Por qué el negocio alrededor de la teoría sobre la Tierra plana no deja de crecer a pesar de sus fracasos

A pesar de fracasos como el de Mike Hughes, los terraplanistas siguen creyendo.
A pesar de fracasos como el de Mike Hughes, los terraplanistas siguen creyendo.

Para entender qué hay detrás de las teorías de aquellos que piensan que la Tierra es plana no está de más observar las reacciones de los seguidores del recién fallecido Mike Huges ‘El Loco’, quien hace unos días intentó demostrar de nuevo que nuestro planeta no tiene nada de esférico. La página de Facebook, Flat Earth Society publicó un artículo donde se daba a conocer el deceso de uno de los iconos de esta creencia, y los comentarios evidencian que son muchos los escépticos que se definen a sí mismos como “pensadores rebeldes”.

Comentarios como: “pensamos que la NASA es una agencia que no para de mentir”, “tenemos mucho miramiento hacia la verdad y a lo que está bien más que a ser indulgentes con las masas” o “no somos una secta, idiota, ve y mira la definición de secta”, son afirmaciones que reflejan que hay un sentimiento muy profundo en esta perspectiva que nace del miedo y el escepticismo y se nutre de las teorías conspiratorias que se extienden en Internet. La propia sociedad definió a Huges como “un hombre que se guió por su pasión y actuó, que tenía creencias y en lugar de alardear de ellas en Facebook, se dedicó a hacer despegar cohetes con él dentro”, afirmaron.

“Nuestra misión siempre ha sido la de ser la casa de los pensadores obstinados, y él será uno de los que será recordado durante mucho tiempo. Nadie sabe lo que pasaba por su cabeza, sólo sabremos que tenía un gran corazón”, esgrimieron desde la organización.

Huges era un ídolo dentro del mundo de los terraplanistas y una demostración de que no importa cuán infundadas sean sus teorías o cuántas veces fracasen sus intentos por demostrar su creencia, la suya es una causa que parece no tener límites.

La Sociedad de la Tierra Plana es quizás el primer exponente moderno de organización en base a estas ideas. Además de algunos escritores y pequeños grupos surgidos en el siglo XIX, esta entidad nació en Inglaterra en 1956, poco antes de que la Unión Soviética lanzara el satélite Sputnik. Su objetivo era el de adoctrinar a los niños antes de que entraran en las “garras” del sistema educativo que les diría que efectivamente la Tierra es esférica. A pesar de que sus diferentes líderes publicaron artículos en revistas científicas y trataron de alzar sus teorías de todas las maneras posibles, en los años noventa su actividad comenzó a reducirse y lo que queda de esta sociedad es una página de internet y un perfil de Facebook. Para ellos, nadie a probado todavía que la Tierra no sea plana.

¿Las fotos espaciales de la NASA? Un montaje. ¿La llegada del hombre a la luna? Una película. ¿Los satélites? Una maqueta bien hecha. ¿Los testimonios de los astronautas? Una farsa. Desde su perspectiva, nada de esto es válido como prueba substancial porque según piensan, vivimos en una especie de ‘Show de Truman’ donde todo es mentira, hasta el sol, la luna y las estrellas, porque vivimos en una planicie que contiene una especie de cúpula en la que todos somos un personaje interpretado por Jim Carrey.

David Weiss es un creyente de esta doctrina que no sólo piensa que la Tierra es plana, sino que aboga porque ésta no se mueve y que se trata de un cuerpo estacionario que pasea su planicie por el espacio - los hay que ni siquiera creen en el Universo. Hace cinco años trató de demostrar si es verdad que vivimos en una esfera y al no conseguirlo, se convenció de que se trata más bien de una planicie.

Imagen de la Tierra plana
Flat Earth in space

“Nos imponen unas creencias antes incluso de tener capacidad crítica para hacer preguntas y si eres un niño lo suficientemente valiente para cuestionar estas cosas, te ridiculizan y acabas reprimido. Para entender que la Tierra es plana no es suficiente con tener una prueba de ello, sino un pensamiento crítico, es un viaje. Si alguien me pregunta por una prueba, le diría que nuestros ojos ven el horizonte demasiado lejos”, afirmó este hombre de negocios en un podcast.

No está solo. Alrededor de mil personas suelen acudir a las conferencias de terraplanistas. La última fue en Dallas, Texas, aunque hubo otras en Denver e incluso en Brasil, Gran Bretaña e Italia. Incluso personalidades de Hollywood o del mundo del deporte y la música se decantan por esta idea del ‘engaño universal’. Una encuesta llevada a cabo por YouGov a 8.000 adultos estadounidenses concluyó que uno de cada seis no están seguros de que el mundo sea esférico. Otro estudio realizado en Brasil concluye que un 7% de los 2.000 encuestados creen que la Tierra es plana. Es ahí donde está el negocio.

Las conferencias generan unos ingresos muy suculentos a los organizadores (entre 200 y 400 dólares por persona). Los youtubers encarados de proliferar este tipo de teorías conspiratorias en las que se cree que el mundo está dirigido por la familia real británica, los Rockefeller y los Rothschild también se llevan su trozo de pastel gracias a un contenido que YouTube está intentando regular por realizar “afirmaciones escandalosas” y tratarse de un “contenido límite”. Viajes organizados a la Antártida para demostrar que la Tierra es un disco plano rodeado por un gigante muro de hielo, los cuales, obviamente no son gratis. Hasta el momento, no sólo no se han podido demostrar estas teorías, sino que están fracasando estrepitosamente, como el último incidente en el que Huges perdió la vida tras fabricar un cohete, lanzarse a cientos de metros de altura y caer al vacío sin haber podido probar su teoría. Si hay algo que se demostró en este fallido experimento es que la gravedad no es una ilusión.

Sin embargo, los terraplanistas no desisten. Alimentados por las redes sociales y con un deseo de formar parte de lo que ellos piensan que es una revolución del conocimiento, siguen nutriéndose de teorías realizadas por personas que son capaces de mover masas de una manera asombrosa. Afirman no necesitar una respuesta cien por cien válida que apruebe sus sospechas, simplemente se contentan con retar el pensamiento actual. Para ellos, la lata se ha abierto y no se cerrará tan fácilmente.

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