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Políticas y empresarias de distintos países comparten sus propios videos en fiestas para apoyar a Sanna Marin: “Deberíamos bailar más”

Sanna Marin
Sanna Marin

NUEVA YORK.- Cuando la semana pasada se filtraron videos que mostraban a la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, festejando con amigos en un evento privado, la condena no se hizo esperar. Los rivales políticos lo calificaron de indigno y algunos críticos sugirieron que había drogas ilegales involucradas.

Las mujeres que defienden el mensaje de “trabaja duro, diviértete duro” (”play hard, work hard”) de Marin ahora se unen en su defensa.

Videos de mujeres empresarias y mujeres políticas bailando, bebiendo y divirtiéndose han inundado las redes sociales, acompañados por el hashtag #SolidarityWithSanna (solidaridad con Sanna).

“Si desahogarse en una fiesta es lo peor que ha hecho su primera ministra, entonces son un país bastante afortunado”, tuiteó Fiona Patten, una política australiana, junto a una fotografía de ella bailando en la calle. Hasta el mediodía de este martes, la publicación había recibido más de 2500 me gusta.

“¡Soy una mujer política electa y por supuesto salgo de fiesta y bailo!”, publicó Brenda Bailey, una política canadiense y emprendedora tecnológica de Vancouver, con una publicación de Facebook de ella bailando en un concierto.

La diputada del Parlamento Europeo Tilly Metz, de Luxemburgo, también se sumó a la campaña: “Si tienes el problema de que una mujer política está bailando con amigos durante su fin de semana, entonces TÚ tienes un problema, no esta política. Incluso deberíamos bailar más, independientemente del género o la edad”, escribió. Sumó emojis de gente bailando, y mencionó que eso implicaba “trabajar mejor después”, junto a los hashtags #DerechoADesconectar #DerechoABailar #SolidarityWithSanna.

En una conferencia de prensa reciente, Marin dijo que las imágenes se tomaron durante su tiempo libre y que no ocurrió nada ilegal. Luego se sometió a una prueba de drogas para sofocar las acusaciones de irregularidades. La prueba salió negativa el lunes, según un comunicado de su oficina.

“Lo hizo con valentía y lo hizo porque sabía que no tenía nada que ocultar”, dijo Luise Ammerschuber, directora de la consultora YESS Impact, al hablar del test de detección de drogas. La mujer, que reside en Suiza, también publicó en LinkedIn una foto en la que se la ve bailando en la calle.

Luise Ammerschuber se sumó a la campaña
Luise Ammerschuber se sumó a la campaña

Muchas de las publicaciones de apoyo señalaron el papel del género y el sexismo en la fuerte reacción contra Marin, cuestionando si un político masculino habría recibido el mismo escrutinio.

“¿Cómo se critica a una mujer por hacer algo que casi todos los seres humanos disfrutan?”, dijo Nina Hupen-Bestendonk, una creadora de contenido con sede en Berlín que publicó un video de ella y siete amigos haciendo una rutina de baile en patines. “No quiero vivir en una Europa en la que una presidenta no pueda bailar en una fiesta privada y al mismo tiempo dirigir con éxito su país”.

Las críticas -y el apoyo casi inmediato- a Marin se hacen eco de las repercusiones que se vivieron cuando la legisladora estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez fue criticada por un video de ella bailando en la universidad. Después de que el video comenzó a circular en las redes, la política demócrata publicó un nuevo video de ella bailando frente a su oficina en Washington, D.C.

Esta no es la primera vez que Marin fue criticada por ir de fiesta, aunque en diferentes circunstancias. A fines del año pasado, la líder finlandesa fue criticada por ir a un boliche en Helsinki horas después de que su ministro de Relaciones Exteriores diera positivo de Covid-19. Según la primera ministra, el protocolo de cuarentena que recibió en su teléfono personal y en el teléfono laboral difería: mientras que su secretaria le dijo al ministro que no necesitaba estar en cuarentena, las instrucciones en su celular del trabajo, que no vio hasta el próximo día, le aconsejaba que evitara ponerse en contacto con otras personas.

Después de unirse al ala juvenil del Partido Socialdemócrata de Finlandia en 2006, Marin ascendió rápidamente al poder y se convirtió en la líder más joven del país en 2019, con 34 años.

La tormenta mediática que rodea a los videos llega en un momento tenso para la pequeña nación escandinava. En mayo, con la cercana guerra en Ucrania, Finlandia y su vecina Suecia solicitaron ser miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Finlandia comparte una frontera de aproximadamente 1300 kilómetros con Rusia.

Para Mirjam Rollinger, analista de geodatos que coreografió el baile de patines en Berlín, las críticas en torno a Marin simbolizan un problema mayor, incluido el rechazo a que se vea a las mujeres soltándose el pelo en público.

“Me enoja que a veces se juzgue mi libertad: mi libertad de expresar mi alegría de bailar, mi alegría de vivir, mi alegría de sentirme bien en mi propio cuerpo, incluso dentro de un grupo”, dijo. “Cuando Sanna Marin fue juzgada por bailar con sus amigas, sentí la misma ira”.

Por Elissa Miolene