEUU de uno de los magistrados del cuestionado Supremo venezolano aviva aun más las expectativas sobre el 10 de enero: Christian Zerpa, magistrado que había sido afín a Maduro, dijo que las elecciones de mayo “no fueron libres ni competitivas”, y que el TSJ era manipulado por el gobierno de Maduro. El escándalo debilita aun más la imagen ya deteriorada del mandatario venezolano. Zerpa afirmó que no había hecho las críticas antes porque quería que primero su familia estuviera a salvo en EEUU para evitar represalias del gobierno. Por su parte en Venezuela, afines a Maduro acusan a Zerpa de abuso sexual y dicen que huyó para no enfrentar sus responsabilidades. Lo cierto es que la acusación de Zerpa refuerza la tesis de persecusión interna a los críticos del régimen, incluso desde las mismas filas del chavismo y de manupulación del Ejecutivo al poder Judicial.

Presión internacional: México, la nota disonante

El Grupo de Lima ha advertido que no reconocerá la legitimidad de una nueva presidencia de Nicolás Maduro, e instó a que entregue el poder a la Asamblea Nacional. El grupo está formado por 14 países de América que no reconocerán, a excepción de México, el nuevo período gubernamental de Maduro porque dicen que es producto de un proceso electoral ilegítimo. El grupo de Lima recomendó al mandatario no asumir el cargo el 10 de enero. Posteriormente, Maduro comentó que quienes respaldan la última declaración del Grupo de Lima incurren en el delito de traición a la patria. La nota disonante en la condena colectiva es México, cuyo presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha ratificado que no intervendrá en los asuntos internos de Venezuela y no condenará a otro gobierno extranjero.

El nuevo presidente de la Asamblea Nacional Juan Guiadó ha dado nuevos aires a la desgastada oposición venezolana. Durante su juramentación dijo que el Parlamento no juramentará a Nicolás Maduro. En la imagen Guidó con su esposa y su hija el día en que fue nombrado presidente del Parlamento. (Foto: AP Photo/Fernando Llano)
El nuevo presidente de la Asamblea Nacional Juan Guiadó ha dado nuevos aires a la desgastada oposición venezolana. Durante su juramentación dijo que el Parlamento no juramentará a Nicolás Maduro. En la imagen Guidó con su esposa y su hija el día en que fue nombrado presidente del Parlamento. (Foto: AP Photo/Fernando Llano)

La nueva figura

En medio de la polémica, en la oposición una figura política da nuevos aires ante el desgaste sufrido en los últimos años. A sus 35 años Juan Guaidó -del partido Voluntad Popular al que pertenece el preso político Leopoldo López- se convirtió el sábado pasado en el presidente más joven que ha tenido la Asamblea Nacional. Ahora le corresponde hacerse oir en un país donde el Ejecutivo ignora las decisiones políticas de su parlamento. Sería Guaidó el encargado de llevar a Venezuela a la transición en el caso poco probable de que Maduro oiga el clamor de su pueblo y de 47 países y no se juramente el 10 de enero. El diputado en una entrevista a El Mundo dijo: “El 10 de enero se inicia un nuevo período constitucional sin un presidente electo en Venezuela. Estamos en una situación de fuerza, no de derecho. No hay Estado de derecho en mi país, lo han desmontado paulatinamente”. “¡Nicolás, el 10 de enero esta Asamblea no te va a juramentar!”, advirtió durante su nombramiento como presidente del Parlamento.

Lo que pasará

Lo más probable es que Maduro se juramente ante el Supremo conformado a su medida y siga ejerciendo el cargo. Según el constitucionalista José Ignacio Hernández, desde el punto de vista interno, ello será una usurpación con lo cual, todos los actos del Gobierno serán nulos. Desde el punto de vista internacional -dice- el régimen de Maduro será un Gobierno de facto. “Eso permitiría que la comunidad internacional reconozca a la Asamblea Nacional (Parlamento de mayoría opositora) como representante del Estado”. Mientras tanto, los llamados colectivos- o grupos de choque del chavismo- prometen defender al gobierno de Maduro “fusil en mano”.

Con información de las Agencias de noticias