Por qué debe tomarse en serio el escándalo de la actriz porno que ha demandado a Trump

El escándalo en torno a la actriz porno Stephanie Clifford, conocida como Stormy Daniels, y el presidente Donald Trump tiene ciertamente componentes de morbo sexual y de impugnaciones morales por la presunta infidelidad que el entonces magnate inmobiliario habría cometido de ser ciertas las alegaciones al respecto.

Pero, en el ámbito legal y sus repercusiones políticas, lo sucedido en 2007 entre Daniels y Trump, sea lo que sea que haya sido, parece de relevancia menor ante las implicaciones de los intentos que se han hecho para tratar de acallar que se revelaran los detalles de esa supuesta relación en plena campaña presidencial de 2016.

Un ocultamiento que el propio abogado de Trump, Michael Cohen incluso ha aceptado haber organizado mediante, afirma, un pago de su bolsillo a Daniels de 130.000 dólares en 2016, a pocos días de la elección en la que Trump era el candidato republicano y en la que resultó ganador.

La actriz porno Stormy Daniels ha demandado a Trump y a su abogado Michael Cohen al afirmar que el acuerdo de confidencialidad que ella firmó, y por el que recibió 130,000 dólares para no revelar su supuesta relación con el hoy presidente, es inválido porque fue hecho a nombre de la empresa Trump Organization pero si la firma de Trump. De ese acuerdo, según el abogado de Trump, nunca tuvo conocimiento el hoy presidente y Cohen lo habría pagado de su bolsillo. (AFP)

Aunque hay un velo de misterio en el asunto, es de suponer que lo que se ha mantenido en secreto podría haber minado las posibilidades políticas de Trump y por ello el frenesí de Cohen para lograr el silencio de Daniels.

Además, un punto crítico en el asunto es el grado de conocimiento de Trump, que además del citado pago incluyó un acuerdo para mantener confidencial lo que sucedió entre Daniels y el hoy presidente y entonces candidato presidencial. Cohen afirma que Trump nunca supo del asunto, pero según analistas eso no elimina las posibles irregularidades del asunto.

Las aristas legales y políticas

Así, al margen de la discusión sobre moralidad o fidelidad conyugal, el caso tiene puntiagudas aristas legales y políticas. En principio, el hecho de que Cohen usó su cuenta de email de la empresa Trump Organization para negociar el trato con Daniels sugiere que actuaba en representación de esa corporación, de la que Trump era la cabeza y el beneficiario, así fuese sin saberlo, del citado arreglo.

Y se ha afirmado que el mero hecho de que Cohen haya efectuado el pago, aunque haya sido de su dinero, podría ser violatorio de las leyes de contribuciones a campañas políticas, en el contexto de que el acuerdo con Daniels habría tenido como motivación proteger las aspiraciones electorales de Trump, previamente golpeado por el escándalo de grabaciones en las que él condonaba la agresión sexual.

Críticos señalan que eso es algo que debe ser investigado, para dilucidar si el pago violó la ley electoral, si bien Cohen lo ha colocado como una iniciativa suya al margen por completo de Trump.

En esta fotografía de archivo del 11 de febrero de 2007, la actriz porno Stormy Daniels llega a la 49na entrega anual de los Premios Grammy en Los Ángeles. (AP Foto/Matt Sayles, Archivo)
En esta fotografía de archivo del 11 de febrero de 2007, la actriz porno Stormy Daniels llega a la 49na entrega anual de los Premios Grammy en Los Ángeles. (AP Foto/Matt Sayles, Archivo)

Daniels ha presentado una demanda para que se anule el acuerdo de no revelar los detalles de su supuesta relación con Trump, pero las audiencias al respecto no comenzarán sino hasta julio, de acuerdo a CNN.

Ella alega que dado que Cohen negoció en nombre de Trump (los emails de Trump Organization son un indicador), el acuerdo de confidencialidad es inválido al no haber sido avalado por la firma del propio Trump. Daniels añade que ha sido presionada e intimidada para guardar silencio y ha ofrecido devolver los 130.000 dólares que le pagaron.

Una foto de Donald Trump y Stormy Daniels tomada años atrás. (Archivo Yahoo)
Una foto de Donald Trump y Stormy Daniels, tomada años atrás. (Archivo Yahoo)

El abogado de Daniels incluso ha afirmado, de acuerdo al Los Angeles Times, que Trump debió haber sabido del acuerdo y del pago de Cohen. En contrapartida, Daniels ha aceptado que todo el escándalo le ha hecho ganar dinero aunque su abogado reviró que la motivación mayor en su demanda no es económica.

Recientes revelaciones apuntan a que no fue solo Cohen, si no otras personas vinculadas a las empresas de Trump, quienes participaron en la negociación, y quizá en la presión, para que Daniels no revelara lo que sabe y vivió con Trump.

Según CNN, el abogado de Daniels dijo que ella ha sido incluso intimidada físicamente y que habría otras seis mujeres que alegan haber tenido relaciones sexuales con Trump.

Nada se ha probado aún y el litigio y el escándalo presumiblemente durarán aún muchos meses. Con todo, la existencia de un pago, de un acuerdo de confidencialidad y de posibilidades, así sean hipotéticas, de presiones y desviaciones legales resulta inquietante y, como se ha comentado en Vox, levantan las dudas sobre qué es lo que se está manteniendo en secreto y qué tantos otros acuerdos similares se habrían hecho en el entorno de Trump para evitar revelaciones comprometedoras.

ARCHIVO – En esta foto de archivo del 11 de febrero de 2007, la estrella porno Stormy Daniels arriba a la 49na entrega de los premios Grammy en Los Ángeles. Una ong ha pedido al Departamento de Justicia que investigue si un pago secreto efectuado a Daniels antes de la elección presidencial de 2006 violó la ley federal porque Donald Trump no la incluyó en sus formularios de desembolsos. (AP Foto/Matt Sayles)

Y, en lo mediático, si la ciudadanía comienza a dar mayor credibilidad a los dichos de Daniels, y si la demanda finalmente llegara a eliminar el acuerdo de confidencialidad y se realizan revelaciones, la imagen de Trump y sus apoyos sociales podrían resultar afectados y la balanza de la percepción pública se podría inclinar sustancialmente favor de otras mujeres que han acusado a Trump de conductas sexuales impropias, lo que él siempre ha negado.

El próximo 25 de marzo se transmitirá por el programa ’60 Minutes’ una entrevista con Daniels hecha por el periodista Anderson Cooper, lo que podría dar pie a una nueva sacudida en el asunto. Ella parece decidida a seguir sus alegaciones a todo vapor.

En cambio, el relativo silencio de Trump en el caso de Stormy Daniels es un indicador curioso: él que ha abiertamente vilipendiado a otras mujeres que lo han acusado de abusos en el pasado no ha alzado la voz de la misma manera para atacar a la actriz porno que se le ha plantado de frente.

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