El “Pollo” Carvajal, un espía que guarda los secretos del chavismo

Hugo Carvajal, el exjefe de la inteligencia del régimen chavista detenido en España.
Hugo Carvajal, el exjefe de la inteligencia del régimen chavista detenido en España.

La vida de Hugo ´El Pollo´ Carvajal, de 61 años, da para una saga de novelas de espionaje porque una sola le queda muy corta. Quien fuera jefe de la inteligencia y la contrainteligencia de Hugo Chávez y Nicolás Maduro amenaza incluso con escribirla él mismo a través de la web “Mis verdades” y de sus declaraciones ante los jueces españoles.

A tal punto, que en pocos días y desde la cárcel ya asustó a varios aliados de la revolución bolivariana en España y la Argentina .

“Mi historia, la de verdad”, titula en su portal quien fuera mayor general del Ejército, el mismo que comenzó desde la Academia Militar un ascenso continuo junto a quien fuera su instructor, Hugo Chávez.

El líder bolivariano percibió en aquel hombre, de baja estatura y ojos vivaces, de palabras medidas y entrecortadas, siempre en tono muy bajo, cualidades ideales para trabajar desde las sombras . Desde ellas le acompañó en el golpe de Estado de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez y ya nunca se separaron hasta la muerte del “comandante supremo” en 2013.

Un hombre sin escrúpulos que conoce casi todos los secretos del régimen que defendió hasta que perdió poder y decidió unirse en 2019 al bando democrático de Juan Guaidó.

“Aquí está un soldado más para la causa de la libertad”, aseguró cuando ya había emprendido su huida hacia España, donde tras muchas vicisitudes está encarcelado a la espera de su extradición a Estados Unidos. Detenido pero, ni mucho menos, rendido.

Una extradición que ya evitó en 2014 tras ser detenido por sorpresa en Aruba, isla holandesa de las Antillas, cuando ya ejercía de cónsul tras salir de Caracas.

La enorme presión del gobierno de Maduro, quien incluso amenazó con intervenir militarmente, consiguió que no corriera el mismo destino que hoy sufre el magnate colombiano Alex Saab en Miami.

En Venezuela fue recibido como un héroe y recolocado como diputado de la revolución. “ Nos hiciste sufrir, ¿oíste?”, exclamó Maduro en la recepción oficial en el Palacio de Miraflores. El sufrimiento para el “presidente pueblo” no había hecho más que empezar.

Siete años después, Carvajal está a punto de correr la suerte de la que escapó por los pelos y para evitarlo está dispuesto a develar sus secretos. Durante dos años escapó de la deportación, escondido en España, gracias a sus buenos contactos en inteligencia y a los trucos del oficio: se operó el rostro y portaba pelucas, bigotes y barbas, además de levantar un pequeño muro con plantas en la terraza del piso donde vivía en Madrid.

La DEA decidió que esta vez no se le escaparía. Su objetivo es que ocupe otra celda como la de Saab o la de los dos sobrinos de Maduro y de su mujer, Cilia Flores. Washington lo acusa desde hace más de una década de participar en una “estrategia revolucionaria” para inundar de cocaína sus ciudades.

Uno de los agentes del departamento antidrogas declaró ante el juez que Carvajal también formó parte del famoso Cártel de los Soles, conformado por militares del alto mando revolucionario. Los generales venezolanos portan soles para distinguir los distintos grados .

Por de pronto, ya acusó al expresidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero de poseer una mina de oro en Venezuela, regalo de Maduro. También al partido izquierdista Podemos de recibir financiación ilegal desde Caracas a través de valijas diplomáticas. Incluso consiguió que un juez reabra la causa contra Podemos y lo llame a declarar.

En un escrito presentado ante la Justicia, habría revelado que el régimen chavista “financió ilegalmente movimientos políticos de izquierda en el mundo durante al menos 15 años” y, entre los ejemplos mencionados, figura el gobierno de Néstor Kirchner en la Argentina.

“Detrás del plano político existe uno que no se ve, el de las informaciones sensibles para los Estado” , aseguró en una de sus presencias ante la prensa. El que avisa no es traidor, dicen también en Venezuela.