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Una Polonia profundamente dividida elige presidente

Por Alan Charlish y Pawel Florkiewicz

VARSOVIA, 12 jul (Reuters) - Los polacos acudieron el domingo a votar en unas disputadas elecciones presidenciales que han puesto de manifiesto las profundas divisiones políticas del país y que determinarán sus futuras relaciones con la Unión Europea.

El actual presidente Andrzej Duda, aliado de los nacionalistas del partido gobernante Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), se enfrenta al alcalde liberal de Varsovia, Rafał Trzaskowski, tras una campaña en la que se han ofrecido visiones opuestas del futuro.

La reelección de Duda es crucial para que el PiS profundice sus reformas del Poder Judicial, que la Unión Europea ha criticado por aumentar el control político sobre los tribunales.

El presidente tiene el poder de veto y Trzaskowski, que ha dicho que busca una Polonia más abierta, ha prometido que si gana bloqueará una legislación que cree que socavaría las normas democráticas.

"Estas elecciones son importantes porque serán cruciales para los próximos 30 años en Polonia", dijo Przemysław Bocheński, un médico de 60 años, en un colegio electoral en el norte de Varsovia.

"Si no tomamos la dirección correcta ahora, me temo que la democracia polaca y Polonia misma, todo lo que hemos construido, se derrumbará."

Dado que el presidente de Polonia apenas cuenta con poderes ejecutivos, es poco probable que Trzaskowski pueda lograr un cambio significativo si gana. Pero con la presidencia así como la Cámara Alta del parlamento en manos de la oposición, la capacidad del PiS para implantar su agenda se vería obstaculizada.

Los colegios electorales cierran a las 1900 GMT, momento en el que se anunciarán los resultados provisionales de una encuesta realizada a pie de urna sobre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras la primera ronda celebrada el 28 de junio.

Duda se ha presentado como defensor de los valores católicos de Polonia y de los generosos programas de prestaciones sociales que han transformado la vida de muchos ciudadanos, especialmente en las regiones rurales más pobres del país, el mayor miembro poscomunista de la UE.

"Creo que podemos construir la Polonia con la que soñamos, una Polonia justa, una Polonia rica, una Polonia fuerte, (...) una Polonia que pueda proteger a los débiles y que no tenga que temer a los fuertes", dijo a sus seguidores el viernes.

Sin embargo, aunque Duda promete estar con los débiles, los críticos dicen que su campaña también se ha basado en la homofobia y el antisemitismo.

Ha comparado lo que llama "ideología" LGBT con el adoctrinamiento comunista de la era soviética, mientras que la televisión estatal, portavoz de las políticas del Gobierno, ha utilizado el delicado tema de la restitución de la propiedad de los judíos para atacar a Trzaskowski.

UNA POLONIA MÁS TOLERANTE

Trzaskowski, alcalde de Varsovia desde 2018, se convirtió en objetivo de los conservadores religiosos tras promover los derechos de los homosexuales al participar en las marchas del Orgullo, comprometiéndose a introducir clases de educación sexual en las escuelas de la ciudad de acuerdo con las directrices de la OMS.

Jarosław Kaczyński, líder del PiS y gobernante de facto de Polonia, dijo el jueves en la cadena de televisión católica TV Trwam que Trzaskowski estaba en el centro de los intentos de permitir que las minorías "aterroricen" al resto de la sociedad.

Trzaskowski dice que busca una Polonia más tolerante y ha criticado el discurso del PiS, al tiempo que ha prometido eliminar el canal de noticias estatal TVP Info.

"¿Alguna vez habéis oído tanta homofobia, tanto antisemitismo, tantos ataques a todos los que tienen el valor de decir 'ya hemos tenido suficiente'?", preguntó a sus seguidores el viernes, contrastando el uso del lenguaje del PiS con el de los políticos de la oposición.

Sin embargo, al tiempo que ha prometido bloquear las reformas judiciales del PiS y ha condenado los ataques a las minorías, Trzaskowski ha subrayado que dejará intactos los populares programas de prestaciones sociales del PiS y no intentará aumentar la edad de jubilación.

Trzaskowski ha tratado de presentarse como alguien que puede unir a una nación dividida, pero muchos observadores dicen que si gana le espera un período de amargo conflicto entre un parlamento dominado por el PiS y el palacio presidencial.

(Información de Alan Charlish, Paweł Florkiewicz, Alicja Ptak, Anna Włodarczak-Semczuk y Anna Koper; editado por Frances Kerry; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)