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Poner la mente en blanco, la clave para llegar al orgasmo

Que tu pareja te ponga y que sepa cómo y dónde tocarte importa, pero menos de lo que crees

¡Es tu momento! Concéntrate en cada detalle. Si te despistas un segundo todo se vendrá abajo, literalmente. (Foto: Getty)
¡Es tu momento! Concéntrate en cada detalle. Si te despistas un segundo todo se vendrá abajo, literalmente. (Foto: Getty)

Aparcar los problemas y centrarte en lo que estás haciendo (y en lo que tienes entre manos) es determinante para disfrutar de un vida sexual placentera y conseguir un final feliz.

Si tenemos la cabeza puesta en otra cosa, nunca conseguiremos tener relaciones sexuales plenamente satisfactorias. Así lo confirman diversas investigaciones. Pero hay un experimento que lo ha cambiado todo, un documental de Channel 4 llamado ‘El superorgasmo’ que ha monitorizado el cerebro de cinco mujeres con el fin de descubrir cómo conseguir el orgasmo perfecto.

Los preliminares, ir más allá de la sexo genital, los juguetes eróticos… Todo eso está muy bien, pero la llave del placer está en tu cabeza. (Foto: Getty)
Los preliminares, ir más allá de la sexo genital, los juguetes eróticos… Todo eso está muy bien, pero la llave del placer está en tu cabeza. (Foto: Getty)

Los científicos aseguran que es posible que las mujeres puedan tener un clímax cien veces más intenso gracias a la meditación. Es decir que tenemos que preparar nuestra mente para el disfrute y vaciarla del resto de cosas que nos distraen durante el encuentro sexual.

Porque sí amigos, sobre todo aquellos que aún no lo habéis asumido, la penetración no lleva a las mujeres al orgasmo, sino que es la estimulación adecuada (la del clítoris) la que le hará llegar al clímax. Pero claro, si mientras él se afana tú estás dale que te pego con la lista de tareas pendientes ya puede ser Eduardo Manostijeras que ‘no hay tu tía’.

La mente puede jugar en tu contra, bloqueando las sensaciones placenteras. O lo hablas primero o lo dejas al margen para poder ‘entregarte’ en cuerpo y alma y disfrutar a tope. (Foto: Getty)
La mente puede jugar en tu contra, bloqueando las sensaciones placenteras. O lo hablas primero o lo dejas al margen para poder ‘entregarte’ en cuerpo y alma y disfrutar a tope. (Foto: Getty)

Pero, ¿qué ocurre en el cerebro de un mujer cuando llega al orgasmo? Un estudio de la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, comprobó que cuando las mujeres experimentan un orgasmo se produce un descenso en el flujo sanguíneo del área orbitofrontal lateral del lado izquierdo del cerebro. Además descubrieron que la calidad de los orgasmos femeninos está relacionada con un alta activación de la ínsula, un área relacionada, entre otras cosas, con el procesamiento de sensaciones corporales y de la empatía.

Es decir que la química con la pareja es importante, pero casi tanto como la relajación y la predisposición. Es curioso pero la mujer solo disfruta del sexo cuando su cerebro alcanza la desconexión y las constelaciones neuroquímicas y neurológicas se alinean hacia el orgasmo, la diversión y el placer.

Vamos que cuando te pongas a ello desenchufes las preocupaciones y aparques todas esas cosas que pesan sobre nuestra mente y que pueden estropear el momento en el último minuto. Puede que muy excitada, y que hayas empezado a sentir cómo los impulsos cerebrales recorren los centros del placer pero no se dispararán (ni podrás alcanzar el orgamo) si la amígdala, estructura responsable del temor y de la ansiedad cerebral, no está desactivada.

El clítoris tiene una única función en el sexo: dar placer y hacer gozar a la mujer. Su estimulación dispara la actividad electroquímica y desencadena multitud de sensaciones. (Foto: Getty)
El clítoris tiene una única función en el sexo: dar placer y hacer gozar a la mujer. Su estimulación dispara la actividad electroquímica y desencadena multitud de sensaciones. (Foto: Getty)

La amígdala forma parte del llamado cerebro profundo, ese donde priman las emociones básicas tales como la rabia o el miedo y también el instinto de supervivencia. El placer también se origina en la misma región cerebral. Por eso debemos vaciarla antes de llegar al éxtasis.

El ejercicio y el yoga pueden ayudarte a controlar tu mente y eliminar todo aquello que te impide disfrutar de tu sexualidad. Y cuando llegue el momento, no te olvides de poner en práctica este paso a paso:

1. CONCENTRACIÓN. La mente debe estar relajada y debe enfocarse en los estímulos que la llenan de placer. Pon toda tu atención en lo que está sucediendo: las caricias, las palabras… todo cuenta a la hora de de encender la libido de la mujer. Y recuerda, aleja los pensamientos negativos o los problemas del día a día.

2. IMAGINACIÓN AL PODER. Ya te lo he dicho pero insisto: la mente es uno de los protagonistas en la consecución del orgasmo. Pensar en algo que te excite, recordar y recrear una escena puntual que te resulte excitante siempre funciona. Además, sirve para alejar las imágenes negativas y toda la morralla que no viene al caso.

3. TOMA LAS TIENDAS. Para disfrutar del sexo hay que mantener una actitud abierta y activa. Tienes que conocer tu cuerpo y no cortarte un pelo. Es importante expresar abiertamente lo que sientes y llegado el momento tomar los mandos y dominar la situación. Debes marcarle a tu pareja las zonas que tiene que activar, irle guiando en el camino hacia el orgasmo. Es como jugar a prueba-error, lo irás notando. Cuando descubras ese punto clave y sientas calor en el cuerpo dile que siga activándolo… ¡o hazlo tú! Muévete para acrecentar esa sensación, repetir el movimiento que te excita te llevará al clímax. Inciso: experimentar por tu cuenta es necesario para que sepas localizar el punto del placer (tu clítoris) y activarlo primero de manera individual, a solas, para más adelante indicárselo a tu pareja.

4. NO PARES. Sí, estás cansada, crees que no vas a poder aguantar ese ‘placer doloroso’, tienes ganas de acabar, empiezas a frustarte. ¡No, no, no! Es justo del momento de insistir y resistir, continua con el movimiento un poco más, rendirse no es una opción. Merece la pena el esfuerzo.

5. HABLA. Expresarte te ayudará, en lugar de pensar y reprimirte, ¡suéltalo todo! Nada de morderse el labio, resoplar ya contenerse. Gime, ríe, grita y di en voz alta lo que sientes. Te servirá para excitarte más (a él ni te cuento) y llegar con más facilidad al orgasmo. ¡Tú puedes!

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